Quien se encuentra con un nido y desea tomar a la madre que se halla sobre los polluelos o sobre los huevos a fin de ingerir su carne – no tendrá permitido hacerlo, ya que la Torá ordenó que no se puede aprovechar la responsabilidad de la madre por cuidar a sus polluelos o a sus huevos para cazarla, sino que se la deberá ahuyentar para que vuele y no intente regresar al nido, y solamente después se podrá intentar atraparla como al resto de las aves. Asimismo, estará prohibido tomar los polluelos o los huevos mientras la madre yazca sobre ellos, pudiendo hacerlo únicamente después de haberla ahuyentado a una distancia tal que resulte imposible atraparla. Tal como fue dicho (Devarim-Deuteronomio 22:6-7): “Si apareciere un nido de pájaros ante ti, en el camino, en cualquier árbol, o sobre la tierra: polluelos o huevos, y la madre yace sobre los polluelos o sobre los huevos, no habrás de tomar la madre junto con las crías. Liberar habrás de liberar a la madre y a las crías podrás tomar para ti; ya que va a ser bien para ti y prolongarás tus días”.
El precepto aplica sobre las diferentes especies de aves aptas para su ingestión, las cuales suelen ser tomadas como alimento. Pero en el caso de las aves impuras, está permitido tomar a la madre junto con los huevos y los polluelos (Shulján Aruj 292:1).
El precepto rige únicamente para aquellas aves silvestres que no son propiedad del ser humano, tal como fue dicho: “Si apareciere un nido de pájaros ante ti”, en un sitio que no le pertenece a nadie. Pero en el caso de un nido que es propiedad de alguien esta prohibición no rige, pues tanto la madre como los huevos y los polluelos son del propietario, y por ende, puede tomarlos cuando desee (Mishná Tratado de Julín 138:2). Por lo tanto, si bien la gallina es un ave, quien la cría puede tomarla cuando yazca sobre sus huevos, así como también a los polluelos o a los huevos que se incuban bajo ella. Otro tanto ocurre en el caso de las palomas que son propiedad de un individuo, este tendrá permitido tomarlas sin restricción.
En caso de que alguien transgrediese tomando a la madre mientras yace sobre los polluelos, sobre los huevos o sobrevolando sobre estos – deberá liberarla y así reparará su pecado. Pero si la faenase, si bien su carne resultará apta para el consumo –será pasible de recibir un castigo físico (malkot) por cuanto que ya no puede reparar su mala acción (Tratado de Julín 141(A), Shulján Aruj Yoré Deá 292:6).