Pninei Halajá

11. Los horarios de recitado del Shemá y el rezo matinal (Shajarit)

01. Los horarios matinales.

El despunte o destello del alba («amud hashajar»-«alot hashajar») es el primer instante del día que posee significación halájica. En caso de necesidad o premura («sh´at hadjak») se puede recitar el Shemá y rezar desde que despunta el alba empero en situación normal esto está prohibido. Los juristas de las últimas generaciones debatieron respecto de qué es exactamente el despuntar del alba: la primera escasa luz que aparece en el oriente (Maguén Abraham, Perí Megadim) o un poco después de esto que es cuando la luminosidad se expande por todo el oriente (Eliahu Rabá, Gaón de Vilna).

Luego de que despunta el alba llega el momento de «misheiakir», esto es, a partir que la luminosidad se expandió un poco sobre la tierra y una persona puede «reconocer» a una distancia de cuatro codos (unos dos metros) a un amigo a quien no ve a menudo. En ese momento se puede también  diferenciar entre los colores celeste y blanco y a partir de esta hora, según la mayoría de los juristas, se puede ya de hecho recitar el Shemá, empero el horario indicado para el rezo aún no llegó.

La salida del sol («netz hajamá«) es cuando se divisa la primer parte del sol en el horizonte y es el momento a partir del cual a priori corresponde rezar. Por lo tanto, quien recita el Shemá antes de «netz» y reza con el «netz» participa del servicio de los «Vatikín«[1] que fue ampliamente elogiado por nuestros sabios.

Todos los preceptos cuyo horario de cumplimiento es durante el día, como en el caso de la circuncisión, se pueden efectuar a partir de la salida del sol, ya que el «día» está definido por este astro. Empero, a posteriori, si estos preceptos se realizaron a partir de que despuntó el alba se cumplió igualmente con el deber pues desde el momento en que aparece la primera luz, estamos ante el comienzo de un nuevo día (Talmud Babilonio Tratado de Meguilá 20(A)).

[1] Los «Vatikín» es el adjetivo dado a los judíos especialmente piadosos que cumplen minuciosamente cada precepto con gran diligencia y en el Tratado de Berajot (9(B)) se les recuerda por su costumbre de terminar de recitar el Shemá con la salida del sol. O bien comenzar la «Amidá» en el momento de la salida del sol (n. de t.)

02. El cálculo de los tiempos matinales.

Según varias opiniones, en la tierra de Israel, el lapso de tiempo que pasa desde que despunta el alba y hasta que sale el sol, equivale al tiempo que lleva caminar cuatro «mil», esto es setenta y dos minutos.

Este lapso de tiempo varía según las estaciones del año. En Nisán (5 de marzo) y en Tishrei (5 de octubre), el tiempo que dura la salida del sol es el más corto: éste sale setenta y dos minutos después del despuntar del alba. En el invierno, este lapso se extiende llegando a rebasar los setenta y ocho minutos (22 de diciembre) mientras que en el verano se prolonga aún más y llega a los ochenta y ocho minutos (22 de junio). A los efectos de establecer con exactitud el horario del «despuntar del alba», es necesario calcular cada día a qué hora el sol alcanza los 16.1 grados por debajo del horizonte.

Todo esto de acuerdo con la opinión que sostiene que el despuntar del alba es cuando la primera escasa luz se expande a todo el oriente. Empero, para quienes opinan que el alba despunta cuando la primera escasa luz hace su aparición en esta dirección, su horario más temprano es cuando el sol alcanza una altitud de 17.5 grados por debajo del horizonte. De todas maneras, a los efectos de evitar las discusiones, es correcto actuar conforme al horario más tardío (16.1 por debajo del horizonte) y a partir de ese momento, en caso de emergencia, se puede recitar el Shemá y rezar.

Existe asimismo una duda respecto del horario exacto a partir del cual se puede «reconocer» a un amigo al que no se acostumbra a ver a menudo a  una distancia de cuatro codos. Esto se debe a que si bien los sabios la definieron como el momento a partir del cual se puede diferenciar celeste de blanco, igualmente subsiste la duda de cuál es el horario exacto. En la práctica se acostumbra a indicar que es alrededor de unos cincuenta minutos previo a la salida del sol.

