Pninei Halajá

05- Mujeres y estudio de Torá.

Existe una diferencia importante entre el deber de estudio de Torá en el hombre y en la mujer. En el caso de los hombres, una vez que ya aprendieron todas las halajot básicas y todos los fundamentos del judaísmo deben todavía fijar horarios para el estudio, repasar lo ya estudiado y profundizar. A ellos se les instruyó: «Este libro de la ley no se apartará de tu boca sino que meditarás en él día y noche» (Iehoshúa 1:8). Si bien durante todos los días hábiles en los que es necesario trabajar se cumple con el precepto del estudio de la Torá mediante un capítulo por la mañana y otro por la noche (Tratado de Menajot 99(B)), al llegar el Shabat este versículo debe ser cumplido literalmente, tal como dijeron nuestros sabios «El Shabat ha de ser todo Torá» (Taná de Bei Eliahu 1, arriba inciso primero).

Sin embargo, las mujeres no deben fijar un tiempo para el estudio de la Torá, siendo su deber conocer las indicaciones de la sagrada Torá para la vida, a fin de que esta pueda iluminar y dirigir sus caminos tanto en la parte halájica como en la parte ética y de fe. En el caso de la mujer a la que le alcanza con un poco de estudio a los efectos de aprender lo necesario, puede contentarse con esto, y quien siente que necesita más es su deber continuar estudiando. Todo depende del carácter de la mujer y cambia según la época. Hubo tiempos en los cuales un poco de estudio le alcanzaba a la mayoría de las mujeres, mientras que hoy en día, que la vida se tornó más compleja y la sabiduría general se ha diseminado por el mundo, se hace necesario que las mujeres estudien mucha más Halajá, fe y ética (Peninei Halajá Likutim Jelek Alef 1:15).

Dado que las mujeres no tienen el deber de fijar horarios para el estudio de la Torá todos los días y todas las noches, tampoco están obligadas a dedicar al estudio la mitad del tiempo del Shabat. Empero, dado que el estudio alegra tanto a hombres como a mujeres, es preceptivo que éstas estudien Torá como parte del deleite espiritual del Shabat. Además, las mujeres deben estudiar Halajá y fe,  y dado que el Shabat es apropiado para el estudio de la Torá tanto por su santidad como por el hecho de que la Torá fue entregada en ese día, es bueno que ellas fijen clases sobre los diferentes temas antes mencionados. Empero, por cuanto que desde el estricto punto de vista reglamentario las mujeres no están obligadas a estudiar, durante los años en los que están ocupadas con niños pequeños a su cargo están exentas de fijar un estudio propio en Shabat. Sin embargo, mujeres que no tienen niños pequeños a su cargo es bueno que estudien mucho en Shabat, con alegría y comodidad. En el caso de las mujeres que tienen muchas ocupaciones domésticas, es bueno que fijen algún tipo de estudio en Shabat o que participen de alguna clase, puesto que también ellas necesitan de las instructivas de nuestra Torá. Sabemos que en los días de nuestros sabios talmúdicos, las mujeres participaban de las disertaciones de Shabat al punto que en algunas oportunidades estas se prolongaron y las señoras demoraron en retornar a sus hogares. Es una gran virtud  cuando una pareja disfruta el estudiar juntos, pues mediante este estudio la Divina Presencia reposa entre ellos y la Torá dirige sus vidas. Empero, en el caso de una pareja a la que le es difícil estudiar juntos  no deben de lamentarse pues a veces el gran cariño que hay entre ellos dificulta la concentración.

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