Pninei Halajá

18. Minjá y Arvit.

01. ¿Cuándo se reza Minjá?

Tal como vimos, hay juristas que consideran que las mujeres deben rezar Shajarit y Minjá diariamente (2:2) mientras que otros consideran que debe rezar una Amidá al día pudiendo ser Shajarit o Minjá. Si bien es mejor rezar por la mañana (Shajarit) en caso de que se le dificulte puede hacerlo por la tarde (Minjá) (2:3). De hecho es mejor rezar Shajarit y Minjá, de acuerdo a la mayoría de las opiniones, pero recitando una sola de ellas se cumple con el precepto (2:5).

El rezo de Minjá consiste fundamentalmente en la Amidá. Si bien los hombres acostumbraron a precederle con el recitado del «Ashrei» y posteriormente  recitar «Tajanún» y «Aleinu Leshabeaj«, las mujeres están exentas del recitado de estos pasajes. De todas maneras, aquella mujer que no recita «Ashrei» debe aguardar unos instantes, los equivalentes para caminar dos metros, antes de comenzar la Amidá (se explica arriba 10:1).

Los sabios establecieron el horario del rezo de Minjá según el de la ofrenda permanente del atardecer («bein haarbaim«). Según la base de la ley, el horario de esta ofrenda es después de pasadas las seis horas temporales, que es el mediodía y cuando el sol comienza a moverse hacia el occidente. Sin embargo, los sabios temieron que las personas se equivoquen respecto de la posición exacta del sol y ofrezcan el sacrificio antes del mediodía; por lo tanto establecieron que solamente a partir de media hora pasado este se pueda sacrificar la ofrenda permanente de la tarde.

El horario de Minjá es hasta el anochecer (erev), empero los juristas debatieron respecto del momento exacto de finalización de éste. La respuesta al debate radica en resolver cuál es el momento exacto de  finalización del horario del sacrificio de la ofrenda permanente de la tarde. Hay quienes sostienen que el horario, era hasta la puesta del sol y por lo tanto se puede rezar Minjá hasta el atardecer (Talmidei Rabenu Ioná, Gaón de Vilna, Mishná Berurá 233:14). Otros juristas opinan que se puede rezar Minjá hasta la noche Esta última opinión es compartida por la mayoría de ellos (Shulján Aruj y Ramá 233:1).

En la práctica, es importante procurar culminar el servicio de Minjá hasta la puesta del sol empero a posteriori se puede confiar en la opinión mayoritaria de los juristas y rezar hasta trece minutos y medio después de ésta. Según todas las opiniones, hasta este momento y en todas las épocas del año aún  no comenzó la noche (Peninei Halajá Tefilá 24:4).

02. El recitado del «Shemá» y sus bendiciones.

Es precepto de la Torá recitar el «Shemá» en la noche y en la mañana, tal como está escrito en las dos primeras secciones de este recitado, «Shemá Israel» y «Veahaiá Im Shamoa«, «al acostarte y al levantarte». Asimismo es preceptivo recordar la salida de Egipto de noche y de día, tal como está escrito (Devarim–Deuteronomio 16:3): «para que te acuerdes siempre del día en que saliste de la tierra de Egipto, todos los días de tu vida». Del hecho que está escrito «todos los días» nuestros sabios aprendieron que es preceptivo recordar el Éxodo de día y  de noche (Mishná Berajot 12:2). A estos efectos se recita también el tercer pasaje del Shemá, «Vaiomer«, al final del cual se menciona la salida de Egipto.

Este tercer pasaje es la porción que habla del tzitzit, precepto que aplica sólo de día, siendo un pasaje básicamente matutino; y aunque en realidad, se podría recordar la salida de Egipto por las noches mediante otros versículos. Empero como el pasaje de «Vaiomer» es muy conocido por todos, se acostumbró a usarlo como recordatorio del Éxodo también por las noches (Tosfot Iom Tov en Mishná Berajot ídem). Además, la porción de «Vaiomer» junto a las dos primeras de «Veahavta» y «Vehaiá» suma doscientas cuarenta y ocho palabras  (ver arriba 16:11) y los tres pasajes implican la aceptación completa del Yugo Celestial (arriba 16:4-5).

