Pninei Halajá

03 – Costumbres luctuosas durante el período de la Cuenta del “Omer”.

1 – El motivo de las costumbres luctuosas durante el conteo del “Omer”.

Los días que van desde Pesaj hasta Shavuot están impregnados de dolor, ya que en ellos murieron veinticuatro mil alumnos de Rabí Akiva. Por esta razón en estos días se acostumbra a no celebrar matrimonios y cortarse el cabello, así como a no celebrar fiestas bailables opcionales (que no son para una mitzvá).

Antes de ocuparnos de las diferentes costumbres luctuosas, corresponde explayarse un poco sobre el tema central, que es la causa del fallecimiento de los alumnos de Rabí Akiva. En el Talmud, Tratado de Ievamot (62(B)) leemos: «Doce mil parejas de alumnos tuvo Rabí Akiva… y todos fallecieron en un mismo lapso de tiempo por no conducirse con respeto mutuo… todos fallecieron entre Pesaj y Atzeret (Shavuot)… y todos fallecieron de muerte desagradable (epidemia n. de t.)». «El mundo quedó desolado hasta que Rabí Akiva fue donde nuestros sabios en el Sur y les enseñó (siendo estos los nuevos discípulos): Rabí Meir y Rabí Iehuda y Rabí Iosei y Rabí Shimón y Rabí Elazar ben Shamúa y ellos erigieron la Torá». Además, el midrash (Bereshit Rabá 61:3) nos relata que Rabí Akiva les dijo a sus nuevos alumnos: «Hijos míos, los sabios primeros no fallecieron sino porque se envidiaban unos a otros, cuidaos de no obrar como ellos».

Desde entonces, durante el tiempo del conteo del “Omer”, nos conducimos con algunas costumbres luctuosas y procuramos corregir nuestras relaciones interpersonales, especialmente entre quienes estudian Torá. Dado que se trata de una costumbre que adoptó el Pueblo de Israel sin que mediara un decreto rabínico explícito en ese sentido, existen matices entre las diferentes comunidades en la forma de conducirse en estos días y serán detalladas más adelante.

Unos mil años más tarde, durante las Cruzadas, que se iniciaron en el año 4856 (1096 E.C.), los cristianos masacraron decenas de miles de judíos en Europa Occidental y Central, ocurriendo estas desgracias principalmente entre Pesaj y Shavuot. Unos quinientos años más tarde, en los años 5408 y 5409 (1648-1649 E.C.), nuevamente tuvieron lugar crueles masacres de judíos en Europa Oriental, en las que decenas y hasta centenas de miles de judíos fueron asesinados, mayoritariamente en los días del conteo del “Omer”. Por esta razón, entre los judíos ashkenazíes, las costumbres de duelo en los días del “Omer” son más estrictas.

2 – Las costumbres luctuosas y sus diferentes períodos.

Hay diferentes costumbres respecto del período del duelo y es menester recordar aquí cuatro principios generales:

a) Las costumbres de duelo se extienden a lo largo de todo el conteo del “Omer” y esto se basa en la versión del Talmud que está en nuestras manos (Ievamot 62(B)), en cuanto a que los alumnos de Rabí Akiva murieron entre Pesaj y Shavuot, por lo que corresponde mantener las costumbres luctuosas a lo largo de todos esos días.

b) Las costumbres de duelo se prolongan solamente hasta el día treinta y tres del “Omer” y esto de acuerdo a la conocida tradición que indica, que el día treinta y tres cesó la mortandad entre los alumnos de Rabí Akiva.

c) Las costumbres de luto se extienden hasta el día treinta y cuatro del “Omer”. Esto de acuerdo con la tradición sefaradita según la cual, interpretan en el Talmud, que los alumnos de Rabí Akiva murieron “ad fros haAtzeret”. El vocablo “fros”, significa: mitad, es decir hasta medio mes antes de la llegada de Shavuot. Si a los cuarenta y nueve días del conteo se les restan quince, quedarán treinta y cuatro días, en los que precisamente murieron los discípulos de Rabí Akiva y en los que se deben mantener las costumbres de duelo.

d) Se acostumbra a guardar treinta y tres días de duelo, y esto es de acuerdo con la tradición según la cual los alumnos fallecieron en todos los días que no son especialmente alegres durante el conteo del “Omer”, o sea los treinta y tres en total. De esta manera se mantiene el duelo durante treinta y tres días seguidos y no importa si son al principio o al final del período de cuarenta y nueve días.

