Una parturienta entra en la categoría de persona enferma que está en peligro de vida, por lo tanto, cuando el médico indique que debe ir al hospital es preciso llevarla incluso en Shabat tal como se acostumbra en los días de semana.
Cargar objetos en el dominio público en un lugar carente de eruv. Todo aquello que resulte necesario transportar en aras de la salud de la parturienta se puede llevar de la casa al automóvil también en un sitio que carezca de eruv. Esto incluye los medicamentos necesarios, documentos médicos y documento de identidad. Objetos que son importantes para la parturienta pero que no son indispensables para su salud, por ejemplo, ropa suplementaria, alimentos y libros pueden ser llevados en un lugar sin eruv de un modo diferente al habitual (shinui), y deberán ser cargados de modo continuo desde la casa hasta ser colocados en el automóvil.
Traer objetos que son muktzé. En general está prohibido cargar o trasladar objetos que son muktzé, pero cuando es sabido que al concluir el Shabat serán muy necesarios, como en el caso de dinero o del teléfono celular, podrán ponerlos en el bolso de un modo diferente al habitual y traerlos al hospital dentro de este.
Cuando resulta necesario trasladar a la parturienta al hospital de emergencia y no hay tiempo para pensar sobre formas de transportar en Shabat, se pueden llevar todos los objetos necesarios, incluidos los muktzé sin esforzarse por hacerlo de un modo diferente al habitual. En caso de que los objetos muktzé ya estuvieren en el bolso junto con los enseres necesarios, aunque no se precisaren tanto, se podrá traer el bolso al hospital, con ellos en su interior. Por lo tanto, es bueno preparar el bolso previo al inicio del Shabat (Pninei Halajá Shabat 27:6).
El hospital más cercano. Es preciso viajar al hospital más cercano para no sumar profanaciones innecesarias al Shabat. Incluso cuando la parturienta prefiere otro sanatorio más distante porque está mejor conceptuado profesionalmente, o porque está administrado conforme a la Halajá -estará prohibido viajar a él en Shabat, ya que no se trata de una consideración de tipo médica que implique la salvaguarda de la vida. Ya que, si se tratara de algo vinculado a salvar la vida, a una parturienta que reside en el norte o en el sur le recomendarían que viaje a los mejores hospitales del centro del país también en días de la semana.
No obstante, si para llegar al hospital predilecto es preciso prolongar el viaje solo un poco, ello entra en la categoría de las cosas que se efectúan para calmar a la parturienta. Todo esto aplica cuando se trata de una situación común, pero cuando se presenta una necesidad especial, por ejemplo, una parturienta que se encuentra en una situación de riesgo particular y en el hospital más distante ya se ha establecido un procedimiento o un protocolo de cómo tratarlo se puede viajar hacia este nosocomio en Shabat, aunque quede muy lejos. En ese sentido, todo debe procesarse de acuerdo con la asesoría médica comúnmente aceptada, pues en la medida en que se trate de un caso más complejo y difícil, así queda permitido prolongar el viaje por su causa (ver Pninei Halajá Shabat 27:7).
El viaje de un acompañante. Una parturienta necesita que venga con ella un acompañante para ayudarla y encargarse de que incluso en momentos de gran carga asistencial, el equipo médico la trate como corresponde. Pero dado que no se precisa más que un solo acompañante, no podrán viajar dos junto a la parturienta. Otro tanto ocurre en el caso de una asistente de parto (doula), su presencia no es indispensable al nivel de la salvaguarda de la vida de la parturienta (pikuaj nefesh), y por ello, si ya hay un acompañante, por ejemplo, el marido o la madre de la parturienta, la asistente de parto tendrá prohibido viajar en Shabat.
Solamente en casos excepcionales, cuando la parturienta entra en estado de histeria y exige que tanto su marido como su madre la acompañen, ambos podrán viajar. Y si en un contexto de gran angustia exigiere que llamen a su asistente de parto o doula, cabrá atender su pedido. Pero no se puede planificar de antemano que en Shabat, junto a la parturienta, viaje más que un acompañante. Y en caso de que el viaje sea prolongado, y se estén transportando en un automóvil privado y el marido tenga la intención de conducir, podrán también sumar al viaje a la asistente de parto o a la madre de la parturienta, pues a veces es preciso que haya otra persona que ayude a la parturienta durante el trayecto.