Los sabios de la Gran Asamblea establecieron que se reciten dos bendiciones antes  del recitado de «Shemá» y dos bendiciones posteriores. La primera es «Maariv Aravim» («que haces descender el crepúsculo») que es una alabanza a D´s por el paso del tiempo y es paralela a la bendición de «Iotzer Or» («que formas la luz») del servicio de Shajarit. La segunda bendición es «Ahavat Olam» («amor eterno») en la que se alaba a D´s por amar al pueblo de Israel y entregarle la Torá. La tercera bendición es «Emet Veemuná» («verdad y confiable es todo esto») en la cual se alaba a D´s y se le agradece por la redención.

Estas tres bendiciones se corresponden con las tres bendiciones del «Shemá» de la mañana al tiempo que la cuarta que se agregó por la noche, «Hashkivenu» tiene por cometido pedir a Hashem que nos proteja mientras dormimos. De esta manera vemos que las bendiciones por el recitado del «Shemá» son siete, tres en Shajarit y cuatro en Arvit y respecto de esto dicen los sabios en el Talmud Jerosolimitano (Tratado de Berajot 1:5) que fueron establecidas según el versículo (Salmos 119:164): «siete veces al día te alabo» (ver arriba 16:12).

Dado que tanto el recitado del «Shemá» como así también sus bendiciones y el recuerdo de la salida de Egipto son preceptos que están marcados por el tiempo, las mujeres se hallan exentas de su cumplimiento (ver arriba 16:3). El horario del recitado del «Shemá» comienza con la salida de las estrellas y se prolonga hasta la medianoche. A posteriori se puede recitar junto a sus bendiciones hasta que despunta el alba.

Si bien las mujeres están exentas de los preceptos positivos marcados por el tiempo aquella que quiera cumplirlos tiene un gran mérito en hacerlo. Dado que ellas de todas maneras, acostumbran como protección, a recitar la primera porción del «Shemá» antes de dormir, es bueno que al hacerlo tengan la intención de cumplir con este y de esa manera tengan el privilegio de cumplirlo por la noche.

03. El rezo de Arvit.

Tal como ya vimos (1:7), nuestro patriarca Yaakov instituyó el rezo de Arvit (arriba 1:7) y por esta razón los miembros de la Gran Asamblea indicaron que se rece la Amidá por la noche, estableciendo que el horario del recitado correspondería con el de la quema de los órganos y los sebos de los sacrificios. Estos eran quemados durante la noche si no se alcanzaba a hacerlo durante el día (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 26(B)). Empero, inicialmente los sabios establecieron este rezo como opcional, lo cual implica que es un acto de bien hacerlo mas no una obligación.

La diferencia entre Shajarit y Minjá por un lado y Arvit por el otro, radicaba en que los primeros rezos fueron establecidos  como sustitutos de las ofrendas permanentes de la mañana y la tarde y el vertido de las respectivas sangres. En cambio el rezo de Arvit fue establecido como sustituto de las quemas de sebos y órganos sobre el altar de sacrificios, que si bien era preceptivo quemarlos, de no hacerse, la ofrenda ya sacrificada seguía siendo válida. Por esta razón el rezo de Arvit inicialmente era opcional. Por lo tanto, quien tenía la intención de dedicarse al cumplimiento de otra mitzvá, o ya se había ido a la cama, o por cualquier otra razón se le dificultaba rezar Arvit, no estaba obligado a hacerlo.

Sin embargo, con el correr del tiempo todos los judíos acostumbraron a rezar Arvit al grado de que en días de los sabios medievales se trataba ya de un rezo obligatorio. A pesar de su actual obligatoriedad, en Arvit no se lleva a cabo la repetición de la Amidá por parte del oficiante. Esto se debe a que como inicialmente era opcional no era necesario repetirla para que los legos puedan cumplir con su deber (Shulján Aruj 137:1).

Las mujeres están exentas del rezo de Arvit. Incluso aquellos juristas que sostienen que las mujeres deben recitar todos los rezos establecidos por nuestros sabios, consideran que esto se aplica a Shajarit y Minjá que fueron obligatorios desde el inicio, mas no para Arvit. La costumbre de los hombres de aceptar Arvit como rezo obligatorio no recae entonces sobre ellas. En el caso de una mujer que quiera rezar Arvit será bendecida y algunas mujeres virtuosas acostumbran a hacerlo.

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