3 – La tradición sefaradí.

Según el Shulján Aruj (Oraj Jaím 493:1-2), las costumbres luctuosas se inician el primer día del conteo del “Omer” y se prolongan hasta la mañana del día treinta y cuatro de la cuenta. Esto de acuerdo con la tradición, según la cual, los discípulos de Rabí Akiva fallecieron hasta medio mes antes de Shavuot, por lo que las costumbres de luto se mantienen hasta el día treinta y cuatro. Empero a semejanza de la práctica aceptada respecto de los siete primeros días de duelo por un familiar cercano en primer grado (shivá), medio día se considera un día completo y así como el doliente que se sentó en el suelo parte del séptimo día ya cumplió y puede levantar el duelo, de esta misma manera se procede respecto del duelo del conteo del “Omer”. Es así que no es necesario esperar a que concluya el día treinta y cuatro, por lo que una vez que pasaron unos minutos con posterioridad al despunte del alba, se considera una parte del día como día completo y se anulan todas las usanzas luctuosas.

El día treinta y tres está permitido cantar, bailar y tocar instrumentos musicales en honor al aniversario del fallecimiento de Rabí Shimón Bar Iojai, empero las demás costumbres de luto siguen en pie, como por ejemplo la prohibición de desposar una mujer o cortarse el cabello. Al concluir Lag Ba’Omer (día treinta y tres del “Omer”), está prohibido bailar o tocar instrumentos musicales en la noche del treinta y cuatro y al llegar la mañana de ese día se anulan todas las costumbres luctuosas (respecto del corte de cabello quienes se guían según el Arí z”al prolongan la prohibición hasta la víspera de Shavuot, Kaf HaJaím 493:13).

Hay comunidades sefaraditas como las de Turquía y Egipto, que acostumbran a finalizar con las costumbres luctuosas en la noche del día treinta y tres, Lag Ba’Omer. Si bien hoy la costumbre más extendida entre los sefaraditas de la Tierra de Israel no es así, en caso de existir una gran necesidad de flexibilizar la norma, se puede consultar a una autoridad rabínica.

4 – La tradición ashkenazi.

La usanza ashkenazi que predomina actualmente en la Tierra de Israel es el resultado de la confluencia de diferentes tradiciones. La mayoría de las costumbres de duelo se prolongan hasta Lag Ba’ Omer y algunas continúan en vigencia después. Según la tradición, la epidemia cesó el día treinta y tres del “Omer”, empero los discípulos que se enfermaron con anterioridad a esta fecha continuaron falleciendo hasta Shavuot (Maharal en Jidushei Agadot Livamot 62(B)). Por lo tanto se acostumbra a no cortarse el cabello, desposar una mujer, tocar música o bailar hasta Lag Ba’Omer, mientras que con posterioridad a esa fecha se limita únicamente la celebración de bodas o fiestas grandes. Otra razón radica en que durante las Cruzadas y los episodios de 1648-9 fueron masacrados cientos de miles de judíos de las comunidades ashkenazíes, y estas matanzas acaecieron principalmente en los últimos días del conteo del “Omer”, por lo que durante esos días en esta comunidad se evitan de realizar grandes celebraciones. Empero desde el inicio del mes de Siván se acostumbra a permitir la realización de casamientos por efecto de la cercanía de la alegría de la fiesta de Shavuot, que ya se divisa desde le novilunio y deja sin efecto las costumbres de duelo. Hay quienes tienen una opinión más flexible y permiten desposar una mujer desde Lag Ba’Omer en adelante y se abstienen únicamente de la celebración de grandes fiestas que no conmemoran el cumplimiento de un precepto, hasta Shavuot.

