Pninei Halajá

26. El recitado del «Shemá» al acostarse

01. El orden del recitado del «Shemá» al acostarse

Dijeron nuestros sabios (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 60(B)) que «quien va a su cama a dormir recita desde «Shemá Israel» hasta «Vehaiá Im Shamoa» y luego dice la bendición de «Baruj Hamapil» etc». Asimismo, dijo Rabí Iehoshúa Ben Leví: «Aunque la persona haya recitado el Shemá en la sinagoga (en el rezo de Arvit n. de t.), es preceptivo que también lo haga en su cama». Esta opinión fue respaldada en las palabras del Salmos (4:5): «Discurrid con vuestro corazón sobre vuestro lecho y callad» (ídem Berajot 4(B)).

Rabí Iehoshúa Ben Leví acostumbraba adicionar en su recitado previo a irse a dormir el salmo 91 «Oh Tú que vives al amparo del Altísimo», así como también el salmo 3 «Oh Eterno, cómo han aumentado mis adversarios» pues son efectivos contra las malas influencias (Talmud Babilonio Tratado de Shevuot 15(B)) y muchos siguen esta usanza. En el transcurso de las generaciones muchos acostumbraron a adicionar otros salmos, versículos y plegarias,  mas como se trata de agregados tardíos las usanzas varían entre las diferentes tradiciones y comunidades. Hay quienes sostienen que es bueno recitar también la porción de «Vehaiá Im Shamoa» y hay quienes consideran que es bueno recitar las tres porciones (del Shemá).

En síntesis, de acuerdo a lo decretado por nuestros sabios, se debe recitar la porción de «Shemá Israel» y la bendición de «Hamapil«, empero, los demás salmos antes mencionados no es obligatorio recitarlos; sin embargo, esta práctica se ha extendido en virtud de la usanza de Rabí Iehoshúa Ben Leví que adicionaba los demás salmos para protegerse así de las malas influencias («mazikim») (ver Maguén Abraham 239:2).

Hay quienes ponen mayor cuidado en pronunciar la bendición de «HaMapil» cercanos a dormirse, después del «Shemá» y todos los restantes versículos. De acuerdo a la usanza de los Cabalistas, se pronuncia la bendición de «HaMapil» antes del «Shemá» y los versículos precitados.

Empero, quien teme dormirse, debe comenzar por el «Shemá» y «HaMapil» y de ese modo estará seguro que alcanzará a decir antes de dormirse lo establecido por nuestros sabios de bendita memoria (véase Mishná Berurá 239:2).

02. La bendición de «Hamapil»

Hubo quienes temían recitar la bendición de «Hamapil» ya que en caso de no lograr conciliar el sueño resultaría pronunciada en vano («berajá lebatalá»). Sin embargo, en la práctica, del hecho de que los sabios hayan establecido la bendición se deduce que no temieron que esto ocurriese. Esto se debe a que se trata de una bendición de agradecimiento a D´s por el sueño, y aunque alguien no logre conciliarlo su agradecimiento no resulta dicho en vano (Jaié Adam 35:4). Empero, a priori los sabios establecieron esta bendición para quien se dispone a dormir, por lo que quien tiene planeado no dormir en una noche determinada, no habrá de recitar «Hamapil» en esa ocasión.

No se recita «Hamapil» por sueño diurno. Hay quienes dicen que previo a este es bueno recitar «Vihí Noam» (Mishná Berurá 239:8, y ver Beur Halajá en la palabra סמוך). Previo a un sueño breve o pasajero durante la noche tampoco se ha de recitar «Hamapil«, pero dormir sobre una cama por un lapso mínimo  de media hora ya se considera sueño permanente o «shenat keva» (Eshel Abraham 239, Beit Baruj 35:10). En el caso de quien se fue a dormir por la noche tras recitar «Hamapil«, luego se levantó para sus quehaceres y posteriormente volvió a acostarse, no habrá de volver a recitar la bendición  pues esta se dice una sola vez por noche (Beit Baruj 35:9, y ver en Piskei Teshuvá 239:1,4). Quien se durmió sin recitar «Hamapil» y se despertó en medio de la noche con intención de seguir durmiendo, deberá recitarla antes de volverse a dormir. En caso de no querer levantarse de la cama, puede frotar las manos con la frazada y bendecir (Shulján Aruj Oraj Jaím 4:23, Mishná Berurá 61, a diferencia de Piskei Teshuvá 239:1 que obliga a lavar las manos (netilat iadaim)).

Hay quienes aprenden de la Kabalá del Arí z»l que solamente aquel que se va a dormir antes de la medianoche debe recitar la bendición de «Hamapíl» y quien se acuesta pasada la medianoche no debe hacerlo. Esta es la usanza de muchos sefaradíes, quienes en caso de irse a dormir pasada la medianoche recitan «Hamapil» sin pronunciar el Nombre Divino (beló shem umaljut) (Kaf HaJaím 239:8, ver Iejavé Daat 4 pág. 122-124). La usanza de los ashkenazíes  y de parte de los sefaradíes es que se recite «Hamapil» cuando se va a dormir antes de que despunte el alba.

03. Otras leyes

Quien tiene necesidad de hacer algo después de haber recitado «Shemá» y «Hamapil» tiene permitido hacerlo. De la misma manera se puede comer, beber u ordenar algo con premura, ya que «Hamapil» es una bendición diferente a las del disfrute («nehenín») en las que está prohibido interrumpir entre el recitado y la ingestión. La bendición «Hamapil» se trata de un agradecimiento por el sueño nocturno, por lo tanto se puede hacer algo después de recitarla. Empero, a priori, es bueno que el sueño sea a continuación del recitado del «Shemá» (ver Ramá 239:1, Tzitz Eliezer 7:27, Iejavé Daat 4 pág. 118-122, Piskei Teshuvá 239:3. De todas maneras la Mishná Berurá 239:4 es más estricta tras el recitado de «Hamapil»).

Se puede recitar el orden del «Shemá» sobre la cama recostado, empero habrá de hacerlo echado sobre uno de los lados.

Los moralistas (Baalei Hamusar) escribieron que es bueno realizar una evaluación (jeshbón nefesh) del día previo a dormir y en caso de recordar haber realizado una mala acción se debe confesar ante D´s y proponerse no volver a hacerla. Asimismo antes de irse a dormir es bueno perdonar a todo aquél que haya actuado contra nuestra persona o nos haya hecho sufrir, para que nadie resulte castigado por nuestra causa y en mérito de ello seamos bendecidos con longevidad (Mishná Berurá 239:9).

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