03. El horario del recitado del Shemá.

El horario de recitar el Shemá por la mañana es a partir del momento en que las personas acostumbran a levantarse, tal como está escrito (Devarim 6:7): «y al levantarte». Dado que algunas personas madrugan levantándose con la primera luz al despuntar alba, para la Torá esa es también hora de levantarse y se puede recitar entonces el Shemá. El hecho de que la Torá menciona «y al levantarte» en singular implica que el horario de levantarse de unos pocos es también válido para fijar el horario general del recitado. Empero quien recita el Shemá antes de que despunte el alba, no cumplió con su deber puesto que lo hizo antes de del tiempo del levantarse.

Los sabios establecieron un cerco protector en torno a este precepto al definir que a priori no se recite el Shemá sino a la hora que la mayoría de las personas se levantan y hay más luz sobre la tierra, al punto de que una persona puede «reconocer» a su amigo a una distancia de cuatro codos (Shulján Aruj 58:1) (unos cincuenta minutos antes de que salga el sol en el mes de Nisán).

En caso de necesidad o premura, cuando la persona se ve obligada a recitar el Shemá antes de la hora en la que puede «reconocer» a su amigo, puede hacerlo desde el despuntar del alba. Asimismo, a posteriori, si por error recitó a esa hora el Shemá cumplió igualmente con su deber. Empero existe aquí una diferencia: si la razón del adelantamiento en el horario del recitado es por fuerza mayor, aún cuando la persona en cuestión tenga que hacerlo a diario, cumple con su deber. Empero, si adelantó el horario del recitado del Shemá por error, cumple con su deber únicamente si esto ocurrió de manera fortuita, o sea, como máximo una vez al mes. Pero si la persona se equivoca en esto con mayor frecuencia, nuestros sabios lo sancionan estableciendo que no cumplió con su deber y debe volver a recitar el Shemá a partir de la hora en que se puede  «reconocer» (Shulján Aruj 58:3-4, Mishná Berurá 58:19).

El horario apropiado para el recitado del Shemá se extiende hasta que concluye la tercera hora del día, ya que hay personas como por ejemplo los miembros de la nobleza (Bnei Melajim) que acostumbran a levantarse a esa hora por lo que este es el límite del tiempo para cumplir con «y al levantarte» (se explicará adelante en las halajot 10 y 11).

El mejor horario para recitar el Shemá es como los Vatikín, esto es, previo a la salida del sol.

04. El horario del rezo.

Los miembros de la Gran Asamblea (Kneset Haguedolá) establecieron que se recen tres servicios diarios cuyos horarios se correspondiesen con los de las ofrendas permanentes del Templo. La ofrenda permanente de la mañana, «Tamid shel Shajar» se sacrificaba desde que despuntaba el alba, por lo que también el rezo de Shajarit, a priori, se puede hacer a priori, desde esa hora. Empero, nuestros sabios dijeron (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 9 (B)) que corresponde hacerlo después de la salida del sol, tal como está escrito (Tehilim-Salmos 72:5): «Te temerán mientras dure el sol». Por lo tanto quien reza a partir de que despunta el alba cumplió con su deber, pues lo hizo en un horario apto para el sacrificio de la ofrenda permanente matinal (Shulján Aruj 89:1).

El mejor momento para el rezo es como los «Vatikín«, quienes solían rezar la Amidá cuando salía el sol.

