Una mujer que toma píldoras hormonales que producen una postergación en la llegada del período menstrual, mientras las tome y de acuerdo con la estimación médica no vaya a recibir su período, no precisará observar los lapsos de distanciamiento, tanto correspondan a un período menstrual regular o irregular.
Una vez que la mujer en cuestión deje de tomar estas pastillas, habrá de apartarse de su marido en el lapso en el cual supuestamente habrá de recibir el período. Dado que existen píldoras hormonales de diferente tipo, y dado que su influencia sobre las mujeres varía, toda mujer debe prestar atención a cuánto tiempo después de dejar de tomar estas píldoras comienza a ver sangre, y hasta que lo constate, que se distancie de su marido a partir de las cuarenta y ocho horas posteriores a la toma de la última pastilla. Luego de ello, si en tres oportunidades percibiere que comienza a ver sangre tras un lapso mayor, por ejemplo, tres días después de haber tomado la última pastilla, que fije su período menstrual de acuerdo con ello y tenga el recaudo de cuidar el lapso en el cual supuestamente habrá de recibirlo. En caso de duda, que adopte una actitud estricta y se separe también durante el lapso anterior.