{"id":3103,"date":"2014-04-02T00:05:44","date_gmt":"2014-04-01T21:05:44","guid":{"rendered":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/?p=3103"},"modified":"2019-01-10T10:12:56","modified_gmt":"2019-01-10T08:12:56","slug":"14-02-05","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/","title":{"rendered":"05. El precepto de la mujer"},"content":{"rendered":"

Tal como ya vimos (halaj\u00e1 2), si bien tanto el precepto de casarse como el de On\u00e1 recaen sobre el hombre, la mujer tiene plena coparticipaci\u00f3n en su cumplimiento y si esta no accede a los pedidos de su marido, el precepto queda carente de contenido. Por lo tanto, tal como es preceptivo para el hombre expresar su amor y su deseo hacia su mujer, de igual manera la mujer esta preceptuada de hacerlo. As\u00ed es la naturaleza apropiada, tal como dijeron nuestros sabios (Bereshit Rab\u00e1 20:7): \u00abla mujer no desea sino a su hombre, tal como est\u00e1 escrito (Bereshit-G\u00e9nesis 3:16): \u00aba tu marido desear\u00e1s\u00bb. Este deseo es sagrado pues por su intermedio se revela el amor entre los c\u00f3nyuges y all\u00ed es donde el Sagrado Nombre Divino posa sobre ellos (arriba 1:5), siendo alegor\u00eda y expresi\u00f3n de la relaci\u00f3n entre el pueblo de Israel y el Creador, tal como est\u00e1 escrito (Shir Hashirim-Cantar de los Cantares 7:11): \u00abYo soy de mi amado y su deseo es hacia m\u00ed\u00bb.<\/p>\n

Ya vimos que el precepto de \u00abAmar\u00e1s a tu pr\u00f3jimo como a t\u00ed mismo\u00bb (Vaikr\u00e1-Lev\u00edtico 19:18), respecto del cual Rab\u00ed Akiva dijo que se trataba de la regla central de toda la Tor\u00e1 (Safra all\u00ed), se cumple en completitud en el seno de la pareja (Ar\u00ed Z\u00b4\u00b4l Sefer Halikutim Ekev<\/em>); por lo tanto, la mujer tambi\u00e9n debe alegrar a su marido en todo aquello que ella sabe que le agrada, y cuanto m\u00e1s lo haga m\u00e1s cumple con el precepto.<\/p>\n

Cuanto m\u00e1s aumente el deseo, la uni\u00f3n ser\u00e1 m\u00e1s completa y tendr\u00e1n mejores hijos. El Maharal de Praga escribi\u00f3 (Gvurot HaShem<\/em> cap. 43) que cuando la mujer desea intensamente a su marido, esta se conecta a la ra\u00edz de la vida y a la unicidad, y por medio de ello da a luz hijos de elevada virtud, dignos de la redenci\u00f3n y la libertad. Respecto de esto dijeron nuestros sabios (Talmud Babilonio Tratado de Sot\u00e1<\/em> 11(B)) que \u00abEn m\u00e9rito de las mujeres justas que vivieron en esa generaci\u00f3n- el pueblo de Israel alcanz\u00f3 la redenci\u00f3n\u00a0 de la esclavitud en Egipto\u00bb. En virtud de su deseo hacia sus maridos cuidando del precepto de On\u00e1 a pesar de las dificultades de la esclavitud, dieron a luz a la generaci\u00f3n de la libertad (arriba 1:8).<\/p>\n

A los efectos de que se incremente el amor, las mujeres se adornan con\u00a0 alhajas ante sus maridos, al punto que Ezr\u00e1 dispuso que los vendedores ambulantes pudieran vender perfumes y joyas libremente por las aldeas sin que sus habitantes puedan impedirlo, pues \u00ablas joyas de la mujer est\u00e1n destinadas a que no sean aborrecidas por sus maridos\u00bb (Talmud Babilonio Tratado de Baba Kama<\/em> 82(B)). Incluso el Creador embelleci\u00f3 a Eva trenzando su cabello para incrementar el amor de Adam hacia ella (\u00eddem Eruv\u00edn <\/em>18(A)). El objetivo principal de los adornos de la mujer es el despertar el deseo en su marido\u00a0 (Midrash Tanjuma Vaishlaj<\/em> 12, Shir Hashirim Rab\u00e1<\/em> 1:2). Rav Hai Ga\u00f3n escribi\u00f3 que \u00absobrevendr\u00e1 maldici\u00f3n sobre la mujer que tiene marido y no se arregla, y sobre la que no tiene marido y se arregla\u00bb (Shaarei Teshuv\u00e1 LaGueonim<\/em> 84). Tal como parece se refer\u00eda a joyas que despiertan el deseo, y as\u00ed aprendimos que el objetivo principal de los perfumes, joyas y vestidos bonitos es intensificar el amor en el seno de la pareja.<\/p>\n