El horario para el rezo de Shajarit se extiende hasta que concluye la cuarta hora del día, ya que en opinión de Rabí Iehudá, este era el límite de tiempo para sacrificar la ofrenda permanente matinal. Si bien en opinión de los demás sabios el horario de sacrificar esta ofrenda se extendía hasta el mediodía, la halajá final es según la opinión de Rabí Iehudá ya que el Tratado de Eduiot, cuyas «mishnaiot» se transformaron todas en halajot, cita como definitiva la opinión de Rabí Iehudá. Por lo tanto, el límite horario para rezar Shajarit es el final de la cuarta hora del día (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 27(A)). De todas maneras la opinión de los sabios no fue relegada por completo y por lo tanto si pasó la cuarta hora y la persona aún no rezó Shajarit, a posteriori puede hacerlo hasta el mediodía. Si bien esta persona no habrá de ser recompensada por rezar a tiempo, si lo será por haber rezado (tal como se explicará adelante en la halajá 11).

05. El rezo de «Vatikín» al salir el sol.

El mejor horario para recitar el Shemá y rezar es el de los «Vatikín», que solían recitar la plegaria del «Shemá» poco antes de la salida del sol para luego rezar la amidá con el despuntar del mismo. Esto se debe a que quien reza tarde se ve arrastrado por la naturaleza del mundo y sólo después que el sol ya brilla y la vida adquiere su febril ritmo se despierta y se da cuenta de que D´s es el Rey del universo, acepta el yugo celestial y reza. Empero los que rezan como los «Vatikín», madrugan y conducen o guían a la naturaleza de modo tal, que antes de que el sol brille y la naturaleza se despliegue en toda su belleza y esplendor, aceptan sobre sí con fe completa el yugo celestial y ni bien el sol sale y comienza la jornada, se paran a rezar, trayendo así abundancia y bendición al mundo.

Dijeron nuestros sabios: todo aquel que une la bendición de la redención al rezo de «Amidá» o «Shemoné Esré» tal como los «Vatikín«, no sufre percance alguno todo el día (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 9(B) ver allí las Tosafot).

Empero, quien sabe que si se levanta para rezar en el horario de los «Vatikín» va a estar cansado y no podrá estudiar o trabajar como corresponde, es mejor que rece después. Dado que hoy día muchos eventos importantes, tales como clases de Torá y casamientos, se llevan a cabo por la noche, a la mayoría de las personas les es preferible ir a dormir a medianoche y levantarse después que salió el sol. Respecto de estas personas, el cumplimiento con excelencia de los «Vatikín» implica apurarse en llegar a la sinagoga antes de que empiece el servicio.

06. El horario de «Vatikín» y de la salida exacta del sol.

Si bien el momento de la salida del sol parece obvio y claro siendo fácil de definir, en la práctica la cuestión no es tan sencilla.

Primeramente, se considera que el sol sale desde el instante que se divisa el primer borde de su forma y hasta que se lo puede ver entero, lapso de tiempo que se prolonga unos dos minutos y medio. Los juristas debatieron respecto de cuándo es exactamente la salida del sol. Según la mayoría de éstos el sol sale cuando se divisa su primer borde y entonces es menester comenzar con el rezo de la Amidá de «Vatikín«. Otros juristas opinan que la salida es cuando el sol termina de ascender sobre el horizonte y se lo divisa completo. Hay otros que opinan que la salida del sol tiene lugar durante los dos minutos y medio que le lleva ascender y otros opinan que esto dura aún unos minutos más, mientras los rayos solares son todavía de color rojo. En la práctica, se procura sincronizar el comienzo del rezo de «Vatikín» con el horario en el cual el sol comienza a salir mas no se aplica la regla con rigidez por cuanto que se toman en cuenta las otras opiniones.

Otra duda que surge es si se toma en cuenta el hecho de que las montañas ubicadas al oriente tapan la salida del sol, o nos guiamos según el horario astronómico de salida (con horizonte llano). Es claro que quien se encuentra debajo de un peñasco o de un edificio alto que le ocultan el Este, no puede argüir que para él el horario de la salida del sol es cuando logra divisarlo, pues entonces esto sería como a mediodía. La pregunta que surge es cuál es el horario válido para la ciudad vieja de Jerusalém, a la que el Monte de los Olivos le tapa el horizonte por el Este, por lo que el sol se avista unos minutos más tarde. Incluso para quienes están parados sobre el Monte de los Olivos, los Montes de Moab les ocultan el inicio de la salida del sol. Hay quienes opinan que el momento de la salida del sol es cuando se lo ve efectivamente, esto es, después que se elevó por encima del Monte de los Olivos. Otros opinan que no se debe tomar en cuenta la montaña cercana, como en el caso del Monte de los Olivos, por cuanto que se puede caminar hasta ella, empero en el caso de los Montes de Moab que quedan lejos, sí se requiere considerarlos. La diferencia entre ambas opiniones se reduce sólo a unos pocos minutos.

