En el caso de quien se hospeda en la casa de una persona tradicionalista, esto es, un judío que acostumbra a comer kasher y a separar los cubiertos de modo tal que no cocina alimentos cárnicos en utensilios lácteos ni viceversa, si es sabido que se trata de una persona creíble, cabe confiar en su palabra. Pero dado que probablemente no conozca la Halajá como corresponde o no la observe en todos sus detalles, no se puede confiar en una declaración general de su parte respecto de la kashrut de los alimentos.
Por ello, si se desea ingerir de sus alimentos, es preciso preguntarle previamente respecto de las siguientes cinco preguntas que abarcan la totalidad de todas las áreas problemáticas. Por supuesto que a los efectos de evitar una ofensa innecesaria corresponde formular las preguntas al momento de la invitación y antes de que la comida tenga lugar.
Las cinco preguntas son: 1) Respecto de la carne, es preciso revisar que tenga una supervisión confiable. Cuando se acostumbra a ingerir carne kasher se puede confiar en la kashrut común, y quienes acostumbren a proceder con excelencia e ingieran únicamente carne jalak habrán de comer en los del anfitrión a condición de que la carne tenga esta certificación. 2) En lo que respecta a frutas y verduras, es preciso averiguar si fueron adquiridas en una tienda o una red de supermercados en las que se separan ofrendas y diezmos. En caso de que no, será preciso separarlos. 3) En lo que respecta a verduras sobre las que pende la sospecha de que tengan insectos, es preciso averiguar si fueron bien lavadas. Quienes proceden con excelencia, habrán de averiguar si fueron adquiridas de cultivos limpios de insectos o si fueron sumergidas en agua con detergente y luego enjuagadas. En caso de que las verduras estén cocidas, incluso quienes proceden con excelencia podrán ingerirlas. 4) La inmersión ritual de los utensilios en lo que respecta a los enseres de metal o vidrio, como en el caso de los cubiertos de metal y los platos o vasos de vidrio. Se habrá que consultar al anfitrión si llevó estos objetos a la mikve. En caso de que no, se habrá de comer con cubiertos de plástico o desechables. En caso de gran necesidad o apremio (sheat hadjak), de no haber utensilios de este tipo, podrá comer con los de vidrio o metal que no fueron sumergidos.
En caso de que esta pregunta pudiera generar una ofensa de importancia, se podrá adoptar una actitud flexible por cuanto que se trata de un caso de duda (ver arriba 31:8). 5) En lo que respecta a los alimentos horneados o panificados en la casa, es preciso averiguar si la masa alcanzó un volumen que requiere la separación de la jalá (ver en el primer tomo 11:6), y en caso de que así fuera, se debe consultar si se separó o no la jalá, y en caso de necesidad, se deberá separar algo a título de jalá.
Cuando un judío trae un pastel y afirma que es kasher porque fue preparado por una persona tradicional que observa las leyes de la kashrut, mientras que la persona que trae la torta en cuestión sea creíble, se podrá confiar en ella. No obstante, será necesario formular una pregunta: en la medida que la cantidad de la masa requiriese la separación de la jalá, es preciso consultar si efectivamente se separó o no. En caso de que no hubiere certeza a este respecto, cabe separar una migaja en virtud de la duda. En caso de que el pastel tuviera frutas, es preciso preguntar si se separaron de estas ofrendas y diezmos, En caso de que no se tuviera la certeza de que así fue, se deben separar.