En todos los mandamientos, la Tor\u00e1 nos precept\u00faa sobre el grueso de la prohibici\u00f3n, sin embargo, existe una zona gris en torno a la prohibici\u00f3n absoluta, la cual no est\u00e1 proscrita por la Tor\u00e1, pero implica problemas y complicaciones, porque quienes all\u00ed se encuentran, son pasibles de incurrir en la transgresi\u00f3n de una prohibici\u00f3n. Y la Tor\u00e1 les orden\u00f3 a los sabios de Israel que profundicen en el tratamiento de la zona gris que rodea las prohibiciones de la Tor\u00e1 y establezcan cercos protectores para que por su intermedio los hijos de Israel puedan cumplir los preceptos de la Tor\u00e1 (ver Likutei Halajot de Rab\u00ed Nat\u00e1n \u2013 Hiljot Ta\u2019arovot 1:8).
\nSobre esto fue dicho (Vaikr\u00e1-Lev\u00edtico 18:30): \u201cY habr\u00e9is de cuidar Mi observancia\u201d, o sea: \u201chabr\u00e1n de hacer un resguardo a Mi custodia \u2013 (As\u00fa mishmeret lemishmart\u00ed)\u201d (Tratado de Yevamot 21(A)). Y la Tor\u00e1 le orden\u00f3 al pueblo de Israel que cumpla los decretos de los sabios, tal como fue dicho (Devarim-Deuteronomio 17:11): \u201cNo te apartes de la sentencia que te habr\u00e1n de aclarar ni a la derecha ni a la izquierda\u201d (ver Tratado de Shabat 23(A)). O sea, los preceptos de HaShem se presentan en dos niveles, el de la Tor\u00e1 Escrita y el de la Tor\u00e1 Oral. Las palabras de la Tor\u00e1 Escrita expresan la idea Celestial Superior que define el fundamento del precepto, y las palabras de los sabios de la Tor\u00e1 Oral establecen el marco en el cual la norma habr\u00e1 de implementarse en el mundo pr\u00e1ctico.
\nCuando el Primer Templo estaban en pie, y la Divina Presencia reposaba sobre el pueblo de Israel, as\u00ed como la Palabra de HaShem se revelaba por medio de Sus siervos los profetas, los sabios hac\u00edan menos cercos protectores a la Tor\u00e1 y se confiaba m\u00e1s en que las revelaciones de santidad y la profec\u00eda evitar\u00edan que el pueblo de Israel pecara. Sin embargo, tras la destrucci\u00f3n del Primer Templo y la suspensi\u00f3n de la profec\u00eda a inicios de los d\u00edas del Segundo Templo, los miembros de la Gran Asamblea, entre los que se encontraban tambi\u00e9n los \u00faltimos profetas, coincidieron en que para reforzar el estatus de la Tor\u00e1 y los preceptos en el seno del pueblo de Israel era preciso instituir cercos a la Tor\u00e1 (Tratado de Avot 1:1). As\u00ed, comenz\u00f3 la era de los sabios, que son quienes instauraron el imperio de la Tor\u00e1 en el seno del pueblo de Israel, y gracias a ellos, durante todos los a\u00f1os del exilio el pueblo jud\u00edo sigui\u00f3 apegado a la ley de Mosh\u00e9, a la observancia de los preceptos y a la expectativa del arribo de la redenci\u00f3n (tal como se explica en el art\u00edculo de nuestro maestro el Rav Kuk titulado: \u201cJajam adif minav\u00ed – Un sabio es preferible a un profeta\u201d, Likutei Tor\u00e1 LaAdmor HaZaken IV 57:3, Pninei Halaj\u00e1 Zmanim 11:6).
