Pninei Halajá

09- Víspera del 9 de Av.

1 – La comida previa al ayuno: «Seudá Mafseket».

En la víspera del 9 de Av, en la comida previa al ayuno, la persona no habrá de comer dos platillos diferentes (Talmud Tratado de Ta´anit 26:2 en la Mishná) dado que en ese momento se intensifica el duelo por la destrucción del Templo y no corresponde que la persona se dé a sí misma importancia disfrutando en ese momento de dos comidas. En cambio un platillo solo no implica placer especial. Asimismo no podrá comer carne ni beber vino en esta comida (Ta´anit ídem) ya que se trata de alimentos importantes, cuya ingestión produce alegría. Hoy día, la costumbre extendida en el Pueblo de Israel es de no beber vino ni comer carne desde el inicio del mes de Av (ver incisos 8 y 13 del cap. anterior) pero la diferencia es que, hasta la comida previa al ayuno, la abstención de carne y vino es por ordenanza de los sabios medievales (rishonim), mientras que en la Seudá Mafseket la prohibición es Talmúdica. Es así que en el caso de una persona enferma o una parturienta, a quienes la ingestión de carne puede fortalecer, podrán comer este alimento en los nueve días pero no en la comida previa al ayuno.

¿Qué es la Seudá Mafseket? Es la comida que se ingiere tras el mediodía y es la última antes del inicio del ayuno. Empero una persona que ingiere su última comida antes del mediodía, puede comer en esta dos platillos. La costumbre extendida es comer antes del mediodía de la víspera del ayuno una comida común con variedad de platillos y de cara al inicio del ayuno ingerir la Seudá Mafseket con un platillo solamente. No es correcto tratar de esquivar la normativa vigente ingiriendo después del mediodía una comida con varios platillos, recitar la bendición final por los alimentos para luego volver a lavarse las manos e iniciar una última comida con un solo platillo.

Sin embargo, a posteriori, si una persona no alcanzó a ingerir al mediodía una comida completa porque se le hizo tarde y teme que de no comer la misma se le dificulte cumplir el ayuno, podrá ingerir una comida completa tras la cual irá a la sinagoga para el servicio de Minjá y luego al retornar a su hogar ingerirá la Seudá Mafseket. Eso sí, deberá ser cuidadoso de no comer demasiado en la primer comida no sea que llegue inapetente a la Seudá Mafseket (Shulján Aruj y Ramá 552:9, Mishná Berurá 22).

2 – Definición de alimentos prohibidos.

En la seudá mafseket se pueden ingerir alimentos crudos como frutas y verduras sin límite. De estar estas cocidas se les considera platillo a pesar de que sin cocción también se consideran comestibles.

Los productos lácteos como por ejemplo quesos yogures o manteca, si bien fueron pasteurizados, no se les considera cocidos, ya que la cocción obedece a necesidades sanitarias y no a los efectos de mejorar su sabor (Shulján Aruj 552:4, Baer Heitev 5, Kaf HaJaím 13)

Si se cocinaron conjuntamente zanahorias y papas, está prohibido comer de ambas pues son dos platillos. Asimismo si cocinó spaghetti con queso o lentejas con huevo se trata de dos platillos mezclados y no se pueden comer juntos. Inclusive si cocinó dos platillos de la misma especie solo que uno lo hizo más líquido y el otro más espeso, se les considera dos platillos separados. Esto se aplica por ejemplo a huevos duros con huevos apenas pasados por agua. Empero si se trata de un platillo que a priori está compuesto de dos ingredientes en el cual uno es la comida principal y el otro es un simple saborizante del primero como en el caso de arroz con cebolla, se les considera un solo platillo (Shulján Aruj 552:3) Una comunidad que acostumbra a comer comida especial para dolientes, como ser lentejas y huevos, a pesar d que hay dos tipos diferentes de comida, se considera como un solo platillo y está permitido comerlo (Shulján Aruj 552:5).

