En días de los sabios medievales (rishonim) surgió una discusión respecto de los utensilios de vidrio. Hay quienes sostienen que por cuanto que el vidrio es liso y duro, aunque contuviere alimentos calientes –no absorberá su sabor. Por lo tanto, si se hiciere uso de utensilios de vidrio con alimentos prohibidos alcanzará con limpiarlos bien para usarlos posteriormente con alimentos kasher (Rabí Eliezer ben Yoel, Rosh, Rashbá, Rabenu Nisim, Shulján Aruj Oraj Jaím 451:26).
Por otra parte, otras autoridades entendieron que, dado que el vidrio se elabora a partir de arena, al igual que la loza, aunque en la práctica los utensilios de vidrio no absorban, ingresan en la categoría de utensilios de loza que no pueden ser kasherizados, y si se colocare en su interior un alimento taref hirviendo, no será posible kasherizarlos debiendo ser arrojados a la basura o entregados a un gentil (Rabí Yejiel, Sefer Mitzvot Gadol, Rabenu Peretz, Terumat HaDeshen).
Hubo juristas que se apegaron al camino del medio, y en su opinión los utensilios de vidrio no tienen el mismo estatus que los de metal, y si fueren usados con un alimento no kasher hirviendo -deberán ser kasherizados por medio de su inmersión en agua hirviendo (hag’alá) (Rambám, Or Zarúa y Shibolei Hleket).
En general, los judíos sefaradíes tendieron a adoptar la opinión más flexible e incluso hay entre estos quienes acostumbran a comer en el mismo plato de vidrio alimentos cárnicos y lácteos calientes, teniendo el recaudo de lavarlo bien entre un uso y el otro.
Por otra parte, los judíos ashkenazíes tendieron a adoptar la opinión de los que detentaban una actitud más estricta, y hay incluso quienes ordenaron botar a la basura aquellos utensilios de vidrio que fueron utilizados erróneamente con un alimento taref hirviente o que por error fueron usados alternadamente con carne y leche. Sin embargo, cuando se profundiza más, se encuentra que la mayoría de los judíos procedieron por el camino del medio, pues resulta que la usanza sefaradí de adoptar una actitud flexible hacia los utensilios de vidrio se aplica al segundo recipiente o kli shení, ya que en el pasado los utensilios de vidrio podían romperse durante la cocción sobre el fuego. E incluso en el caso del segundo recipiente, muchos de los judíos sefaradíes acostumbraron a adoptar una actitud estricta y no utilizaban los mismos utensilios para carne y para leche.
Por otra parte, la mayoría de las autoridades halájicas ahkenazíes que tendían a una actitud estricta, coinciden en que a posteriori, si se cocinare en utensilios de vidrio un alimento no kasher, estos podrán ser kasherizados por medio de su inmersión en agua hirviendo en conformidad con la opinión intermedia.
De esto resulta que la costumbre mayoritaria de los hijos de Israel es la de conducirse por el camino del medio, separando entre los utensilios de vidrio para carne y para leche y kasherizando aquellos que por error fueran usados con el otro tipo de alimentos o con taref, tal como se acostumbra a proceder con los utensilios de metal. Y así corresponde instruir a todo el pueblo de Israel, tal como se habrá de explicar más adelante (halajot 7-9) respecto de los utensilios metálicos.