Pninei Halajá

7 – Los enfermos están exentos del ayuno.

Cuando los profetas y los sabios establecieron los ayunos, lo hicieron pensando en gente sana, por lo que no lo decretaron para personas enfermas. En esto se diferencia Yom haKipurím del resto de los ayunos, pues en Kipur los enfermos están obligados a ayunar y solo están exentos de hacerlo, aquellos a quienes el ayuno les cause peligro inminente para sus vidas, pues el precepto salvaguardar la vida se antepone a todos los preceptos de la Torá. Empero en el resto de los ayunos, cualquier enfermo aunque no corra peligro, está exento de ayunar.

En términos generales se considera enfermo a quien los dolores o cierta debilidad le obligan a permanecer acostado y le impiden continuar con su rutina. Por ejemplo los enfermos de gripe, anginas o quienes padecen fiebre, están exentos de ayunar.

Casi todas las personas durante el ayuno padecen de dolor de cabeza o debilidad y para muchos es más fácil mantener el ayuno recostado en la cama que siguiendo la rutina habitual. Además, en algunos casos, el dolor de cabeza provocado por el ayuno se asemeja o puede ser aún peor a algunos de los síntomas de la gripe. Empero esta es la sensación natural de un día de ayuno y no de enfermedad, y suele ceder unas pocas horas después de concluido el ayuno. Por esta razón, solamente el enfermo que necesita estar acostado a causa de su dolencia está exento de ayunar, mas quien sufre por el ayuno mismo, aunque la sensación de debilidad le lleve a preferir recostarse, no está exento. Empero quien a causa del ayuno se debilita tanto que se enferma, está exento de ayunar.

Toda persona que sabe que si ayuna se ha de enfermar, puede abstenerse de hacerlo. Por ejemplo, en el caso de quien padece de úlcera o fuertes jaquecas, está exento de ayunar, pues no comer puede avivar su afección. Asimismo una persona sumamente débil, que sabe que con gran probabilidad el ayuno puede provocarle una dolencia, está exenta del mismo. Un enfermo de diabetes que necesita recibir insulina, está exento de ayunar y en muchos casos los diabéticos están también exentos de ayunar en Yom haKipurím. Quienes sufren de cálculos en los riñones y necesitan beber mucha agua, están exentos de ayunar. Quienes sufren de alta presión no se le considera enfermos y pueden ayunar, a menos que hayan recibido una indicación médica diferente. En caso que surjan dudas, se debe consultar a un médico temeroso del cielo.

Quien está exento de ayunar por razones de salud, puede desayunar normalmente en la mañana sin limitación alguna, empero lo correcto es que se abstenga de ingerir alimentos suntuarios. A la hora de comer, no debe de ingerir cantidades pequeñas espaciadas en el tiempo, como en el caso de quien necesita ingerir alimentos en Yom haKipurím. Esto se debe a que el ayuno de Kipur tiene su origen en la Torá y por lo tanto también los enfermos están obligados a cumplirlo y solo reciben exención aquellos a quien el ayuno puede hacerles peligrar la vida, empero éstos deben ingerir menos que la cantidad considerada como mínima para no quebrar el ayuno. En los ayunos decretados por los sabios, los enfermos están exentos a priori de ayunar, por lo que a la hora de comer no es necesario que lo hagan en pequeñas cantidades espaciadas en el tiempo.

Es importante remarcar que enfermos que necesitan tomar medicinas de manera fija, como en el caso de quien comenzó a tomar antibióticos o el caso de enfermos crónicos, deben de hacerlo durante el día de ayuno. Es bueno que quien pueda, trague la cápsula sin agua y corresponde señalar que, en la enorme mayoría de los casos, ingerir una medicina en ayunas sin agua no causa daño alguno (incluidos los antibióticos). Quien no pueda tragar la cápsula sin beber agua, que le agregue a esta última sabor amargo hasta que no sea agradable ingerirla y luego tomar la medicina.

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