El mismo día de Lag Ba’Omer está permitido desposar una mujer y cortarse el cabello. Empero están divididas las tradiciones respecto de la noche del día treinta y tres. Unos opinan que también en la noche de Lag Ba’Omer está permitido desposar una mujer y cortarse el cabello pues todo el día es alegre. Otros opinan que es necesario cumplir con treinta y tres días seguidos de duelo por lo que solo al llegar la mañana de Lag Ba’Omer se puede considerar una parte del día como su completitud y se permite cortar el cabello y contraer matrimonio.

A priori se acostumbra a seguir la idea más estricta, pero de presentarse una gran necesidad se puede actuar según la opinión más flexible y según todas las tradiciones se puede llevar a cabo en la noche del treinta y tres una fiesta bailable.

5 – Matrimonio y compromiso en los días del conteo del “Omer”

Una vez analizada la cuestión del período en el cual rigen las costumbres luctuosas, podemos resumir las leyes que las rigen en las diferentes tradiciones. Los Gueonitas escribieron que desde que fallecieron los alumnos de Rabí Akiva no se ha de desposar una mujer entre Pesaj y Shavuot.

En opinión de algunos juristas los únicos matrimonios que se evitan en estos días son los opcionales, como es el caso de quien ya se casó anteriormente y cumplió con el precepto de traer hijos al mundo, empero quien aún no haya tenido descendencia, puede casarse en los días del conteo del “Omer”, pues el precepto de contraer matrimonio se antepone a la costumbre de no celebrarlo en esa fecha (Ridbaz y Perí Jadash). En la práctica, los sabios de las últimas generaciones coinciden en que la costumbre también indica, que quien no haya aún cumplido con el precepto de traer hijos al mundo, no habrá de casarse en estos días pues de otra manera casi que no tendría sentido la costumbre de mantener duelo. Empero está permitido volver a unirse con la mujer de la cual se divorció en su momento, ya que es un precepto y no implica una adición de alegría (Mishná Berurá 493:1, Kaf HaJaím 2-3).

Según la tradición de la mayoría de los sefaraditas la prohibición de contraer matrimonio se extiende desde el inicio del conteo del Omer hasta la mañana del día treinta y cuatro, momento a partir del cual se pueden contraer enlaces. Pero hay también algunas comunidades sefaraditas que acostumbraron permitir casamientos desde Lag Ba’Omer y en caso de gran necesidad se puede proceder según esa costumbre de acuerdo con la indicación de una autoridad halájica (ver arriba el inciso 3).

Los ashkenazíes en la Tierra de Israel acostumbran a prohibir la celebración de casamientos desde el inicio del conteo del “Omer” hasta el día veintinueve del mes de Iyar, y a partir del primero de Siván se permite nuevamente. Algunos rabinos son más flexibles y permiten contraer matrimonio a partir de Lag Ba’Omer a quienes aún no han cumplido con el precepto de traer hijos al mundo, y en caso de que se presente la necesidad, corresponde asesorarse con una autoridad rabínica. Respecto del mismo día de Lag Ba’Omer todas las tradiciones ashkenazíes permiten contraer matrimonio, habiendo quienes extienden la autorización también a la noche. Si el enlace fue contraído en horas del día de Lag Ba’Omer todas las opiniones coinciden con que se pueden extender las celebraciones a la noche del treinta y cuatro.

El día veintiocho del mes de Iyar se conmemora el día de la liberación de Jerusalém (en la guerra de los seis días. N. de T.), y de acuerdo con una disposición del Supremo Rabinato de Israel, ese día está permitido contraer matrimonio según todas las tradiciones ashkenazíes.

Quien fue invitado a una boda en un día que según la tradición de su comunidad no se celebran enlaces pero que según la tradición del novio se permiten, puede participar de la fiesta y del banquete y bailar junto con los novios (Igrot Moshé Oraj Jaím 1:159).

La prohibición recae únicamente sobre casamientos, mientras que fiestas que hoy se denominan compromiso o «erusin», están permitidas, a condición de que se celebren sin acompañamiento musical.

6 – Corte de cabello.

