Pninei Halajá

03. Los horarios de Shabat.

01- Los tiempos del Shabat.

En todo lo referente a la Torá, la noche antecede al día tal como está escrito (Bereshit 1:5): «Acaeció la tarde (noche) y le sucedió la mañana: Día uno». Esto implica que la jornada comienza por la noche, por lo tanto, Shabat, la séptima jornada, comienza por la noche. En la concepción judía de mundo, se vislumbra una idea sublime y es que la noche y la oscuridad anteceden al día y a la luz. Al inicio surgen las incógnitas y las dudas por lo que el ser humano se encuentra en una situación de oscuridad e incertidumbre, y es a partir de esta situación que se van dilucidando las respuestas y la luz lo va iluminando. Asimismo, vemos en nuestra historia nacional que en un inicio fuimos esclavizados por el Faraón en Egipto y luego fuimos liberados, recibimos la Torá e ingresamos a la Tierra de Israel. Así fue siempre la historia judía, primeramente la oscuridad y las desgracias y posteriormente la luz y la redención. En una primera instancia enfrentamos las dificultades para posteriormente elevarnos por encima de estas y completarnos. Empero, en el seno de las demás naciones el día precede a la noche, de modo tal que etnia tras etnia ocupa en su turno y con gran pompa el centro del escenario internacional por un período de tiempo, y luego, cuando comienzan a surgir las dificultades, sobreviene la noche, la nación en cuestión decae y en algunos casos también  desaparece. Eso es lo que ocurrió con los babilonios, los persas, los griegos y los romanos. El secreto de la permanencia del Pueblo de Israel está relacionado al principio de que la noche antecede al día.

Volviendo a nuestro tema, la noche antecede al día y por eso el séptimo día se inicia al caer la noche. Empero, nuestros sabios dudaron cuándo exactamente comienza la noche, ¿acaso comienza con la puesta del sol y la desaparición del astro rey de nuestro campo visual o cuando oscurece por completo y se pueden divisar en el firmamento tres estrellas de tamaño mediano? En otras palabras, la pregunta es si el día y la noche son definidos por el sol o por la luz. En la Tierra de Israel hay una diferencia de unos veinte minutos entre la puesta del sol y la salida de las estrellas. Este lapso varía de acuerdo con las estaciones del año y la altura por sobre el nivel del mar de cada localidad.

Otro de los fenómenos únicos del judaísmo radica en el hecho de que no existe una respuesta terminante a cada pregunta y a veces se da lugar a la duda. Esta halajá es un ejemplo de ello, el tiempo que transcurre entre la puesta del sol y la salida de las estrellas se define como período que quizás es noche y quizás día, por lo que recibe el nombre de «Bein Hashemashot» o «entre los soles».

En la práctica, en cada precepto de la Torá, incluidos los relativos al Shabat, se actúa conforme a la regla de que «en caso de duda, si el precepto es de la Torá se aplica la opinión más estricta» («Sfeika deoraita lejumra«). Por lo tanto, el Shabat se inicia con la puesta del sol y concluye con la salida de las estrellas.

02- El precepto de prolongar el Shabat.

Desde el punto de vista de la santidad permanente del Shabat, sólo cuando el séptimo día se inicia entra el Shabat. Sin embargo, es precepto de la Torá agregar tiempo común al sagrado. Esto implica que aceptamos sobre nosotros la santidad sabática un poco antes de que comience el séptimo día. Lo mismo ocurre respecto al horario de salida del Shabat. Si bien desde el punto de vista de la santidad sabática al acabarse el séptimo día ésta cesa, se nos ordenó prolongarla por un lapso que suceda a la salida del Shabat (Shulján Aruj 261:2. Escribió el Beur Hahalajá que para la mayoría de los juristas este precepto tiene su origen en la Torá).

Al añadir  tiempo extra al Shabat, demostramos cuán querido es para nosotros el séptimo día al punto de que salimos a recibirlo antes de que comience y lo acompañamos cuando éste parte.

Ya vimos anteriormente que respecto del tiempo que hay entre la puesta del sol y la salida de las estrellas se duda si este pertenece al día o a la noche  y es nuestro deber aplicar rigurosamente a período todas las leyes del Shabat. Por lo tanto, para cumplir con el precepto de agregar tiempo al Shabat es menester adelantar su recibimiento a un poco antes de la puesta del sol. Las mujeres acostumbran a recibirlo al encender las velas y en Jerusalém la tradición indica que se encienden las velas cuarenta minutos antes de la puesta del sol, en Haifa treinta minutos antes, en Tel Aviv y la mayoría de las ciudades veinte minutos antes. Los hombres que rezan Minjá antes de la puesta del sol acostumbran a recibir el Shabat más tarde si bien también éstos deben recibir el Shabat algunos minutos antes de la puesta del sol para agregar del tiempo profano al sagrado.

