15 – Una porción que se torna no kasher (jatijá na’aseit nevelá) por la mezcla de carne con leche

Cuando leche se ha mezclado con carne y ambos alimentos se cocinan juntos, se vuelven ambos una prohibición absoluta, isur gamur, esto es, toda la porción se vuelve prohibida, y en el lenguaje de nuestros sabios se trata de “una porción que se volvió no kasher” (jatijá na’aseit nevelá) o en su sigla hebrea ja.ná.n. (חנ»ן).

Por ejemplo, si se cayeron 10 mililitros de leche sobre un trozo de carne cuyo volumen equivale a 90 mililitros, dado que la leche le confirió sabor a la carne, la totalidad de la porción que ahora tiene un volumen de 100 mililitros se transformará en no kasher (nevelá). Por lo tanto, si este trozo o esta porción cae al interior de un guiso cárnico con un volumen de 5 litros (5000 ml.), la totalidad del guiso se tornará prohibida, ya que no se calcula únicamente según la cantidad de leche vertida, sino respecto de la totalidad de la porción, que era 100 mililitros, y se considera no kasher, y como el guiso es solamente cincuenta veces más voluminoso que la porción no kasher y no sesenta, todo el guiso se volverá prohibido.

Si todo este guiso no kasher poseedor de un volumen de cinco litros cayere en un guiso gigante de 250 litros, todo este se tornará prohibido, dado que es solamente cincuenta veces más voluminoso que el componente prohibido, y no sesenta. Vemos entonces, que aquellos diez mililitros de leche, de manera gradual, tornaron prohibida a una cantidad de carne 25.000 veces mayor. Si los 250 litros de guisado cárnico se mezclaren en 250 ollas diferentes, un litro en cada olla, y en cada una de estas hubiere 50 litros de carne, la totalidad de la mezcla se prohibirá.

Resulta entonces que una cantidad de diez mililitros de leche volvió prohibida a una cantidad de carne 1:250.000 veces mayor. Así, es posible seguir tornando prohibida a toda la carne existente, ya que mientras que el componente permitido en la mezcla no sea sesenta veces mayor que el prohibido, la totalidad de la mezcla se volverá absolutamente prohibida. Pero si desde un inicio, en la primera vez, había una cantidad de carne sesenta veces superior a los diez mililitros de leche que cayeron en su interior, la leche se habrá anulado en sesenta y todas las mezclas resultantes serían kasher.

De esta halajá podemos aprender una idea moral, y es que mientras no se consiga eliminar el mal, será preciso alejarse de él, pues de no hacerlo, este podrá dañar y tornar gradualmente todo en prohibido. No obstante, el alejamiento debe ser por un lapso breve, ya que, a lo largo del tiempo, el alimento se echará a perder, el sabor se estropeará y ya no podrá tornar nada en prohibido.

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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