01 – Las fechas festivas y el establecimiento del segundo día en la diáspora
Según la Torá cada uno de los seis días festivos dura solamente un día, y así es como se celebran en la tierra de Israel. Sin embargo, nuestros sabios establecieron que en el extranjero se agregue un día más, de modo tal que en lugar de celebrar las festividades durante un día lo hagan durante dos, y el segundo día fue denominado «Segundo día festivo de las diásporas (lit. exilios)» (Yom Tov Shení Shel Galuiot).
A fin de explicar el fundamento de esta halajá, es preciso anticipar que todas las festividades se celebran según la fecha hebrea. El primer día de Pesaj se celebra el quince de Nisán, el séptimo día de Pesaj el veintiuno, Shavu’ot se celebra al culminar la cuenta del Omer que se inicia el dieciséis de Nisán, Rosh HaShaná se celebra el primero de Tishrei, el primer día de Sucot es el quince de ese mes y Sheminí Atzeret el veintiuno. Dado que el mes hebreo se fija de acuerdo al ciclo de la luna y este tiene una extensión de poco más de veintinueve días y medio, resulta que tenemos meses completos (meleím) de treinta días y otros incompletos (jaserim) de veintinueve. Es preceptivo que personas que hayan visto la luna nueva (con posterioridad al molad) en la noche del día treinta asistan al Beit Din y testifiquen ante este, tal que sobre la base de este testimonio se consagre – decrete el nuevo mes. Respecto de esto está escrito (Shemot-Éxodo 12:2): «Este mes será para ustedes», lo cual fue explicado por nuestros sabios de la siguiente manera (Talmud Babilonio Tratado de Rosh HaShaná 22(A)): «El Kadosh Baruj Hú le mostró a Moshé la forma de la luna en su renovación y le dijo: ‘este testimonio os será dado a vosotros’. ‘A vosotros’ significa que fue dado a los jueces autorizados, que fueron ordenados unosde boca de los otros hasta Moshé Rabenu» (ver Pninei Halajá Zmanim 1:1-2).
Una vez consagrado el mes, salían enviados a todos los confines del país para transmitir la fecha establecida y avisar de cuándo habrían de celebrarse las festividades (ídem Rosh HaShaná 21(B)). Sin embargo, estos enviados no alcanzaban a llegar a los judíos que vivían en el extranjero, por lo que los primeros profetas establecieron que las diásporas celebren cada festividad durante dos días por causa de la falta de certeza. Así fue como procedieron Ezequiel y Daniel. Es probable que esta costumbre de celebrar las festividades en el extranjero durante dos días por causa de la falta de certeza se remonte a los días de Yehoshúa Bin Nun (Responsa de Rav Hai Gaón, Otzar Gueoním Yom Tov 4:2).