\nTal como parece, en lo que respecta a la prohibici\u00f3n de nid\u00e1, mientras el Primer y Segundo Templo existieron y se practicaba la pureza en el pueblo de Israel, los sabios se abstuvieron de establecer cercos protectores a la norma que agregasen d\u00edas de veda para el contacto, tal como lo hicieron con el resto de las prohibiciones, ya que equiparar la prohibici\u00f3n de nid\u00e1 a la de zav\u00e1 y la sangre pura a la impura habr\u00eda alterado a las leyes de la Tor\u00e1. Por ejemplo, tras pasar por la impureza de zav\u00e1, las mujeres deb\u00edan traer al Templo un sacrificio, lo cual no ocurre en el caso de la impureza de nid\u00e1. Y tal como escribiera Rab\u00ed Meir Simja de Dwinsk (Meshej Jojm\u00e1 a Shemot-\u00c9xodo 12:22), cuando se reconstruya el Templo de Jerusal\u00e9m, pronto en nuestros d\u00edas, quedar\u00e1 sin efecto el decreto de Rab\u00ed que equipara las leyes de la mujer nid\u00e1 a las de la mujer zav\u00e1. Asimismo, agregar d\u00edas de impureza obstruir\u00eda la observancia de los preceptos vinculados al Templo y a las normas de los alimentos puros, porque alejar\u00eda a las mujeres de la posibilidad de ascender al Santuario y comer en \u00e9ste alimentos en estado de pureza (taharot). Adem\u00e1s, en numerosos hogares en los que se observaban las leyes de la pureza familiar, en sus d\u00edas impuros la mujer acostumbraba a retirarse a los aposentos de su casa y no tocar ni los alimentos ni las bebidas de los dem\u00e1s miembros de la familia, y usaba \u00fanicamente sus vestimentas y utensilios impuros destinados espec\u00edficamente para esos d\u00edas (ver Ramb\u00e1n a Vaikr\u00e1-Lev\u00edtico 12:4), por lo que agregar d\u00edas de impureza le tornar\u00eda la vida mucho m\u00e1s pesada. Sin embargo, por otra parte, los sabios establecieron cercos protectores en lo que respecta a la pureza (taharot) y a los alimentos consagrados (kodashim), y estas normas fungieron a su vez como cercos protectores para las prohibiciones de nid\u00e1 y zav\u00e1.
\nTras la destrucci\u00f3n del Segundo Templo, cuando muchos de los hijos de Israel se vieron exiliados de su tierra y quedaron sin efecto las reglas de la pureza ligadas al Santuario, se empeque\u00f1ecieron los corazones y se olvidaron las tradiciones, y hubo quienes se equivocaban y confund\u00edan los d\u00edas puros con los impuros, y la sangre pura con la impura, y por lo tanto, en un proceso gradual los sabios establecieron diferentes cercos protectores que fueron sumando d\u00edas de prohibici\u00f3n al contacto. Tal como aprendimos (en las halajot 6 y 7), cerca de ciento cincuenta a\u00f1os despu\u00e9s de la destrucci\u00f3n del Segundo Templo Rab\u00ed estableci\u00f3 que una mujer nid\u00e1 que viera sangre durante tres d\u00edas cuente siete d\u00edas limpios tal como lo hace la zav\u00e1. Y en caso de que la viera por uno o dos d\u00edas, que cuente seis d\u00edas limpios. Y para no generar confusi\u00f3n entre la nid\u00e1 y la zav\u00e1, las mujeres del pueblo de Israel acostumbraron que tambi\u00e9n quien viere sangre uno o dos d\u00edas, contase siete d\u00edas limpios. Dado que ello no implica un aumento importante en la rigurosidad (jumr\u00e1) de la norma sino solamente agrega un d\u00eda de alejamiento en casos poco frecuentes, los sabios aceptaron esta pr\u00e1ctica y le dieron el estatus de dictamen hal\u00e1jico (halaj\u00e1 pesuk\u00e1). Asimismo, hubo un acuerdo entre los sabios de no diferenciar entre la sangre pura y la impura y adoptar la actitud estricta con todas las tonalidades sangu\u00edneas. En total, como resultado de todos estos cercos protectores establecidos, se agregaron unos cinco o seis d\u00edas de prohibici\u00f3n de contacto cada mes. <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
En todos los mandamientos, la Tor\u00e1 nos precept\u00faa sobre el grueso de la prohibici\u00f3n, sin embargo, existe una zona gris en torno a la prohibici\u00f3n absoluta, la cual no est\u00e1 proscrita por la Tor\u00e1, pero implica problemas y complicaciones, porque quienes all\u00ed se encuentran, son pasibles de incurrir en la transgresi\u00f3n de una prohibici\u00f3n. Y […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[269],"tags":[],"class_list":["post-6426","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-01-la-pureza-familiar"],"yoast_head":"\n