Es precepto de la Torá no ingerir sheratzim, tal como fue dicho (Vaikrá-Levítico 11:43-44): “No haréis impuras a vuestras almas con todo reptil (sheretz) que repta, y no os mancillaréis con ellos ya que ellos os impurificarán. Ya que Yo soy HaShem vuestro D’s, y habréis de consagraros y seréis consagrados, ya que Yo soy Santo. Y no habréis de mancillar vuestras almas con todo reptil (sheretz) que se arrastra sobre la tierra”.
Existen tres tipos de sheratzim: los del agua, los de la tierra y los de las aves, y la Torá ordenó por separado respecto de cada uno de ellos.
Respecto de los del agua, fue dicho (ídem 10-11): “Empero todo el que no tiene aletas y escamas en los mares y en los ríos, de todo lo que pulula en las aguas (sheretz hamaim), y de todo lo que vive en las aguas, abominable será para vosotros y abominables serán para vosotros, de su carne no podréis comer y su cadáver abominaréis”. Entre los sheratzim del agua se incluyen cangrejos, sanguijuelas, gusanos acuáticos e incluso lobos marinos. Empero todo aquel que posea forma de pez y nade como un pez, si carece de aletas y escamas está prohibida su ingestión por ser un pez impuro y no por ser un sheretz acuático (Rambám Hiljot Maajalot Asurim 2:12).
Respecto de los sheratzim de la tierra, fue dicho (Vaikrá-Levítiico 11:41-44): “…y todo reptil que repta sobre la tierra (hasheretz hashoretz al haaretz), abominación es, no habrá de ser comido. Todo lo que se arrastra sobre el vientre y todo lo que anda sobre cuatro (patas) -y todo lo que tiene muchos pies- entre todo reptil que repta sobre la tierra (hasheretz hashoretz al haaretz), no podréis comerlos ya que son abominación… Y no habréis de mancillar vuestras almas con todo reptil que se arrastra sobre la tierra”.
Entre los sheratzim de la tierra se incluyen los gusanos, las arañas, las hormigas, los escarabajos, los lagartos o lagartijas, las serpientes, los escorpiones y los ratones. Empero todo aquel que se vea como animal doméstico (behemá) o no doméstico (jaiá), si carece de las señales de pureza, su ingestión estará prohibida por tratarse de un animal impuro y no por caer en la categoría de sheretz de la tierra.
En lo que refiere a los sheratzim entre las aves, fue dicho (Devarim-Deuteronomio 14:19): “Todo bicho alado, impuro es para vosotros, no podrán ser comidos”. Esto incluye a las moscas, los mosquitos, las abejas, las avispas, los saltamontes impuros y similares. Empero aquel que se vea que vuela como un ave, si no pertenece a la familia de las aves puras, estará prohibida su ingestión por tratarse de un ave impura y no por ser un sheretz volador.
Del hecho de que la Torá haya traído numerosas veces la prohibición de los sheratzim bajo diferentes denominaciones nuestros sabios aprendieron que el castigo para quien ingiera un sheretz acuático es de cuatro series de azotes, para quien ingiera un sheretz de la tierra cinco series de azotes y para quien ingiera un sheretz volador seis series de azotes (Tratado de Macot 16(B)).
En esto vemos que la prohibición de ingerir sheratzim es más grave que el resto de las prohibiciones alimentarias, pues quien come un pescado impuro, un animal impuro como el cerdo o un ave impura como el cuervo es pasible de una sola serie de treinta y nueve azotes al tiempo que quien ingiere sheratzim debe pasar por varias. Además, por lo general solo quien ingiere el volumen equivalente a un kazait es pasible del castigo establecido por la Torá, pero en el caso del sheretz estamos ante un rigor suplementario, ya que se trata de un ser vivo entero (briá) y todo aquel que come un sheretz, por pequeño que sea, es pasible de recibir el castigo estipulado por la Torá (Mishná Macot 13:1, Tratado de Shevu’ot 21b).