07 – Advertencias singulares para quienes son cuidadosos

De acuerdo con los fundamentos estudiados, explicaremos la actitud ante las diferentes prácticas donde tener cuidado: hay quienes acostumbran a no ingerir un ajo, una cebolla o un huevo que han sido pelados y han pasado la noche en ese estado, aunque hayan estado guardados dentro de un recipiente o envueltos en una bolsa, por temor a un espíritu maligno (ruaj ra’á). No obstante, hay muchos que no toman esto en cuenta, porque esta advertencia no fue sentenciada como halajá por el Rambám, ni en la gran mayoría de los libros de los sabios medievales ni en el Shulján Aruj. Y si bien en los días de los sabios tanaítas ese espíritu maligno podía hacer daño, con el correr del tiempo caducó el cuidado por él. Además, hay una regla halájica según la cual no corresponde mantener vigentes prohibiciones que carezcan de raíz u origen en la Halajá y cuya justificación se base en un peligro que en nuestros días resulta imperceptible. No obstante, quien provenga de una familia en la cual se acostumbraba a tomar en cuenta esta cuestión, y por error dejó estos productos ya mondados al descubierto durante toda la noche, podrá no ingerirlos sin temor a incurrir en la prohibición de echar a perder o malograr alimentos (bal tashjit).

Desde los días de los gaonitas hubo quienes se cuidaron de no beber agua en el momento de cambio de la estación (sheat hatkufá). El año solar está dividido en cuatro partes, y “la hora estacional” (sheat hatkufá) es el instante en el cual se producen los cambios estacionales. Hay quienes acostumbraron a abstenerse de beber agua que fue extraída del aljibe y luego permaneció quieta, a menos de que colocasen en esta un hierro (Ramá Yoré Deá 116:5, Oraj Jaím 455:1). Por otra parte, la opinión de los gaonitas y de los sabios medievales es que no se debe temer en absoluto por esta cuestión (Rav Hai Gaón, Ibn Ezra). Y esta es la costumbre en la práctica.

Los sabios advirtieron que no bebamos por la noche agua de los ríos o de los lagos, ya que el líquido elemento no se ve con claridad y se teme que se pudiera tragar una sanguijuela (Tratado de Avodá Zará 12(B)). Empero no se toman en cuenta temores vinculados a espíritus malignos o demonios.

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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