Un judío puede utilizar utensilios de un gentil sin sumergirlos a condición de que no hayan sido empleados para cocinar comida no kasher, porque solamente aquel utensilio que un judío recibe a modo de presente o adquiere de un gentil precisa inmersión, pero si este perteneciere al gentil y se lo prestare a un judío, este último podrá usarlo sin sumergirlo.
Hay quienes dicen que, si un judío recibió prestado un utensilio por parte de un gentil y este se queda con él durante un largo período, al grado de que resulta claro que el gentil dejó de pensar en recuperarlo ([1]), el utensilio pasó a propiedad del judío y este deberá sumergirlo en la mikve. Sin embargo, en la práctica, si el judío tenía la intención explícita de que el utensilio permanezca para siempre en propiedad del gentil y usarlo siempre a modo de préstamo, el objeto continuará siendo propiedad del gentil y no pasará forzosamente a manos del judío, por lo que estará exento de ser sumergido.
Cuando una persona posee un utensilio que precisa ser sumergido y se encuentra en un sitio en el cual no hay mikve, si hay en el lugar un gentil que sea de su confianza, podrá obsequiarle el utensilio en cuestión y le pedirá permiso para utilizarlo, ya que de esta manera el judío podrá comer en él sin sumergirlo. Otro tanto ocurre en Shabat, si una persona precisare utilizar utensilios que no alcanzó a sumergir durante la semana, podrá obsequiarlos a un gentil de confianza y le pedirá permiso para utilizarlos (Shulján Aruj 120:16). Una vez concluido el Shabat, es correcto pedirle al gentil que le obsequie de regreso los utensilios para de esa manera tener el mérito de poder sumergirlos recitando la bendición correspondiente. No obstante, en caso de que el judío decidiere no apropiarse jamás de los utensilios, estos permanecerán en propiedad del gentil y el judío podrá utilizarlos sin sumergirlos.