Hay otros que opinan que no se deben tomar en consideración las montañas ubicadas al oriente sino que se calcula la salida del sol según el horizonte llano, esto es, a qué hora se vería el sol de no existir allí montañas. Hoy en día disponemos de programas informáticos que permiten calcular el horario astronómico exacto de la salida del sol en cualquier sitio, sin tomar en cuenta las montañas situadas al oriente y muchos acostumbran fijarlo así.

07. ¿Hasta cuánto se puede adelantar la hora del rezo?

A priori, no se ha de rezar antes que los «Vatikín» pues según la opinión de varios juristas el horario correcto de hacerlo es a partir de la salida del sol y hasta el final de la cuarta hora del día, siendo el momento optimal para comenzar justo al salir el sol. Por lo tanto, para una persona cuyo rezo demora unos veinticinco minutos desde que inicia hasta la «Amidá», el momento más temprano para el inicio es veinticinco minutos antes de la salida del sol.

Quien se ve en la necesidad de rezar antes porque necesita salir más temprano a sus quehaceres puede comenzar su rezo desde el momento en que puede «reconocer» a su amigo a una distancia de cuatro codos pues entonces ya se propagó un poco de luminosidad sobre la tierra y es el horario correcto para colocar los tefilín, los tzitzit y recitar el Shemá. Ya vimos anteriormente que el horario de «reconocer» es aproximadamente cincuenta minutos antes de la salida del sol.

Quien se ve en la necesidad de rezar aún más temprano, habrá de comenzar a recitar los cánticos de alabanza sin tefilín ni talit. Al finalizar la bendición de «Ishtabaj» esperará hasta que se haga la hora de «reconocer», y entonces se envolverá en su talit, colocará sus tefilín y continuará con su rezo.

08. ¿Hasta cuánto se puede adelantar el inicio del rezo en caso de apremio («sheat hadjak»)?

En caso de apremio («sheat hadjak») se pueden recitar las bendiciones del Shemá al despuntar el alba que son setenta y dos minutos antes de la salida del sol (en los meses de Nisán y Tishrei). Empero, mientras exista la posibilidad de recitar las bendiciones del Shemá pasada la hora de «reconocer», no se habrá de hacerlo al despuntar el alba. Por ejemplo, en el caso del viajero, si puede rezar mientras camina o mientras está sentado (si su amigo es quien maneja el automóvil) deberá esperar hasta que llegue la hora en que se puede «reconocer» para recitar las bendiciones del Shemá y rezar la «Amidá» tanto caminando como sentado.

Si la persona en cuestión puede recitar las bendiciones del Shemá estando en camino después de la hora en que se puede «reconocer» pero no puede rezar la «Amidá«, habrá de adelantarse a rezarla tras el despunte del alba y las bendiciones del Shemá las recitará en el camino, a pesar de que de esta manera no conecta la redención con la plegaria.

Cuando no hay posibilidad de recitar las bendiciones previas al Shemá en el camino, por ejemplo si no las sabe de memoria o no tiene la posibilidad de leer de un Sidur mientras camina o viaja, por cuanto que la circunstancia es de apremio podrá adelantar su rezo. Esto es lo que se habrá de hacer: se ha de recitar las bendiciones matinales, las ofrendas y los cánticos de alabanza antes del despunte del alba, tras éste se colocan el talit y los tefilín sin recitar las bendiciones correspondientes, luego se recita el Shemá y sus bendiciones y se reza la «Amidá«. Al finalizarla habrá arribado la hora de «reconocer», se palpará los tzitzit y los tefilín y recitará las bendiciones correspondientes. De acuerdo a la usanza ashkenazí, en este caso se omite la bendición de «Iotzer Hameorot» (que crea las luminarias) porque se reza antes de la hora en que se puede «reconocer» y la recitará después de la «Amidá«.

