Pninei Halajá

15 – La lectura pública de las Lamentaciones de Jeremías y el oscurecimiento de la sinagoga.

Luego del servicio de Arvit se leen las Lamentaciones de Jeremías («Meguilat Eijá»). Según muchos de los sabios medievales de Ashkenaz la lectura requiere del recitado de una bendición previa, tal cual está aclarado en el Tratado de Sofrim (14:1). Más aún, para aquellos que opinan que la lectura requiere del recitado de una bendición, esto aplica únicamente en el caso en que el texto de las Lamentaciones esté escrito sobre un pergamino semejante al del rollo de la Torá, y si no está escrita sobre este material no se bendice previo a la lectura. Algunos dicen que aunque la meguilá esté escrita sobre un pergamino, no hay que bendecir previo a su lectura, dado que esta bendición no está escrita en el Talmud (Beit Iosef 559:2). Debido a la duda, muchos de los Ajronim indicaron bendecir. En la práctica, de acuerdo a la usanza de los sefaradim y muchos de los ashkenazim, entre los que incluimos a la totalidad de los Jasidim, ‘Eijá’ es leída sin recitar bendición. En cambio, parte de los ashkenazim – especialmente aquellos que siguen las costumbres del Gaón de Vilna-, acostumbran leer las Lamentaciones de un pergamino «kasher» recitando la bendición (Pninei Halajá Moadim 2:10).

Se acostumbra oscurecer la sinagoga en la noche del 9 de Av tal como está escrito (Lamentaciones 3:6): «Me hizo habitar en medio de tinieblas». Asimismo el Midrash (Eijá Rabá 1:1) relata que El Santo Bendito Sea se dirigió a Su Corte Celestial durante la destrucción del Templo, preguntando: «Un rey de carne y hueso cuando está de luto ¿qué hace? Le respondieron: “apaga sus faroles”. El Eterno les respondió: “Eso haré”, tal como está escrito (Joel 2:10):»El sol y la luna se eclipsaron».

Desde el inicio de la noche se apagan algunas de las luces de la sinagoga y también en las casas particulares es conveniente disminuir la iluminación, especialmente en los instantes previos a la lectura de Eijá ya que la costumbre era apagar todas las velas dejando solo algunas encendidas a fin de leer las Lamentaciones (Shulján Aruj 559:3). Hoy día que estamos habituados al uso de iluminación eléctrica, hay quienes acostumbran a apagar todas las luces –previo a la lectura de ‘Eijá’- y usar únicamente velas. Hay también quienes dejan algunos focos encendidos.

La lectura principal de Lamentaciones fue establecida a hacerla en público y en la noche, tal como está escrito (Lamentaciones 1:2):»Llora amargamente de noche» (Shulján Aruj y Ramá 559 1 y 2). Sin embargo muchos acostumbran a leer las Lamentaciones nuevamente de día, tras los poemas luctuosos («kinot»). En sitios en los cuales no se acostumbra a leer Lamentaciones de día, es recomendable que cada uno las lea individualmente (Mishná Berurá 559:2).

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