Tal como ya aprendimos, una mikve es una reunión de aguas que provienen de la lluvia, y si su agua fluye (zojalim), no es apta para la inmersión ritual. Por lo tanto, es preciso tener el recaudo de que no haya una gotera o una pérdida de agua en la mikve. A posteriori, si apareciere en la mikve una grieta y el agua saliere por esta, si una vez salida el agua, hasta el nivel de la pérdida quedaren 40 seá, la mikve será apta también mientras el agua fluye (hacia afuera), dado que este flujo no causa la pérdida de su aptitud. Pero si tras la salida del agua hasta la altura de la grieta no quedaren en la mikve 40 seá, dado que a raíz del flujo de agua la mikve ya no puede fungir como tal, estará inapta durante el flujo, aunque entonces tuviere todavía 40 seá. Solamente en caso de que la grieta fuera tapada y quedaren en la mikve 40 seá podrá volver a ser apta. Cuando el agua fluye a través de un orificio es preciso taparlo con un material que no sea pasible de absorber impureza, por ejemplo, impermeabilizantes y tapones de plástico o madera que no tengan cavidad, pero no por medio de un tapón de metal o de una tela (Shulján Aruj 201:50).
Solamente un flujo perceptible que genera movimiento en el agua inhabilita a la mikve, pero si el agua fluye un poco o es absorbida por la tierra en una porción leve, mientras el flujo no sea perceptible y queden en el interior de la mikve 40 seá de agua -la mikve será kasher (Shulján Aruj 201:51). Hay quienes adoptan a este respecto una actitud estricta e inhabilitan la mikve aunque la pérdida sea imperceptible (Gaón de Vilna). Si bien la opinión principal es la de quienes detentan la actitud flexible, a priori se toma en cuenta la opinión estricta. No obstante, un leve descenso en el nivel de las aguas que resulta perceptible solamente tras varias horas, según todas las opiniones, no inhabilita a la mikve.