Si la mancha se encontrare sobre algo de color, por ejemplo, ropa interior colorida, incluso si los colores fueren claros, no generará prohibición. Esto se debe a que, según la Torá, toda sangre que sale sin que medie sensación o percepción (hargashá), está permitida, y cuando los sabios prohibieron las manchas, lo hicieron a condición de que en estas se pudiera discernir entre el color de la sangre pura y la impura. Y dado que sobre algo que es de color -aunque sea claro- no se puede percibir la sutil diferencia entre el color de la sangre pura y la impura, los sabios no les confirieron a las manchas que se presentan sobre superficies coloridas el carácter de generadoras de prohibición.
En caso de que la mancha se encontrare sobre una prenda blanca que tuviere estampados motivos o franjas de color, la parte que se encuentra sobre el color no se suma, y solamente si la mancha de sangre que se encuentra sobre la parte blanca fuere de un tamaño mayor que un grano de cereal, esta impurificará.
A los efectos de evitar la impureza producida por las manchas, corresponde que durante sus días puros la mujer use ropa interior de color (Rambám, Ramá 190:10), mas durante los siete días limpios, se considera como costumbre correcta (kasher) usar ropa interior blanca (Ramá 196:3). No obstante, en el caso de una mujer que temiere ver manchas a causa de sus lesiones, de la presencia de un dispositivo intrauterino o de la ingestión de medicación hormonal y similares, usará ropa interior de color también durante los siete días limpios, ya que no hay obligaciones de que sea blanca (tal como se explicará más adelante 4:9).