04 – La degustación por parte de un gentil

Si bien aprendimos que como regla general un alimento prohibido se anula en sesenta, cuando se trata de una mezcla de dos alimentos diferentes (min besheeinó minó), dado que el alimento prohibido tiene un sabor diferente al del permitido, se le puede dar a un gentil para que pruebe el guisado. Si este ha de sentir el sabor del alimento prohibido, el guisado queda prohibido, y en caso de que no lo perciba, aunque no haya sesenta veces más alimento permitido que el prohibido, el guisado se podrá ingerir (Tratado de Julín 97(A) y (B)).

Esto es así ya que aprendimos que lo que los sabios instituyeron respecto de la anulación en sesenta obedece a que incluso alimentos con un fuerte sabor como en el caso de la cebolla, saborizan hasta sesenta veces su volumen y no más. Por lo tanto, alimentos cuyo sabor sea menos intenso, se anularán en una proporción menor a sesenta veces. Sin embargo, mientras no se tenga forma de revisarlo, los sabios dispusieron que el alimento prohibido se anule en sesenta, pero si un gentil de confianza ha de decir que la mezcla no sabe al alimento prohibido, el alimento será kasher.

Sin embargo, muchos de los sabios son estrictos y consideran que incluso cuando no es posible sentir el sabor de la prohibición, todo tiempo que no haya sesenta partes respecto al alimento prohibido, la mezcla estará prohibida (Rambán, Rabí Shlomó ben Aderet, Rabí Aharón Haleví y Rabenu Nisim). Empero el dictamen de la halajá fue de acuerdo a quienes sostienen que aun cuando algo concreto de lo prohibido se mezcló en un alimento kasher, si un gentil de confianza dijo que no se percibe el sabor de la prohibición en ese alimento, aunque no haya en el alimento permitido sesenta veces respecto del prohibido, la mezcla se considera kasher porque todo depende del gusto (Rambám, Tosafot, Rosh, Tur y Shulján Aruj).

Por lo tanto, si cayera leche en una comida cárnica, el gentil deberá probar dicho alimento. En caso de que percibiera sabor a leche, el guisado quedará prohibido. En caso de que no lo percibiera, aunque en el guiso cárnico no haya sesenta partes respecto de la leche -el alimento estará permitido. Lo mismo ha de ocurrir en caso de que carne taref cayere en un guisado de verduras, el gentil deberá probarlo y en caso de que perciba sabor a carne, el guisado quedará prohibido. En caso de que no lograra percibir el sabor de la carne, a pesar de que en el alimento no hay sesenta partes más que la carne taref -el alimento quedará permitido.

Sin embargo, existe el peligro de que el gentil en cuestión se desvíe de la verdad para complacer al judío o para perjudicarlo, y por ello, dijeron nuestros sabios que solamente si habla inocentemente (mesíaj lefí tumó), esto es, que no sabe que su respuesta tiene significación halájica, se podrá confiar en él. Si el gentil es cocinero de profesión, se le puede contar que se trata de una interrogante de tipo halájica dado que su oficio pasa por el discernimiento entre los diferentes sabores, y por ende, habrá de dar una respuesta exacta a los efectos de no afectar negativamente su reputación profesional (Rashbá).

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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