Pninei Halajá

5 – Cómo se realiza la ceremonia de la Havdalá cuando el ayuno del 9 de Av se inicia sábado a la noche.

Dado que una vez salido el Shabat estamos ya en el ayuno y resulta imposible realizar la ceremonia de Havdalá sobre el vino, esta se posterga hasta pasado el ayuno.

Sin embargo pronunciamos la Havdalá en la plegaria de Arvit al recitar la bendición de «Atá Jonantanu», en la cuarta bendición de la Amidá, que actúa a modo de diferenciación entre Shabat y la semana tras la cual se pueden ya realizar labores. Hay quienes sostienen que es bueno que las mujeres reciten el servicio de Arvit en este sábado a la noche para que reciten la bendición antes mencionada, y la mujer que no rece puede recitar la fórmula «Bendito Sea Aquél que diferencia entre lo santo y lo profano» («Baruj Hamavdil bein Kodesh Lejol») y entonces ya puede realizar labores (Mishná Berurá 556:2).

Además, se bendice sobre el fuego al salir el Shabat ya que ésta bendición no depende de la del vino sino que implica un agradecimiento por la creación del fuego que fue revelado a Adám y Javá el sábado por la noche. Se acostumbra a recitar la bendición por la creación del fuego después del servicio de Arvit y previo a la lectura de las Lamentaciones de Jeremías cuando se encienden velas. También las mujeres bendicen por estas velas. Quien por alguna razón no bendijo las velas tras el servicio de Arvit, puede hacerlo toda la noche.

Al finalizar el ayuno, antes de que se coma o beba, es menester recitar la Havdalá con una copa de vino recitándose dos bendiciones: por el fruto de la vid («Boré Perí Haguefen») y por diferenciar entre lo santo y lo profano («Hamavdil»), no recitándose las bendiciones de la creación del fuego («Boré Meorei Haesh») ni la de las especies aromáticas («Boré Minei Besamim»).

Es este un buen momento para puntualizar que todo sábado por la noche aunque ya hayan salido las estrellas, nuestros sabios prohibieron realizar labores hasta que no se haya pronunciado algún tipo de fórmula que diferencie lo santo de lo profano como por ejemplo «Atá Jonantanu» en la cuarta bendición de Arvit, así como no ingerir alimentos hasta haber realizado la ceremonia de la Havdalá sobre una copa de vino. Por esta razón en este sábado por la noche, es suficiente con la pronunciación de alguna fórmula de separación, que nos permita realizar labores y al salir el 9 de Av, cuando necesitamos comer, se debe recitar la Havdalá sobre una copa de vino.

Por lo tanto un enfermo que necesita comer el 9 de Av, debe hacer Havdalá con una copa de vino antes de ingerir alimentos, siendo lo más pertinente reemplazar en esta ocasión el vino por la bebida más común del país (con preferencia de bebidas alcohólicas y a posteriori sirve cualquier bebida de consumo común como el café, ver en Peninei Halajá Shabat cap. 8 inc. 4). Si no tiene a su alcance la bebida común del país, puede hacerlo con jugo de uva. En caso de no tener jugo de uva, a posteriori, puede hacerlo con vino y beber un sorbo de no más de cuarenta mililitros (“meló logmav”). Si hay en el lugar un niño, que ya llegó a la edad en la que se le enseña a recitar las bendiciones, es preferible que él beba del vino y no el enfermo. Un niño que come durante el ayuno no necesita recitar Havdalá antes de ingerir alimentos (Shmirat Shabat Kehiljatá 62:45).

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