Una persona que posee animales debe procurarles su alimento, y tiene prohibido comer antes de habérselos provisto, y esto lo aprendieron nuestros sabios (Tratado de Guitín 62(A)) de lo que fue dicho (Devarim-Deuteronomio 11:15): «Daré hierba en tu campo para tus animales» y solamente después «comerás y te saciarás».
El motivo de esta prohibición es simple, dado que los animales domésticos no pueden procurarse su alimento por sí solos, y si sus dueños no habrán de hacerlo, ciertamente sufrirán. Además, dado que esos animales trabajan al servicio del hombre o dan leche para él, es correcto que este les retribuya y se preocupe por alimentarlos. Por lo tanto, el dueño de los animales debe proveerles su alimento en horarios fijos, y para evitar los olvidos, se estableció que el ser humano debe dar precedencia a la comida de sus animales por sobre la suya propia.
El principal aspecto de la prohibición tiene que ver con los animales incapaces de conseguir su propio alimento, por ejemplo, animales que están en rediles, aves en gallineros y loros enjaulados, hacia los cuales se debe tener una gran compasión. No obstante, en el caso de los perros y los gatos que a veces deambulan en las afueras, y en momentos de apremio pueden alimentarse de lo que allí encuentran, sus dueños no tienen prohibido sentarse a comer antes de proveerles de alimento. De todas maneras, es una actitud piadosa por parte de los dueños de perros y gatos que les sirvan primero su ración antes de sentarse a comer. Esto es así ya que a pesar de que pueden arreglárselas por sí mismos a duras penas, dado que fueron domesticados les resulta difícil hacerlo y es correcto apiadarse de ellos. Además, estos animales son útiles para el ser humano, ya que el gato caza ratones y serpientes y el perro es fiel a su dueño y cuida de la casa, por lo que es correcto retribuirles por su servicio (Sheilat Ya’abetz 1:17).
Dijeron nuestros sabios que una persona no debe adoptar un animal sin antes verificar que podrá alimentarlo como corresponde (Talmud Jerosolimitano Tratado de Ketuvot 4:8). Además, dijeron que HaShem probó a Moshé Rabenu y al rey David primeramente como pastores, y al ver que manejaban sus rebaños compasiva y generosamente y se preocupaban por su alimentación, los escogió como líderes del pueblo de Israel (Shemot Rabá 2:2).