La prohibición aplica sobre alimentos cocidos o asados, pero respecto de productos panificados como ser pan y pasteles no se aplican restricciones, ya que su objetivo es mitigar el apetito (Eshel Abraham Butshatsh). Mas hay quienes se abstienen de ingerir pasteles, por considerarlos demasiado placenteros para la Seudá Mafseket. La Pizza es considerada como un platillo por el queso que lleva encima.

Es correcto abstenerse del consumo de chocolate, «snacks» y dulces en la Seudá Mafseket, ya que están destinados al placer y no a alimentar (Ver Ramá 552:1); pero en el caso de que sean el único alimento disponible se pueden consumir.

Respecto de alimentos en vinagre como por ejemplo pepinillos, hay quienes consideran que es mejor no ingerirlos para no disfrutar demasiado en la «Seudá Mafseket», amén de que quizás puede ser considerado como alimento cocido y por ende como un platillo (Sheiaré Keneset haGuedolá, Kaf HaJaím 552:26), no obstante hay quien lo autoriza (Aruj Hashulján 552:7).

Está permitido ingerir ensalada de verduras crudas aderezada con aceite y especias, si bien hay quienes recomendaron no hacerlo para que la Seudá Mafseket no se torne en exceso placentera (Haim Iosef David Azulay, Kaf HaJaím 552:11).

Se acostumbra a no ingerir pescado, ya que se considera una comida importante como el caso de la carne. Hay quienes permiten ingerir pescado salado y sardinas en aceite por no estar cocidas (Ver Shulján Aruj 552:2, Kaf HaJaím 18).

Bebidas cocidas no se consideran platillo, por lo que por la base de la ley está permitido ingerir licor o cerveza, café o té. Sin embargo, muchos legistas indicaron abstenerse a priori de ingerirlos en la Seudá Mafseket, de modo de no incrementar la sensación placentera en exceso. Empero quien está habituado a beber licor en todas sus comidas y sin éste se le dificulta la digestión, tiene permitido hacerlo. Café y Té son menos importantes que una bebida alcohólica, de modo que quien sienta necesidad de ingerirlos puede hacerlo, y quien sienta que puede abstenerse sin por ello sufrir, es bueno que lo haga. Respecto del resto de las bebidas dulces tales como jugos o gaseosas están permitidas siempre y cuando sean consideradas rutinarias y necesarias en la dieta de la persona. Empero están prohibidas si se ingieren por placer.

3 – Costumbres de la «Seudá Mafseket»

El Talmud (Tratado de Ta´anit 30(1)) relata que a Rabí Iehudá hijo de Rabí Ilai en la «Seudá Mafseket» se le traía pan duro con sal y se sentaba en un sitio desagradable, entre el horno y la estufa donde comía y bebía de una jarra de agua, aparentando ser un deudo que está sentado frente a su muerto. Maimónides acostumbraba también a ser muy riguroso consigo mismo, e ingería en la Seudá Mafseket únicamente pan y agua sin acompañarlo con platillo alguno.

Sin embargo la directiva general para el público es de ingerir frutas y verduras para acumular energías de cara al ayuno. Algunos acostumbraban a comer como platillo único huevos cocidos, que por su forma redondeada, aluden al carácter cíclico del mundo, razón por la cual los dolientes solían ingerirlo. No hay prohibición de ingerir dos huevos. Algunos suelen preparar como platillo único lentejas cocidas que también sirve como comida en los días de duelo (Shulján Aruj 552:5-6).

Es costumbre ingerir la Seudá Mafseket sentado en el suelo, como forma de expresar el duelo por la destrucción, pero no es necesario quitarse los zapatos (Shulján Aruj 552:7). Hay quienes sostienen que según el misticismo judío, es oportuno extender una tela que intermedie entre el suelo y el comensal y hay quienes extienden la recomendación a aquellos que se sientan sobre baldosas (ver Kaf HaJaím 552:39). A quien se le dificulte sentarse en el suelo así como también en el caso del anciano, el enfermo, la parturienta o la embarazada, tienen permitido sentarse en una silla y es bueno que cambien la ubicación habitual de la misma (Kaf HaJaím 552:38).

