Pninei Halajá

13. El orden de los toques del Shofar y la respiración.

A priori se debe tocar conforme al orden que establecieron nuestros sabios: tres series de «Tashrat», tres de «Tashat» y tres de «Tarat»; y a posteriori quien alteró el orden, cumplió igualmente con su deber. Por ejemplo, si alguien tocó dos series de «Tashrat» y continuó tocando «Tashat» y «Tarat» puede completar luego el tercer «Tashrat» (Shulján Aruj 590:9, Mishná Berurá 35).

Quien se equivoca en unos de los toques, en algunas ocasiones debe volver al toque en el cual erró y a veces debe volver a la primer «tkiá» de la unidad. Nos referimos como «unidad» a un «Tashrat», un «Tashat» o un «Tarat», mientras que una serie son tres veces una unidad. Dado que cada unidad es independiente, quien se equivoca al tocarla debe volver al primer sonido de la unidad en cuestión, empero nunca es necesario retornar al inicio de la serie.

En cada unidad debe haber una pausa  entre la primer «tkiá» y los «shvarim» y la «truá» que le siguen, pausa que se extienda el equivalente a la extensión de una respiración. Asimismo, debe haber una de igual extensión entre los sonidos de «shvarim» y «truá» y la «tkiá» final. Esto se debe a que la «tkiá» es una expresión de alegría y paz mientras que la «truá» y los «shvarim» expresan llanto y suspiros por lo que no se debe unir entre estos (Levush). En caso de que quien toca se equivoque y no haga una pausa apropiada del largo de una respiración, hay juristas que consideran que se cumplió con el deber y otros consideran que no. Si bien la opinión predominante es la flexible, durante los primeros treinta toques del Shofar es bueno aplicar la opinión más rigurosa y volver a empezar desde la primer «tkiá» de la unidad en cuestión (Shulján Aruj 590:5, Shulján Aruj Harav 9).

Los sonidos de «shvarim» deben ser continuos así como también la truá debe serlo. En caso de que quien toca se confunda e interrumpa en medio de los «shvarim» o en medio de la «truá» el tiempo equivalente a la extensión de una respiración, no cumplió con su deber por cuanto que separó los «shvarim» o la «truá» en dos partes que no se unen entre sí. Quien así toca debe hacerlo nuevamente (Mishná Berurá 590:16, Shaar Hatziún 14).

Respecto del «shvarim-truá» de la serie «Tashrat», los sabios medievales tienen sus opiniones divididas. Muchos consideran que se deben tocar de una sola respiración ya que todos los sonidos conforman un mismo precepto, o sea, en la serie de «Tashrat» el «shvarim-truá» es el sonido de «truá» de la Torá por lo que no se puede interrumpir en el medio para respirar; y si se detiene no se cumple con el deber. Empero, entre «shvarim» y «truá» debe haber una pausa mínima, a los efectos de diferenciar entre las dos partes de la «truá» (Rabí Itzjak ben Rabí Rabí Iehudá Ibn Guiat, Rosh, Rashbá, Ran y Ribash. Beit Iosef, Mishná Berurá18). Otros consideran que a priori debe interrumpirse entre los sonidos mediante una respiración, pues la persona que gime y llora no lo hace de una sola bocanada de aire (Rabenu Tam). Empero si no hubo interrupción, según esta idea, quien toca, igualmente cumplió a posteriori con su deber.

A los efectos de actuar conforme a las dos ideas, durante los toques «posición sentada» mediante los que se cumple con el deber de escuchar el sonido del Shofar no se interrumpe con una respiración entre «shvarim» y «truá». Por el contrario, durante los treinta toques «de pie» se acostumbra a separar con una respiración (Shulján Aruj 590:4, Shaar Hatziún 18).

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