Cuando una mujer no ama a su marido no desea unirse a \u00e9l ni le alegra la idea de hacerlo, priv\u00e1ndole de su alegr\u00eda de vivir. Respecto de esto dijeron nuestros sabios (Midrash Tehilim 59): \u00abUna buena mujer no tiene l\u00edmite a sus bondades, y si es mala, no hay l\u00edmite a su maldad\u00bb. El Talmud (Tratado de Ievamot <\/em>63(A)) nos cuenta que Rab\u00ed J\u00eda bendijo a su alumno Rav dese\u00e1ndole que el Eterno lo salve de algo que es peor que la muerte, o sea, de una mala mujer, tal como est\u00e1 escrito (Kohelet-Eclesiast\u00e9s 7:26): \u00abY encontr\u00e9 que la mujer es m\u00e1s amarga que la muerte\u00bb (ver en la halaj\u00e1 12 respecto de las dificultades en la conexi\u00f3n por parte de la mujer).<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Tal como ya vimos (halaj\u00e1 2), si bien tanto el precepto de casarse como el de On\u00e1 recaen sobre el hombre, la mujer tiene plena coparticipaci\u00f3n en su cumplimiento y si esta no accede a los pedidos de su marido, el precepto queda carente de contenido. Por lo tanto, tal como es preceptivo para el […]<\/p>\n","protected":false},"author":10,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[123],"tags":[],"class_list":["post-3103","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-14-02"],"yoast_head":"\n05. El precepto de la mujer - Pninei Halaj\u00e1<\/title>\n<meta name=\"robots\" content=\"index, follow, max-snippet:-1, max-image-preview:large, max-video-preview:-1\" \/>\n<link rel=\"canonical\" href=\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/\" \/>\n<meta property=\"og:locale\" content=\"es_ES\" \/>\n<meta property=\"og:type\" content=\"article\" \/>\n<meta property=\"og:title\" content=\"05. El precepto de la mujer - Pninei Halaj\u00e1\" \/>\n<meta property=\"og:description\" content=\"Tal como ya vimos (halaj\u00e1 2), si bien tanto el precepto de casarse como el de On\u00e1 recaen sobre el hombre, la mujer tiene plena coparticipaci\u00f3n en su cumplimiento y si esta no accede a los pedidos de su marido, el precepto queda carente de contenido. Por lo tanto, tal como es preceptivo para el […]\" \/>\n<meta property=\"og:url\" content=\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/\" \/>\n<meta property=\"og:site_name\" content=\"Pninei Halaj\u00e1\" \/>\n<meta property=\"article:published_time\" content=\"2014-04-01T21:05:44+00:00\" \/>\n<meta property=\"article:modified_time\" content=\"2019-01-10T08:12:56+00:00\" \/>\n<meta name=\"author\" content=\"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8\" \/>\n<meta name=\"twitter:card\" content=\"summary_large_image\" \/>\n<meta name=\"twitter:label1\" content=\"Escrito por\" \/>\n\t<meta name=\"twitter:data1\" content=\"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8\" \/>\n\t<meta name=\"twitter:label2\" content=\"Tiempo de lectura\" \/>\n\t<meta name=\"twitter:data2\" content=\"4 minutos\" \/>\n<script type=\"application\/ld+json\" class=\"yoast-schema-graph\">{\"@context\":\"https:\/\/schema.org\",\"@graph\":[{\"@type\":\"WebPage\",\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/\",\"url\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/\",\"name\":\"05. El precepto de la mujer - Pninei Halaj\u00e1\",\"isPartOf\":{\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#website\"},\"datePublished\":\"2014-04-01T21:05:44+00:00\",\"dateModified\":\"2019-01-10T08:12:56+00:00\",\"author\":{\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#\/schema\/person\/8822293bfa4f7cd35b44a3c311851b63\"},\"breadcrumb\":{\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/#breadcrumb\"},\"inLanguage\":\"es\",\"potentialAction\":[{\"@type\":\"ReadAction\",\"target\":[\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/\"]}]},{\"@type\":\"BreadcrumbList\",\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/#breadcrumb\",\"itemListElement\":[{\"@type\":\"ListItem\",\"position\":1,\"name\":\"\u05d3\u05e3 \u05d4\u05d1\u05d9\u05ea\",\"item\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/\"},{\"@type\":\"ListItem\",\"position\":2,\"name\":\"05. El precepto de la mujer\"}]},{\"@type\":\"WebSite\",\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#website\",\"url\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/\",\"name\":\"Pninei Halaj\u00e1\",\"description\":\"Rabino Eliezer Melamed\",\"potentialAction\":[{\"@type\":\"SearchAction\",\"target\":{\"@type\":\"EntryPoint\",\"urlTemplate\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/?s={search_term_string}\"},\"query-input\":{\"@type\":\"PropertyValueSpecification\",\"valueRequired\":true,\"valueName\":\"search_term_string\"}}],\"inLanguage\":\"es\"},{\"@type\":\"Person\",\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#\/schema\/person\/8822293bfa4f7cd35b44a3c311851b63\",\"name\":\"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8\",\"image\":{\"@type\":\"ImageObject\",\"inLanguage\":\"es\",\"@id\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#\/schema\/person\/image\/\",\"url\":\"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/4839847e1f630d0e0f5d54879b51b427c551b51611b74d6558e54ff6e69ce498?s=96&d=mm&r=g\",\"contentUrl\":\"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/4839847e1f630d0e0f5d54879b51b427c551b51611b74d6558e54ff6e69ce498?s=96&d=mm&r=g\",\"caption\":\"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8\"},\"url\":\"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/author\/shlomit12\/\"}]}<\/script>\n<!