Entre las diferentes limitantes a la cercanía, se encuentra que uno de los cónyuges no sirva vino o alcohol y lo coloque ante su pareja del modo en que suelen hacerlo en los días en los que el contacto está permitido. Pero, si ello se realizare de un modo diferente al habitual –shinui-, se permitirá. Por ejemplo, colocando el vaso de alcohol no junto al cónyuge sino un poco más alejado de este. Si uno de ellos supiere mezclar las bebidas alcohólicas de un modo adaptado al gusto personal de quien las bebe, dado que estaremos ante una manifestación de afecto personal, deberá tener el recaudo de no hacerlo para su pareja delante de esta (Shulján Aruj 195:10 y 13).
Si la mujer sirviere una bebida alcohólica a varias personas, tendrá permitido colocar la bebida delante de su marido tal como lo hace con las demás personas, ya que ello no implicará una conducta especialmente cariñosa para con él. Lo mismo sucederá si el marido les sirviere una bebida alcohólica a varias personas, podrá colocar el vaso delante de su esposa tal como lo hace con las demás personas presentes. Otro tanto a la hora de realizar el kidush, si se encontraren a solas, que el hombre coloque el vaso delante de su mujer, pero un poco más alejado de lo habitual, y si se encontraren allí otras personas, que coloque el vaso delante de ella tal como lo hace con los demás.
Durante los días de la prohibición de contacto los cónyuges no deberán sentarse en un columpio tal como lo hace una pareja de enamorados, pero podrán hacerlo sobre un banco, incluso si este se estuviere balanceando (Beit Yosef). Hay quienes dicen que tampoco se sienten en un sofá o un sillón de un modo que demuestre cariño, tal que el movimiento producido por uno al sentarse haga mover al otro, no sea que alcancen a tener contacto o una proximidad consciente. En caso de que un hijo de la pareja se sentara entre ellos, estará permitido (Ramá 195:5).
Durante un viaje en ómnibus o en automóvil estará permitido que los dos cónyuges se sienten en el mismo asiento, siempre y cuando no se toquen ni siquiera sus vestimentas.