Quien quiera ser más riguroso e iniciar el Shabat antes será bendecido, siempre y cuando reciba al séptimo día dentro de la hora y cuarto previa («plag haminjá»[1]) a la puesta del sol. Antes de este límite, de acuerdo a la mayoría de los juristas está prohibido recibir el Shabat (Shulján Aruj 263:4, Mishná Berurá 18).

El momento de conclusión del Shabat es cuando se divisan en el firmamento tres estrellas medianas. Empero los sabios temieron que las personas se confundan entre las estrellas grandes y las medianas, por lo tanto establecieron que el Shabat concluya al divisarse tres estrellas pequeñas. Para agregar del tiempo profano al sagrado es menester esperar hasta poder divisar tres estrellas pequeñas agrupadas (Shulján Aruj 293:2). Hoy en día no es necesario mirar a las estrellas sino que se puede confiar en los relojes y las tablas horarias que se publican, pues el horario de finalización del Shabat de estas publicaciones incluye ya el tiempo agregado («tosefet Shabat»).

Este precepto nos enseña que existe una estrecha relación entre los días hábiles y el Shabat y por lo tanto se puede agregar de lo profano  a lo sagrado. De aquí aprendemos respecto del anhelo interior de lo profano por conectarse con lo sagrado.


[1].Plag Haminjá o fracción del tiempo de la Minjá es una hora y cuarto antes de la noche, esto es la mitad del tiempo entre la «Minjá Ketaná» y el final del día. Su uso principal es para establecer horarios del rezo de Minjá, del encendido de velas tanto de Shabat como de Jánuca (n. de t.).

03- Cómo se recibe el tiempo adicional del Shabat («tosefet Shabat»).

El tiempo adicional del Shabat se recibe mediante la palabra. Por ejemplo, se puede decir: «Recibo sobre mí la santidad del Shabat». Hay quienes opinan que también se puede recibir el tiempo adicional mediante el pensamiento (Mishná Berurá 261:21). A partir del momento en que se decidió recibir el Shabat hay que cuidarse de no realizar ninguna labor (como explicaremos en el siguiente inciso).

Tal como ya vimos, las mujeres acostumbran a recibir el Shabat con el encendido de velas que es cuando recitan la bendición «encender las velas de Shabat». Por cuanto que lo mencionan en la bendición, se asume que su intención es recibir en ese momento el Shabat, y de esa manera cumplen con el precepto de sumar al día sagrado un tiempo adicional. De acuerdo con la mayoría de los juristas, si una mujer así lo desea, al encender las velas puede decidir para sus adentros que aún no recibe el Shabat y por lo tanto podrá posteriormente realizar todavía alguna labor o viajar en automóvil a la sinagoga. Empero, a priori, lo mejor es que reciba el Shabat al encender las velas ya que hay juristas que sostienen que en esta situación la decisión de posponer el recibimiento del Shabat no es halájicamente válida. Por lo tanto, según esta opinión, al encender las velas, ipso facto recaen sobre la mujer los deberes sabáticos. Además, si no recibe el Shabat al encender las velas se teme que pueda olvidarse de cumplir con el precepto de sumar al Shabat ese tiempo adicional (Shulján Aruj 263:10, Shmirat Shabat Kehiljatá 43:24, Yalkut Yosef 263:44).

Los hombres acostumbraban a recibir el Shabat mediante el recitado del verso «Boí Kalá Shabat Hamalká» (Ven novia, la reina Shabat) en el himno litúrgico «Lejá Dodí». Hoy en día, en muchas sinagogas no alcanzan a recitar el «Lejá Dodí» antes de la puesta del sol, por lo que para cumplir con el precepto de sumar al Shabat tiempo adicional, el encargado de la sinagoga (el Gabai) debe declarar al concluir el servicio de Minjá «Boí Kalá Shabat Hamalká» y de esa manera todos reciben el Shabat. Si el encargado no lo declara, cada quien debe decir para sus adentros «Boi Kalá Shabat Hamalká» o «Hinení mekabel al atzmí kedushat Shabat» (Por la presente acepto sobre mí la santidad del Shabat). Quien tema que si espera a la conclusión de la repetición del servicio de Minjá, en el ínterin el sol puede ponerse por lo que se arriesga a  perder la oportunidad de cumplir con el precepto de agregar al Shabat tiempo adicional, puede decir en voz baja durante la repetición de Minjá que acepta para sí el Shabat.

04- Reglas referentes a quien recibe el Shabat.

A partir del momento en el cual la persona recibe el tiempo adicional del Shabat, debe abstenerse de realizar todas las labores prohibidas por la Torá. También entran en vigencia las prohibiciones rabínicas a menos que sea necesario realizarlas para preparar el Shabat o en caso de imperiosa necesidad. El tiempo a disposición es hasta el final del crepúsculo, o como lo dice la expresión hebrea «bein hashmashot» – entre los soles. Esta flexibilidad relativa en la aplicación de las prohibiciones rabínicas obedece al hecho de que los sabios no quisieron que sus disposiciones entren en rigor en este tiempo adicional especial. En virtud de esto y a modo de ejemplo, quien se olvidó de diezmar sus frutas y tienen intención de ingerirlas en Shabat puede hacerlo aunque ya haya recibido la santidad del día pues la prohibición de diezmar en Shabat es de origen rabínico.