Los sabios medievales escribieron que no se debe cortar el cabello en los días del conteo del “Omer”. Tal como ya estudiamos (incisos 3 y 4) para la tradición sefaradita, la prohibición del corte de cabello se extiende hasta la mañana del día treinta y cuatro y para la tradición ashkenazí hasta la mañana del treinta y tres, habiendo quienes permiten hacerlo desde la noche de ese día tal que en caso de necesidad uno puede apoyarse en esa opinión.

La prohibición se refiere de manera específica al corte de cabello que reviste un carácter festivo o de alegría, empero se puede cortar el bigote cualquier día del conteo si molesta a la hora de comer. Asimismo en el caso en que el cabello crecido genere incomodidades tales como dolores de cabeza o por efecto de heridas existentes en el cuero cabelludo, puede cortarse el cabello en estos días (según el Shulján Aruj 551:13, 531:8, Mishná Berurá 21 y Beur Halajá allí, Sidur Pesaj Kehiljató 12:8-9).

También las mujeres tienen prohibido cortarse el cabello en esos días, empero si es por necesidades relativas al recato se puede, como en el caso de una señora a quien los cabellos se le sobresalen por fuera de su cobertura de cabeza (Shulján Aruj 551:13, Mishná Berurá 79). En caso de que sea necesario, las mujeres tienen permitido quitar algo que provoca un fuerte rechazo estético como por ejemplo depilarse las cejas y quitar vello del rostro (Piskei Teshuvot 493:7 citando al Rav Shlomo Zalman Oierbaj y ver Igrot Moshé Ioré Deá 2:137).

La prohibición del corte de cabello aplica también para los niños y en caso de gran necesidad como por ejemplo evitarles dolor o sufrimiento se permite el corte (ver Shulján Aruj 551:14, Mishná Berurá 82).

En el caso de una circuncisión, tanto el padre del niño como el padrino y el circuncidador (mohel) tienen permitido cortarse el cabello de cara a la celebración (Mishná Berurá 493:12 y la ley referente a Yom Haatzmaut se explicará en el capítulo 4 inciso 11). Cuando Rosh Jodesh Iyar cae en Shabat, de acuerdo con la tradición ashkenazí, está permitido cortarse el cabello en la víspera (Mishná Berurá 493:5). Según la tradición sefaradita solo en caso de gran necesidad esto se puede permitir (Kaf HaJaím 493:42).

Quienes se conducen según las costumbres del Arí z”al, se abstienen de cortarse el cabello todos los días del conteo del Omer hasta la víspera de Shavuot, cuando lo hacen en honor a la fiesta. Según esta tradición, ni siquiera en virtud de una circuncisión se permite cortar el cabello y solamente a los niños de tres años de edad se les corta el cabello en Lag Ba’Omer (Kaf Ha Jaím 493:13).

7 – Afeitado

Respecto del afeitado surge la siguiente pregunta: quien acostumbra a afeitarse a diario durante todo el año, ¿tiene permitido hacerlo durante el conteo del “Omer”? Según la mayoría de las opiniones, el afeitado es un caso particular del corte de cabello, por lo que los días que lo uno está vedado lo otro también lo está. Así se acostumbra a hacer en la mayoría de las ieshivot, al punto de que no afeitarse se ha transformado en la señal más notoria de duelo en los días del conteo del “Omer”.

Empero hay quienes opinan que entre corte de cabello y afeitado existe una gran diferencia. El corte de cabello tiene un aspecto festivo y la prueba es que la gente suele hacerlo previo a una fiesta o gran celebración, al tiempo que el afeitado es una acción rutinaria que se realiza a diario o cada pocos días y tiene por finalidad quitar el vello facial que afecta la estética de quienes acostumbran a hacerlo asiduamente, por lo que no sería parte de la prohibición del corte de cabello. De acuerdo a esta idea, en vísperas de Shabat es menester afeitarse en especial, para no recibir el día sagrado de manera no respetable.

