Las mujeres detentan una costumbre de práctica de excelencia (hidur) que además de la revisación de la interrupción de la impureza, entre la puesta del sol y la salida de las estrellas (bein hashemashot) llevan a cabo otra revisación por medio de un “moj” ajustado. Esto es, colocan un “testigo de revisación” al interior de la vagina, que esté ajustado allí desde antes de la puesta del sol y hasta después de la salida de las estrellas, para que la mujer tenga la más completa certeza que su sangrado cesó. El horario de la puesta del sol se publica en los calendarios, y a priori, hay que dejar el “moj” adentro por el lapso aproximado de una media hora. No obstante, está aceptado que la costumbre del “moj” ajustado es una práctica excelente pero su no realización no representa un impedimento en el proceso de purificación.