Si bien la totalidad del cuerpo debe permanecer dentro del agua, no es obligatorio que el agua de la mikve entre en contacto con todas sus partes sino únicamente con las expuestas, tal como fue dicho (Vaikrá-Levítico 15:13): “…y lavará su cuerpo en aguas…” –su cuerpo expuesto a la vista (Tratado de Kidushín 25(A)). Pero aquellos sitios que a veces están expuestos y a veces ocultos, los cuales reciben los nombres de “beit hasetarim” (cavidades) y “beit hakematim” (pliegues) no es obligatorio que tomen contacto con el agua de la mikve. No obstante, estará prohibido que haya sobre ellos algo que se interponga entre el cuerpo y el agua (Mishná Tratado de Mikvaot 8:5, Tratado de Nidá 66(B), Shulján Aruj 198:24-25).
Esto es, por una parte, dado que naturalmente las cavidades y los pliegues del cuerpo a veces se ven expuestos, se prohíbe que haya sobre ellos una jatzitzá, para que en caso de que sí se expongan, el agua pueda entrar en contacto con ellos. Por otra parte, dado que a veces cuando el cuerpo está en su posición natural se encuentran ocultos, no es obligatorio que entren en contacto con el agua.
Un ejemplo de “beit hasetarim” es la cavidad bucal, cuando la boca está cerrada el agua no puede entrar en ella, y si quien se sumerge en la mikve abriere su boca, entrará agua a esta. Asimismo, en el caso de la cavidad nasal, cuando la persona que se sumerge está de pie, el agua no ingresará al interior de esta, pero si lo hiciere con su rostro hacia arriba, el agua sí habrá de ingresar.
Un ejemplo de “beit ha kematim” (pliegue) es la axila. Cuando los brazos se encuentran contiguos al cuerpo se generan pliegues corporales al interior de los cuales el agua no puede ingresar, y en la medida que los brazos se alejen del cuerpo, los pliegues se abrirán y el agua podrá tomar contacto con las axilas. En el caso de las personas con sobrepeso, solamente si abren aún más los brazos el agua podrá ingresar a todos los pliegues. En el caso de las personas obesas, incluso en una situación así habrá pliegues que permanecerán cubiertos y fuera del alcance del agua.
En resumen, el cuerpo tiene tres partes: 1) Las partes expuestas precisan entrar en contacto con el agua y una jatzitzá dejaría sin efecto la validez de la inmersión ritual. 2) “Beit hasetarim” y “beit hakematim” (cavidades y pliegues) que a veces están expuestos y a veces cubiertos, mientras que se mantengan naturalmente ocultos no precisarán entrar en contacto con el agua, pero una jatzitzá sobre estos dejaría sin efecto la validez de la inmersión ritual. 3) Sitios completamente interiores (blu’ím) como en el caso de la garganta o el recto no precisan tener contacto con el agua y una jatzitzá sobre ellos no dejará sin efecto la validez de la inmersión ritual. Asimismo, las partes interiores de las cavidades auditiva y nasal, todos aquellos sitios que no son externamente visibles, entran en la categoría de sitios completamente interiores (blu’ím) y una jatzitzá sobre estas no deja sin efecto la validez de la inmersión ritual y no es preciso limpiarlas.