05 – La jalea real

La jalea real es un material semilíquido producido por las abejas por medio de unas glándulas que se encuentran en sus cabezas y cuyo sabor es un tanto amargo. Por medio de una ingesta abundante de jalea real, una larva común se desarrolla hasta llegar a ser una reina, y en caso de no ingerirla se transformará en una abeja común. La abeja reina tiene la particularidad de que da origen a la nueva generación, es capaz de poner dos mil huevos por día, su peso es el doble que el de las demás abejas y su expectativa de vida cuarenta veces mayor. Dado que la jalea real es capaz de obrar cambios gigantescos en la abeja, hay curadores que entienden que se trata de un alimento poseedor de importantes propiedades medicinales.

Sin embargo, los juristas han debatido respecto de si es o no kasher. Hay quienes sostienen que está prohibido ingerirla porque todo lo que proviene de un animal impuro –es impuro, y dado que está prohibido comer abejas, la jalea real que estas producen a partir de las glándulas ubicadas en sus cabezas también lo es. Y no entra en la misma categoría que la miel, ya que la miel es néctar que las abejas recogen de flores y plantas y lo almacenan en los buches que se encuentran en sus bocas y en sus estómagos (zefek) y luego lo vierten en la colmena, donde el néctar se evapora un poco y se transforma en miel. Dado que se trata de néctar procesado, la miel es apta para ser consumida. Sin embargo, la jalea real se produce en el interior de los cuerpos de las abejas, por lo que su consumo está prohibido. Y aunque digamos que del versículo podemos aprender que la miel de abejas es kasher, la intención de la Torá fue autorizar solamente la miel de sabor conocido, mas no las otras sustancias secretadas por las abejas.

Otros juristas entienden que su estatus es semejante al de la miel, ya que todo lo que las abejas producen a partir de su cuerpo se basa en el néctar y los diferentes productos vegetales que recolectan. E incluso la propia miel se solidifica por medio del agregado de encimas secretadas por glándulas que se encuentran en el cuerpo de la abeja, y así como la miel de abejas es kasher, también los son todas las sustancias provenientes de su cuerpo. Y aunque digamos que la base del permiso para ingerir miel de abejas tiene su origen en lo que aprendemos del texto del versículo, así como aprendimos que la miel es kasher, de igual manera se puede aprender que todos los materiales producidos por las abejas lo son.

En la práctica, si bien corresponde tomar en cuenta la opinión de los juristas que detentan la actitud estricta, en caso de necesidad médica, cabe adoptar una actitud flexible y permitir la ingestión de jalea real, ya que se acostumbra a mezclarla con miel en una cantidad cuarenta veces mayor, y entonces, dado que su sabor resulta imperceptible, queda sin efecto la prohibición y puede consumirse. Asimismo, si se prepara la jalea real bajo el formato de grageas carentes de sabor, se permite tragarlas. Quien adopta una actitud flexible e ingiere jalea real en estado puro, no hay que realizarle observaciones por ello ya que tiene autoridades halájicas en las cuales respaldarse.

Las abejas producen otro material denominado propóleo, por medio del cual preservan la colmena de infecciones y enfermedades, amén de otro material denominado polen que ayuda a alimentar a las abejas jóvenes, y puede ser consumido al igual que la miel.

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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