Aquellos que quieran apoyarse en la idea que permite afeitarse pueden hacerlo y no se les debe de criticar, empero lo mejor es que cada quien mantenga la tradición paterna o la de su rabino. Esto se debe a que si bien por la base de la ley, uno puede apoyarse en la opinión más flexible, no es posible ignorar el hecho de que en la costumbre de no afeitarse en los días del conteo del “Omer” encontramos una expresión fehaciente de la disposición a sacrificar la comodidad individual en aras del cumplimiento de las costumbres. Por lo tanto corresponde que cada quien actúe según su tradición paterna o la de su rabino, pues en el área de las costumbres, la influencia del medio ambiente es más relevante que las finas puntualizaciones halájicas respecto de la pregunta de si el afeitado es parte de las costumbres de duelo.

8 – Bailes e instrumentos musicales.

Por cuanto que en los días del conteo del “Omer” se acostumbró a que no abunden los eventos festivos opcionales, los juristas de las últimas generaciones escribieron que se deben de prohibir las fiestas y los bailes opcionales (Maguén Abraham 493:1). Asimismo se acostumbró a prohibir tanto la ejecución como la audición de música instrumental.

Según la tradición sefaradí si bien las costumbres luctuosas se extienden hasta la mañana del día treinta y cuatro del Omer, el día treinta y tres, Lag Ba’Omer, está permitido tocar instrumentos y bailar en honor del aniversario del fallecimiento de Rabí Shimon Bar Iojai. Pasado el día treinta y tres la prohibición continúa durante la noche del treinta y cuatro y por la mañana del treinta y cuatro se acaban todas las costumbres luctuosas.

Según la tradición ashkenazí la prohibición se extiende hasta la conclusión del día treinta y dos del “Omer” y a partir del treinta y tres por la noche ya se puede tocar música, danzar y alegrarse en honor de Rabí Shimon Bar Iojai. Según la tradición ashkenazí mayoritaria, pasado Lag Ba´Omer es correcto abstenerse de fiestas grandes como ser eventos bailables hasta Shavuot, empero se permite ejecutar y escuchar música instrumental. Asimismo está permitido realizar actividad física aeróbica con acompañamiento musical, ya que esa danza es fundamentalmente gimnástica y no expresión de alegría.

En los días de Jol Hamoed Pesaj se acostumbra a tocar instrumentos y bailar, pues alegrarse en esos días es preceptivo (Mishná Berurá 529:16, ver Piskei Teshuvot 493:6). Sin embargo, no se celebran matrimonios en Jol Hamoed, pues “no se debe de entremezclar una alegría con otra” (Shulján Aruj Oraj Jaím 546:1). Asimismo los sabios prohibieron cortarse el pelo en Jol Hamoed para que la gente se lo corte previo a la fiesta (ídem 531:2).

Un judío que se gana el sustento tocando música en fiestas de gentiles, tiene permitido hacerlo en los días del “Omer”. Asimismo está permitido aprender y enseñar a tocar instrumentos en estos días, ya que no se trata de una ejecución instrumental festiva o alegre (Sidur Pesaj Kehiljató 12:16 y ver Piskei Teshuvot 493:4). Empero un alumno que no estudia de manera continua todo el año, de ser posible, es bueno que el receso caiga sobre el período de duelo del conteo del “Omer”, y en caso de que solo pueda hacer un receso al año, es mejor que lo postergue para las tres semanas que van del diecisiete de Tamuz al 9 de Av (ver capítulo 8 inciso 2).

9 – Circuncisión, introducción de un nuevo rollo de la Torá y Bar Mitzvá.

Está permitido celebrar banquetes de mitzvá en los cuales se canta y baila, tal como se acostumbra a hacer durante todo el año. Por ejemplo, está permitido celebrar banquetes festivos para celebrar una circuncisión (brit milá), el rescate de un primogénito (pidión haben) o la conclusión del estudio de un tratado del Talmud en los días del conteo del Omer. Quien acostumbra durante todo el año a acompañar estas celebraciones con bailes y música alegre tiene permitido hacerlo pues se trata de una «alegría de mitzvá».

Allí donde se acostumbra a invitar músicos para acompañar alegrías de mitzvá, está permitido hacerlo durante los días luctuosos del conteo del “Omer”. Si bien hay quienes se abstienen de ello, dado que se trata de una duda relativa a una costumbre de duelo, la halajá se dicta conforme a los juristas más flexibles. Empero, cuando no es claro que se acostumbra a invitar músicos, es mejor abstenerse de hacerlo en estos días.

