La purificación de la impureza de una persona se lleva a cabo por medio de la inmersión de todo su cuerpo en aguas puras reunidas en la tierra, o sea, en aguas subterráneas que brotaron de un manantial o en agua de lluvias que se reunieron en la tierra. Esto es así ya que mientras el agua se encuentre en la tierra de manera natural, será pura y no podrá adquirir impureza, tal como fue dicho (Vaikrá-Levítico 11:36): “Empero, solo el manantial o la cisterna -reunión de aguas- será pura”. Pero aguas que fueron desconectadas de la tierra por medio de la acción humana o a través de recipientes, pueden adquirir impureza, y por ende, cuando el individuo impuro entre en contacto con ellas, esas aguas se impurificarán y ya no podrán purificarlo (Jatam Sofer Yoré Deá 213).
Todo lugar en la tierra donde el agua puede reunirse es apto para mikve. Esto incluye al manantial, el mar y una cisterna que hubiera sido excavado en la tierra. También es apta una piscina o alberca que hubiere sido construida por medio de ladrillos y cemento en el interior de un edificio o en su azotea, aunque se encuentre en el piso cien, es apta para ser mikve. Esto es así dado que el edificio, como construcción, está conectado a la tierra, por lo que la piscina o alberca que se construyó sobre este se considera también lo está. No obstante, agua que fue reunida en el interior de un recipiente, aunque se trate de uno de enormes dimensiones como pudiera ser una piscina de plástico o un barco, puede adquirir impureza, ya que no se acumuló en un sitio que esté conectado a la tierra, y por ende no es apta para una mikve.
Quien desee hacer una mikve por medio de un recipiente grande tal como un tanque de plástico o de metal, en primer lugar, debe quitarle al objeto su condición de utensilio (klí), efectuando un orificio en su base que posea un diámetro de 8 centímetros. Además, deberá conectar el recipiente a la tierra por medio de cemento o un material similar, introduciéndolo en una excavación profunda en el suelo. Luego de que el recipiente perforado sea conectado con la tierra, el orificio se considera sellado con la propia tierra, y además, será posible taparlo con cualquier otro material (Rambám, Shulján Aruj 201:7).
Cuando se construye una mikve, está permitido usar hierro para reforzar el cemento -a pesar de que en determinadas condiciones este metal puede adquirir impureza- ya que todo aquello que esté conectado a la tierra y no sea un utensilio se considerará secundario o anulado respecto a la tierra.
Además del hecho de que las aguas de la mikve deben estar reunidas en la tierra, deben también cumplir con tres reglas generales (que se explicarán en las halajot 7 y 8): 1) Que no hayan sido extraídas por medio de recipientes (kelim). 2) Que su formación o creación no se haya producido por la acción del hombre sino de forma natural. 3) Que no se mantengan en su lugar por medio de algo pasible de absorber impureza.