Es bueno que cada quien se siente solo en otro rincón para ingerir la «Seudá Mafseket», tal como está escrito en las Lamentaciones de Jeremías (Eijá 3:28) respecto del doliente: «Bueno es que permanezca solo y en silencio». Incluso si se sentaron tres personas juntas, no suman para recitar juntas la bendición posterior por los alimentos (zimún), ya que cada uno es considerado como si comiese solo (Shulján Aruj 552:8, Mishná Berurá 19).

A priori no se estudia en víspera de ayuno pasado el mediodía salvo temas relacionados con la destrucción o leyes referentes al duelo. Quien tema que esta limitación afecte la continuidad de sus estudios puede estudiar lo que quiera (ver Ramá 553:2, Mishná Berurá 8).

Quien concluyó su «Seudá Mafseket» y quiere comer algo más, puede hacerlo, ya que el ayuno se inicia con la puesta del sol y no con la finalización de la comida. Asimismo, todas las leyes referentes al duelo no se inician sino con la puesta del sol, a menos que la persona haya decidido para sí mismo iniciarlas con anterioridad (Shulján Aruj 553:1, Mishná Berurá 2).

4 – El pasaje de Shabat al 9 de Av cuando el ayuno se inicia el sábado por la noche.

La regla general es que no hay duelo en Shabat, y por lo tanto si el 9 de Av cae sábado se pospone el ayuno para el domingo, y ese mismo Shabat se come carne, se bebe vino y se sirve la mesa con todo lujo como lo hacía el Rey Salomón en su momento, amén de cantarse canciones sabáticas en la mesa con normalidad.

Ahora bien, existe un tiempo intermedio en el cual aún no salió Shabat pero ya aplican las limitaciones del ayuno. Esto se debe a que tenemos una duda respecto de cuándo cambia el día, al ponerse el sol o al salir las estrellas por lo que el tiempo entre ambas es quizás día quizás noche y se le llama «Bein Hashmashot» o «entre los soles» (sol y luna). Dado que es preceptivo agregar tiempo al Shabat, este se extiende hasta unos minutos posterior a la salida de las estrellas. De esta manera desde que se pone el sol hasta unos minutos después de la salida de las estrellas, se trata de tiempo común al Shabat y al ayuno. En este lapso de tiempo está prohibido hacer nada que tenga apariencia de duelo ya que no se permite el duelo en Shabat, pero por otra parte desde la puesta del sol nos abstenemos de cosas que no son «sabáticamente» indispensables como por ejemplo comer, beber, lavarse o untarse cremas.

Por lo tanto en la tercer comida del Shabat, «Seudá Shelishit», se come y se canta con normalidad pero se concluye previo a la puesta del sol, ya que no hay obligación sabática de prolongarla más allá del atardecer (Shulján Aruj 552:10, Mishná Berurá 23). Asimismo es correcto abstenerse de cantar canciones alegres pasada la puesta del sol y no hay en esto señal de duelo, ya que no se acostumbra a cantar en todos y cada uno de los momentos del Shabat. Nos abstenemos de lavarnos o untarnos cremas desde la puesta del sol, pero de todas maneras no nos lavamos todo el Shabat. Empero quien hizo uso del excusado tras la puesta del sol, se lavará las manos como de costumbre, ya que de no hacerlo se conduciría como un doliente en Shabat.

Se ha de permanecer con la vestimenta sabática y los zapatos, sentados en sillas normales y saludándose unos a otros con normalidad hasta que salgan tres estrellas medianas y transcurran otros minutos como ‘agregado’ (“tosefet”) al Shabat. Entonces se debe recitar «Bendito Sea Aquél que diferencia entre lo sagrado y lo profano» («Baruj Hamavdil bein Kodesh Lejol») y de esta manera se da por concluido el Shabat. Paso seguido se han de quitar los zapatos y las vestimentas sabáticas y se ha de vestir ropa común que ya haya sido usada la semana anterior, pues no se puede usar ropa lavada el 9 de Av.

