Frutos que crecen en un patio custodiado, al que ninguna persona extraña puede ingresar se pueden comer de modo pasajero previo a la finalización de las labores, esto es, antes de su recolección. Por ejemplo, se puede comer una uva o un higo que son ingeridos de una vez o de un solo bocado. Sin embargo, si se cortan dos uvas o dos higos o una fruta de gran tamaño que no se come de un solo bocado, tal como una manzana o un higo grande, en el acto de su corte se considera que se está cosechando y finalizando su labor, por lo que penderán sobre estas frutas el deber de separar ofrendas y diezmos, ya que ese es el modo habitual de recolección en un patio. Dado que los frutos se encuentran dentro de un patio custodiado, lo cual hace que se fijen los diezmos, se prohibirá incluso una ingesta pasajera antes de que se separen las ofrendas y los diezmos (Rambám Hiljot Ma’aser 4:15, 17, Radbaz ídem 18).
En el caso de quien hubiere subido a un árbol y cortado numerosas frutas de modo tal que finalizó su labor, mientras se encuentre sobre el árbol y no descienda al suelo del patio custodiado – no se les fijarán todavía los diezmos a las frutas, y como la ingestión en la copa de un árbol se considera pasajera, el individuo en cuestión podrá comer de estas sin separar ofrendas o diezmos (Rambám ídem).