-- \/ Yoast SEO plugin. -->","yoast_head_json":{"title":"05. El precepto de la mujer - Pninei Halaj\u00e1","robots":{"index":"index","follow":"follow","max-snippet":"max-snippet:-1","max-image-preview":"max-image-preview:large","max-video-preview":"max-video-preview:-1"},"canonical":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/","og_locale":"es_ES","og_type":"article","og_title":"05. El precepto de la mujer - Pninei Halaj\u00e1","og_description":"Tal como ya vimos (halaj\u00e1 2), si bien tanto el precepto de casarse como el de On\u00e1 recaen sobre el hombre, la mujer tiene plena coparticipaci\u00f3n en su cumplimiento y si esta no accede a los pedidos de su marido, el precepto queda carente de contenido. Por lo tanto, tal como es preceptivo para el […]","og_url":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/","og_site_name":"Pninei Halaj\u00e1","article_published_time":"2014-04-01T21:05:44+00:00","article_modified_time":"2019-01-10T08:12:56+00:00","author":"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8","twitter_card":"summary_large_image","twitter_misc":{"Escrito por":"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8","Tiempo de lectura":"4 minutos"},"schema":{"@context":"https:\/\/schema.org","@graph":[{"@type":"WebPage","@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/","url":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/","name":"05. El precepto de la mujer - Pninei Halaj\u00e1","isPartOf":{"@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#website"},"datePublished":"2014-04-01T21:05:44+00:00","dateModified":"2019-01-10T08:12:56+00:00","author":{"@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#\/schema\/person\/8822293bfa4f7cd35b44a3c311851b63"},"breadcrumb":{"@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/#breadcrumb"},"inLanguage":"es","potentialAction":[{"@type":"ReadAction","target":["https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/"]}]},{"@type":"BreadcrumbList","@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/14-02-05\/#breadcrumb","itemListElement":[{"@type":"ListItem","position":1,"name":"\u05d3\u05e3 \u05d4\u05d1\u05d9\u05ea","item":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/"},{"@type":"ListItem","position":2,"name":"05. El precepto de la mujer"}]},{"@type":"WebSite","@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#website","url":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/","name":"Pninei Halaj\u00e1","description":"Rabino Eliezer Melamed","potentialAction":[{"@type":"SearchAction","target":{"@type":"EntryPoint","urlTemplate":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/?s={search_term_string}"},"query-input":{"@type":"PropertyValueSpecification","valueRequired":true,"valueName":"search_term_string"}}],"inLanguage":"es"},{"@type":"Person","@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#\/schema\/person\/8822293bfa4f7cd35b44a3c311851b63","name":"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8","image":{"@type":"ImageObject","inLanguage":"es","@id":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/#\/schema\/person\/image\/","url":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/4839847e1f630d0e0f5d54879b51b427c551b51611b74d6558e54ff6e69ce498?s=96&d=mm&r=g","contentUrl":"https:\/\/secure.gravatar.com\/avatar\/4839847e1f630d0e0f5d54879b51b427c551b51611b74d6558e54ff6e69ce498?s=96&d=mm&r=g","caption":"\u05e6\u05d5\u05d5\u05ea \u05d4\u05d0\u05ea\u05e8"},"url":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/author\/shlomit12\/"}]}},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3103","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/10"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3103"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3103\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3103"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3103"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/ph.yhb.org.il\/es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3103"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}