Quien ya recibió el tiempo adicional de Shabat, puede pedir a su compañero judío que aún no lo hizo que realice para él una labor. Normalmente las mujeres acostumbran a recibir el Shabat antes que los hombres, pues ellas suelen encender las velas y recibir el Shabat en el horario publicado en los calendarios, mientras que los hombres primero van a la sinagoga a rezar Minjá de día hábil (viernes) y recién después reciben el Shabat. En ese lapso intermedio, si bien la mujer ya recibió el Shabat, puede pedirle a su marido que realice labores que a ella ya le están vedadas como por ejemplo encender la luz o regular el horno (Shulján Aruj 263:17, Mishná Berurá 64). Al salir el Shabat, quien aún no haya hecho la havdalá puede pedir a quien ya la hizo que realice para él una labor.

05- ¿Está permitido rezar Minjá una vez que se recibió el tiempo adicional de Shabat?

Algunas sinagogas acostumbran a concluir sus servicios de Minjá de viernes después de la puesta del sol, y por lo tanto quien espere a la conclusión de este servicio para recibir el Shabat no puede cumplir con el precepto de agregar un tiempo adicional al sagrado día. Cabe entonces preguntarse si es posible recibir el Shabat y recién después rezar Minjá.

Según la opinión de algunos juristas quien ya recibió el Shabat no puede rezar Minjá pues no se puede recitar un rezo de día hábil una vez que entró el Shabat, y por otra parte todavía no se puede rezar Minjá de Shabat pues fue establecido para este día propiamente dicho.

Por lo tanto, en opinión de estos juristas quien se equivocó  y recibió el Shabat antes de rezar Minjá perdió esta plegaria y deberá rezar Arvit dos veces; la primera para cumplir con el rezo de la noche y la segunda para completar el servicio de Minjá perdido (Shulján Aruj 263:15, Mishná Berurá 263:60). Lo mismo ocurre en el caso de una mujer que tiene prohibido rezar Minjá después de haber encendido las velas de Shabat. En caso de que quiera completar el rezo de Minjá perdido, deberá rezar Arvit dos veces (Mishná Berurá 263:43). Por eso la única solución es rezar Minjá más temprano y recién después recibir el Shabat. Allí donde se acostumbra a rezar Minjá después de la puesta del sol se debe rezar individualmente (sin minian) más temprano para poder alcanzar a recibir el Shabat con su agregado de tiempo adicional, pues se trata de un precepto de la Torá y por lo tanto se antepone al mandato rabínico de rezar con minian (Shmirat Shabat Kehiljatá 46:5).

Empero, de acuerdo con la opinión de algunos juristas se puede rezar Minjá de día hábil después de haber recibido el Shabat con su tiempo adicional, pues ellos entienden que la recepción del Shabat con su tiempo adicional implica la prohibición de realizar labores de la Torá en ese lapso, prohibición que no aplica al servicio de Minjá. Esto se debe a que en el período adicional no está permitido realizar labores prohibidas por la Torá pero está permitido realizar labores prohibidas por los sabios, y por lo tanto se puede rezar Minjá de día hábil. Sólo quien recibió el Shabat junto a la congregación tiene prohibido rezar Minjá. Por lo tanto, si la puesta del sol se avecina y aún no rezó Minjá, se recomienda recibir el Shabat con su tiempo adicional (diciéndoselo para sí mismo) antes del servicio y recién después rezar Minjá (Tzitz Eliezer 13:42, Minjat Iehudá 9:20). Hay quien opina que en un caso así se debe recibir el Shabat con su tiempo adicional únicamente con el pensamiento, dado que es posible recibirlo por este intermedio y de esta manera podrá rezar Minjá de día hábil (Iabía Omer 7:34).

La costumbre más extendida es que si la puesta del sol se avecina y aún no se rezó Minjá, se recibe el Shabat con su tiempo adicional con la palabra o con el pensamiento y luego se recita el servicio de Minjá de día hábil. Las mujeres tienen permitido, a posteriori, rezar Minjá tras el encendido de las velas. Empero, a priori, quien sabe que en la congregación se tarda en  rezar Minjá, es mejor que cumpla con los requisitos de todos los juristas y rece Minjá solo y alcance a recibir el Shabat previo a la puesta del sol. Quien sabe que alcanzará a recibir el Shabat con tiempo adicional durante la repetición en voz alta de Minjá,  es mejor que se sume al rezo de la congregación y reciba Shabat con su tiempo adicional cuando el oficiante repite el servicio en voz alta.

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