01- Frutos de los cuales deben separarse ofrendas y diezmos
De acuerdo con la opinión mayoritaria de los sabios medievales, según la Torá se deben apartar ofrendas y diezmos únicamente de los cinco cereales, el vino y el aceite que son alimentos importantes para el ser humano, tal como fue dicho (Devarim-Deuteronomio 18:4): «Las primicias de tu cereal, de tu mosto y de tu aceite» (Rashí, Tosafot, Rabí Shimshón ben Abraham de Shantz, Ran y Ritbá). Del cereal se prepara el sustento básico, por ejemplo, pan y productos elaborados con harina (mezonot), el vino alegra y alimenta, mientras que el aceite de oliva es sumamente nutritivo y realza los sabores. En los días del rey Jizkiahu, se estableció que se separen ofrendas y diezmos del resto de los frutos del árbol, así como también de las legumbres y las verduras.
Hay quienes consideran que según la Torá se deben separar ofrendas y diezmos también de las legumbres y de las verduras, ya que respecto del segundo diezmo fue dicho (Vaikrá-Levítico 27:30): «…y todo diezmo de la tierra: de la cosecha de la tierra o del fruto del árbol, de HaShem es…», y además fue dicho (Devarim-Deuteronomio 14:22): «Diezmar habrás de diezmar todo el producto de tu sementera: lo que sale del campo de año en año» (Talmud Jerosolimitano Tratado de Ma’asrot 1:1, Rambám, Rabí Shelomó Sirilio). Si bien la Torá menciona explícitamente tres especies, su intención es que por su intermedio aprendamos la regla general. Del cereal aprendemos que de todos los tipos de legumbres deben separarse ofrendas y diezmos, al tiempo que de las uvas y de las aceitunas aprendemos que deben separarse ofrendas y diezmos de todos los frutos del árbol. Los sabios instituyeron que se separen ofrendas y diezmos también de todos los tipos de verduras.
Sin embargo, todo aquello que no crece en la tierra como es el caso de la leche o la carne, está exento de ofrendas y diezmos. Si bien los animales se nutren de las hierbas, la carne y la leche no se consideran un ‘cultivo’ sino ‘el cultivo de un cultivo’. De igual manera, los hongos están también exentos de ofrendas y de diezmos ya que no crecen sobre la tierra. Otro tanto ocurre con todos los tipos de vegetales que no suelen utilizarse como alimento humano sino para nutrir animales, o a modo de condimento, y no se comen por separado, todos estos están exentos de ofrendas y diezmos (tal como se explicará en la halajá siguiente).
De acuerdo con la Torá, una persona debe separar ofrendas y diezmos de los frutos que cosecha y recoge para el sustento de su hogar, tal como fue dicho (Devarim-Deuteronomio 14:22-23): «Diezmar habrás de diezmar todo el producto de tu sementera… Y habrás de comer». Nuestros rabinos prescribieron que se deben separar también ofrendas y diezmos de los frutos que el individuo cosecha con la finalidad de comercializarlos. Frutos que no terminaron aun su ciclo de elaboración, por ejemplo, uvas para la producción de vino o aceitunas para la de aceite, si su comprador hará con estas vino o aceite para el consumo de su hogar – deberá separar ofrendas y diezmos según la Torá, si las compró para producir y vender al mercado en general – deberá separar ofrendas y diezmos por prescripción rabínica (Bait Jadash 88:2, Rambám Hiljot Ma’aser 2:1-2).