Se acostumbra a demorar el servicio vespertino de sábado a la noche en unos quince minutos tras la salida del Shabat, para que los feligreses alcancen a despedir el Shabat en sus hogares, cambiar de calzado y vestimenta y llegar a la sinagoga para el servicio de Arvit y lectura de Lamentaciones de Jeremías con ropa común.

5 – Cómo se realiza la ceremonia de la Havdalá cuando el ayuno del 9 de Av se inicia sábado a la noche.

Dado que una vez salido el Shabat estamos ya en el ayuno y resulta imposible realizar la ceremonia de Havdalá sobre el vino, esta se posterga hasta pasado el ayuno.

Sin embargo pronunciamos la Havdalá en la plegaria de Arvit al recitar la bendición de «Atá Jonantanu», en la cuarta bendición de la Amidá, que actúa a modo de diferenciación entre Shabat y la semana tras la cual se pueden ya realizar labores. Hay quienes sostienen que es bueno que las mujeres reciten el servicio de Arvit en este sábado a la noche para que reciten la bendición antes mencionada, y la mujer que no rece puede recitar la fórmula «Bendito Sea Aquél que diferencia entre lo santo y lo profano» («Baruj Hamavdil bein Kodesh Lejol») y entonces ya puede realizar labores (Mishná Berurá 556:2).

Además, se bendice sobre el fuego al salir el Shabat ya que ésta bendición no depende de la del vino sino que implica un agradecimiento por la creación del fuego que fue revelado a Adám y Javá el sábado por la noche. Se acostumbra a recitar la bendición por la creación del fuego después del servicio de Arvit y previo a la lectura de las Lamentaciones de Jeremías cuando se encienden velas. También las mujeres bendicen por estas velas. Quien por alguna razón no bendijo las velas tras el servicio de Arvit, puede hacerlo toda la noche.

Al finalizar el ayuno, antes de que se coma o beba, es menester recitar la Havdalá con una copa de vino recitándose dos bendiciones: por el fruto de la vid («Boré Perí Haguefen») y por diferenciar entre lo santo y lo profano («Hamavdil»), no recitándose las bendiciones de la creación del fuego («Boré Meorei Haesh») ni la de las especies aromáticas («Boré Minei Besamim»).

Es este un buen momento para puntualizar que todo sábado por la noche aunque ya hayan salido las estrellas, nuestros sabios prohibieron realizar labores hasta que no se haya pronunciado algún tipo de fórmula que diferencie lo santo de lo profano como por ejemplo «Atá Jonantanu» en la cuarta bendición de Arvit, así como no ingerir alimentos hasta haber realizado la ceremonia de la Havdalá sobre una copa de vino. Por esta razón en este sábado por la noche, es suficiente con la pronunciación de alguna fórmula de separación, que nos permita realizar labores y al salir el 9 de Av, cuando necesitamos comer, se debe recitar la Havdalá sobre una copa de vino.

Por lo tanto un enfermo que necesita comer el 9 de Av, debe hacer Havdalá con una copa de vino antes de ingerir alimentos, siendo lo más pertinente reemplazar en esta ocasión el vino por la bebida más común del país (con preferencia de bebidas alcohólicas y a posteriori sirve cualquier bebida de consumo común como el café, ver en Peninei Halajá Shabat cap. 8 inc. 4). Si no tiene a su alcance la bebida común del país, puede hacerlo con jugo de uva. En caso de no tener jugo de uva, a posteriori, puede hacerlo con vino y beber un sorbo de no más de cuarenta mililitros (“meló logmav”). Si hay en el lugar un niño, que ya llegó a la edad en la que se le enseña a recitar las bendiciones, es preferible que él beba del vino y no el enfermo. Un niño que come durante el ayuno no necesita recitar Havdalá antes de ingerir alimentos (Shmirat Shabat Kehiljatá 62:45).

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