Pninei Halajá

14 – La lectura de la Torá y el servicio de Musaf.

En honor a Rosh Jodesh suben a la Torá cuatro personas, comenzándose con la lectura del texto sobre la ofrenda permanente (‘Sacrificio de Tamid’), culminándose con la lectura del de la ofrenda del novilunio (Números 28:1-15). Hay en esto una insinuación interesante, en el sentido de que a partir de la santidad cotidiana que está expresada en la ofrenda diaria permanente que se ofrendaba en la mañana y la tarde, es posible obtener la santidad especial del novilunio que implica renovación, expiación y retorno.

Tras la lectura de la Torá y el recitado del salmo 145 «Ashrei» así como de «Ubá le Tzión» (algunos de los sefaradim también recitan también «Beit Yaakov» y «el cántico del día»), se recita la “Amidá” del servicio de Musaf. Las tres primeras bendiciones así como las tres últimas son similares a las de todos los servicios, al tiempo que la bendición central versa sobre el tema de Rosh Jodesh y finaliza con la expresión «que santificas a Israel y los inicios de mes».

Nuestros sabios dispusieron que se recite Musaf en vez de la ofrenda de igual nombre que se sacrificaba en el Templo al inicio de mes, y asimismo los horarios de los servicios se corresponden con los de los sacrificios, por lo que habrá que recitar Musaf hasta el final de las siete horas temporales del día. Quien se demora y no reza hasta el final de la séptima hora temporal se le llama «negligente», empero puede rezar después, ya que a posteriori, la ofrenda se podía sacrificar todo el día (Shulján Aruj 286:1).

Se acostumbra a quitar los tefilín previo al inicio de Musaf y así como en los días de fiesta de la Torá (Yom Tov) no se colocan tefilín, pues el día festivo es en sí una «señal del pacto» entre D´s y el Pueblo de Israel no siendo necesario agregar otra señal en la figura de los tefilín, así también el servicio de Musaf de Rosh Jodesh es considerado una «señal del pacto», haciéndose innecesaria la señal del tefilín (Shulján Aruj 423:4, Mishná Berurá 10).

Se acostumbra a quitar los tefilín tras el recitado del «kadish» previo a Musaf. Es correcto esperar hasta terminar de enrollar los tefilín para iniciar el servicio de Musaf, para que éstos no queden irrespetuosamente sueltos durante el rezo. Además, se acostumbra a recitar en el servicio de Shajarit el salmo 104 «Barjí Nafshí» pues en éste está escrito «estableció la luna para fijar los tiempos celebratorios». Hay quienes opinan que los levitas solían cantar este salmo en el Templo de Jerusalém en los días de Rosh Jodesh (Aruj Hashulján 423:5).

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