Está permitido introducir un nuevo rollo de la Torá en una sinagoga (hajnasat Sefer Torá) y acompañar el evento con música instrumental, canciones y bailes ya que se trata de una celebración de mitzvá.

Lo mismo ocurre en el caso de la celebración de una Bar Mitzvá, que se lleva a cabo el mismo día en que el joven cumple años, en ese caso se celebra así como se acostumbra a hacerlo durante todo el año. Empero, en el caso en que la celebración no se realice el mismo día que el joven cumple años, se puede realizar el banquete pero sin acompañamiento musical. En caso de que se concluya el estudio de un Tratado del Talmud o uno de los seis órdenes de la Mishná, al inicio del banquete se podrá acompañar con música tal como se acostumbra en toda celebración de Bar Mitzvá durante todo el año.

10 – Escuchar música de un artefacto eléctrico doméstico.

La mayoría de los juristas opina que no hay diferencia entre escuchar música en vivo y escucharla través de la radio o cualquier otro artefacto electrónico, por lo que así como está prohibido escuchar música instrumental en los días del conteo del “Omer” hasta el día treinta y tres y durante las Tres Semanas que van del diecisiete de Tamuz al 9 de Av, asimismo está prohibido escucharla de aparatos electrónicos. Empero se pueden escuchar canciones sin acompañamiento instrumental a través de aparatos electrónicos (Igrot Moshé Ioré Deá 2:137, Iejavé Daat 6:34). Hay quienes incluso prohíben escuchar canciones sin acompañamiento instrumental vía estos aparatos, pues para estos juristas el artefacto es considerado como instrumento musical (Tzitz Eliezer 16:33, Shevet Haleví 8:127).

Sin embargo, hay quienes opinan que la costumbre de prohibir escuchar instrumentos musicales en estos días no aplica a su audición mediante aparatos electrónicos, pues en esta audición no hay un componente festivo similar a escuchar música en vivo. Además, hoy en día todos están acostumbrados a escuchar melodías en la radio y otros artefactos, por lo que al transformarse en algo rutinario pierde su carácter festivo y entra en la categoría de música vocal permitida en los días del conteo del “Omer”. Más aún, estos juristas sostienen que las canciones se deben de dividir entre las de carácter corriente y las especialmente alegres, pues solo éstas últimas corresponde prohibirlas durante estos días, aunque se escuchen mediante un artefacto electrónico; empero canciones corrientes y por supuesto que canciones tristes no se deben de prohibir en los días del conteo del “Omer”. Quien quiera actuar de un modo más flexible, tiene la posibilidad de apoyarse en esta opinión. Consideramos que, según todas las opiniones, quien conduce un automóvil y teme dormirse, tiene permitido oír música para mantenerse despierto. Asimismo consideramos que canciones corrientes no deben de oírse con un volumen muy elevado, pues la potencia del sonido por si misma genera un cierto carácter festivo.

11 – El recitado de la bendición de «Shehejeianu»

En los días del conteo del “Omer” está permitido adquirir una fruta nueva de la estación y recitar sobre ésta la bendición correspondiente de «Shehejeianu», así como también se permite comprar una prenda nueva o un mueble nuevo. Empero, en las comunidades ashkenazíes, en virtud de las Cruzadas y las masacres espantosas que fueron perpetradas por los cristianos en este período, los rabinos hicieron más estrictas las costumbres luctuosas llevándolas al nivel de las de las ‘Tres Semanas’. Por lo tanto, así como en éstas semanas está prohibido recitar la bendición de «Shehejeianu», pues sería incoherente agradecer a D´s por haber llegado a los días de la destrucción del Templo, de la misma forma no corresponde recitar la misma bendición en días en los cuales tantos judíos fueron masacrados santificando el nombre de D´s.

