05 – El deber de revisar

La Torá prohibió ingerir sheratzim así como frutas en las cuales pudieran encontrarse sheratzim, y en caso de que alguien sintiese sabor a sheratzim en su alimento -deberá esputar de inmediato el contenido de su cavidad bucal. Sin embargo, de las palabras de los sabios surge que cuando cabe la posibilidad razonable de que en las frutas haya sheratzim, no se deberá comerlas sin ser previamente revisadas (Tratado de Julín 58:1). Los juristas explicaron que en esta circunstancia existen tres situaciones posibles:

1) Alimentos que por lo general contienen sheratzim, por ejemplo, aquellos que permanecieron en un sitio contaminado, se considera que los contienen y resulta obligatorio revisarlos. Mientras que no hayan sido revisados o limpiados de sheratzim -estará prohibido ingerirlos.

2) Alimentos que por lo general no contienen sheratzim, pero en una minoría que es dable encontrar (mi’ut matzui – minoría común)[1] sí los contienen, precisan ser revisados, no obstante, a posteriori, cuando no resulta posible hacerlo, se puede proceder conforme a la mayoría de los casos e ingerirlos.

3) Alimentos que por lo general no contienen sheratzim, a pesar de que a veces sí los contienen, cabe ingerirlos sin revisarlos. Esta es la situación de la mayoría de los alimentos, las frutas y las verduras de las que disponemos, que solamente en una minoría que no es dable encontrar (<[2]) poseen sheratzim. Sin embargo, en caso de percibirse señales de podredumbre, telas de araña u orificios, pasan a la categoría de alimentos que suelen poseer sheratzim y resulta obligatorio revisarlos.

La gran mayoría de las autoridades halájicas no definieron qué es un caso minoría que es dable encontrar o “minoría común” (mi’ut hamatzui) y no fijaron la unidad o el parámetro según los cuales se fijan mayoría y minoría (frecuencia e infrecuencia) y tuvieron la intención de dejarlo librado al criterio de cada individuo, para que en concomitancia con lo que éste conoce o entiende, decida en qué grado de peligro de sheratzim se encuentra el alimento que se encuentra ante él. Si bien algunos juristas trataron de definir parcialmente el concepto de mi’ut matzui (caso que se presenta infrecuentemente) en la práctica no acuñaron una definición que permita fijar el estatus de los diferentes alimentos, ya que la frecuencia de la presencia de sheratzim no depende únicamente del tipo de alimento sino también de las condiciones de su crecimiento y almacenamiento. Cuando se cultiva un vegetal o se lo almacena en condiciones de calor y humedad, los sheratzim se multiplican, y en condiciones de frío su número se reduce al grado de no poder desarrollarse. Asimismo, en la medida en que el período de almacenamiento se prolongue y el sitio sea poco higiénico, la probabilidad de que los sheratzim proliferen es mayor. De esto resulta que no cabe establecer con exactitud el deber de la revisación de los alimentos según su tipo o especie o según la temporada del año. Por lo tanto, forzosamente debemos decir que la responsabilidad por la fijación del estatus del alimento recae sobre la consciencia de la persona, cada uno según su ser, y en concomitancia con los niveles arriba señalados, deberá decidir si debe o no revisar los alimentos. Sin embargo, los cuerpos de supervisión de la kashrut deben establecer definiciones más claras.

En el caso de un alimento que es considerado como no portador de sheratzim, si se le encuentran tres, todo el alimento del recipiente en cuestión o toda su envoltura pasan a ser considerados como portadores de sheratzim por lo que queda prohibido ingerir el alimento sin que medie antes una revisación (Shulján Aruj 100:4, 84:9).


[1]. Se acepta que una fruta que normalmente está infestada de insectos, incluso si la contaminación es solo al nivel de una pequeña minoría debe ser revisada antes de comerla.

[2]. Minoría que no es dable encontrar o literalmente “minoría que no está presente” y se refiere a aquellas frutas y verduras que no requieren de revisación alguna en particular.

Índice de halajot en el capítulo

Índice de capítulos

Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
Ordenar ahora