En la práctica, se sentenció que no hay impedimento para recitar «Shehejeianu» en los días del “Omer”, y que no deben de ser equiparados a las Tres Semanas. Por lo tanto, quien quiera abstenerse en estos días de adquirir ropa y muebles nuevos será bendecido, empero en caso de necesidad imperiosa, aún quien se comporte con estrictez, tiene permiso de flexibilizar su conducta. Por ejemplo, quien tiene mucha necesidad de adquirir un mueble o una prenda puede hacerlo, y a quien se le presenta una oportunidad única de adquirir el mueble o la prenda a un precio de ocasión, puede adquirirlo. De acuerdo con la usanza más estricta, la prenda ha de ser estrenada en Shabat, en Rosh Jodesh, en Yom Haatzmaut o en un banquete festivo por el cumplimiento de un precepto. Asimismo, si adquirió un mueble nuevo debe intentar de comenzar a usarlo en estos momentos que son tiempos de alegría.

Está permitido adquirir un inmueble e ingresar a vivir en él en estos días, y especialmente cuando se trata de una casa en la Tierra de Israel, y más aún si se trata de un inmueble ubicado en una zona carente de presencia judía, ya que todo aquél que adquiere allí una casa, cumple de manera sobresaliente con el precepto de habitar la Tierra de Israel. Si el adquiriente es individual habrá de recitar la bendición de «Shehejeianu», mientras que si los adquirientes son una pareja habrán de recitar «Ha Tov ve Hameitiv».

Está permitido invitar amigos a una comida, a condición que en ésta no se toquen instrumentos musicales. Asimismo está permitido realizar viajes y paseos, pues la prohibición recae sobre actividades alegres y no sobre actividades placenteras. Empero, hay quienes son más estrictos y se abstienen de pasear, pero en las reglas luctuosas de estos días del “Omer”, la halajá se definió de acuerdo a la idea más flexible. De todas maneras, si se trata de un paseo escolar es mejor posponerlo hasta después de Lag Ba’Omer pues va acompañado de mucha alegría, empero si se trata de un paseo educativo o una sesión itinerante de estudio, está permitido llevarlos a cabo a priori.

12 – Conciso resumen de los días alegres dentro del conteo del “Omer”.

En Jol Hamoed Pesaj no se aplica ninguna costumbre luctuosa pues es preceptivo alegrarse en esos días, tal como se explicó anteriormente en el inciso 8 respecto de la ejecución de música instrumental.

Según muchos juristas en Rosh Jodesh Iyar está permitido cortarse el cabello, pues se asemeja a un día festivo (Yom Tov) y no se aplican sobre éste costumbres luctuosas. En la práctica, la costumbre más extendida es no cortarse el cabello en Rosh Jodesh Iyar y así lo dictaminó el Shulján Aruj (493:3).

Cuando Rosh Jodesh Iyar cae en Shabat, según la tradición ashkenazí está permitido cortarse el cabello en la víspera, por cuanto que estamos ante una alegría suplementaria y asimismo ese mismo viernes está permitido contraer matrimonio antes de la entrada del Shabat, de modo tal que la alegría y el banquete caigan ya en Shabat y en Rosh Jodesh. La costumbre más extendida entre los sefaradíes es de hacerlo de esta manera solo en caso de gran necesidad.

Yom Haatzmaut es un día de acción de gracias, por lo que corresponde afeitarse de caras a su celebración y hasta se permite cortar el cabello, empero está prohibido contraer matrimonio (ver más adelante capítulo 4 inciso 11).

En Lag Ba’Omer, según la tradición ashkenazí, está permitido cortarse el cabello y desposar una mujer mientras que para la tradición sefaradí está prohibido, tal como se vio anteriormente en los incisos 3 y 4.

Cuando Lag Ba’Omer cae un día viernes también los sefaradíes tienen permitido cortarse el cabello y afeitarse (Shulján Aruj 493:2).

Cuando Lag Ba’Omer cae un día domingo, según la tradición ashkenazí está permitido cortarse el cabello el viernes anterior, mientras que para los sefaradíes está prohibido (ver arriba inciso 8).

El veintiocho de Iyar, día de la liberación de Jerusalém, según la tradición de muchos Ashkenazíes que no desposan una mujer hasta Rosh Jodesh Siván, les está permitido contraer matrimonio y acompañar el evento con grandes celebraciones (ver más adelante capítulo 4 inciso 11).

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