09. Rezar a la hora de «Vatikín» solo o más tarde pero con quórum (Minián).

Los sabios de las últimas generaciones debatieron respecto de qué es más excelente: rezar solo a la hora de «Vatikín» o con Minián más tarde. Hay quienes opinan que como los sabios alabaron a quienes rezan a la hora de «Vatikín» afirmando que quien lo hace está a salvo de todo contratiempo durante todo el día, es mejor rezar a esa hora aunque sea en soledad. Otros opinan que es mejor rezar con la congregación, pues la plegaria pública, con certeza, es atendida. Además, existen dudas respecto de cuándo es la hora exacta de «Vatikín» (tal como lo vimos en la halajá 6) y por lo tanto no corresponde que una «duda de «Vatikín» desplace al precepto de rezar con Minián. La costumbre extendida es indicar a las personas que recen con la congregación. Empero en el caso de quien está acostumbrado a rezar «Vatikín» con Minián y una mañana carece de éste, podrá rezar ese día a la hora de siempre en soledad para no alterar su costumbre.

En el caso de la persona que puede optar entre rezar con Minián antes de la salida del sol que es el horario de rezo a posteriori o rezar en soledad más tarde a la hora de Vatikín, muchos juristas son de la opinión de que es mejor rezar solo a la hora de Vatikín y otros consideran que es mejor rezar con la congregación antes de la salida del sol, siempre y cuando comience las bendiciones del recitado del Shemá después de la hora en que ya se puede «reconocer». En un caso así es oportuno consultar a una autoridad halájica. Esto obedece a que si en virtud de un puñado de feligreses que deciden rezar Vatikín sin Minián se ha de suspender el servicio público, es mejor que la congregación ore junta antes que salga el sol.

10. Las horas temporales y sus reglas.

El horario para recitar el Shemá se extiende hasta el final de la tercera hora del día y el del rezo hasta el final de la cuarta. La ley se refiere a «horas temporales», o sea, se divide el día en doce partes y cada una de estas recibe el nombre de «hora temporal» (shaá zmanit). En el verano como el día es largo éstas también lo son y exactamente a la inversa ocurre en el invierno.

La pregunta que surge es, ¿desde cuándo se comienza a medir el día? Según el método del Maguén Abraham las horas del día son aquellas en las que hay luz, desde que despunta el alba hasta que oscurece por completo. Por su parte, el Gaón de Vilna considera que se debe tomar en cuenta las horas en las que el sol es visible, o sea desde que sale hasta que se pone.

El tiempo que pasa desde que despunta el alba hasta que el sol sale es de unos setenta y dos minutos en los meses de Nisán y Tishrei. Esto implica que según el método del Maguén Abraham se comienza a contar las tres horas del Shemá setenta y dos minutos antes que según el método del Gaón de Vilna. Por lo tanto la hora final para el recitado del Shemá o el rezo según el Maguén Abraham es más temprana, mas no en setenta y dos minutos, puesto que cada hora según su cálculo es más extensa que según el otro método pero al finalizar seis horas, según los dos métodos, se alcanza el horario del mediodía.

11. La hora final para recitar el Shemá y rezar en la práctica.

El horario de recitar el Shemá se extiende hasta el final de la tercera hora del día pues hasta entonces hay personas que suelen levantarse y quien recita en ese horario cumple con el mandato de la Torá de hacerlo  «al levantarte». Si bien la mayoría de los juristas coinciden con la opinión del Gaón de Vilna en cuanto al cálculo de las horas temporales, en el caso del recitado del Shemá, cuyo horario de recitado se desprende de la Torá, corresponde adoptar la opinión más estricta o sea la del Maguén Abraham. Esto, de acuerdo a la regla que sostiene que en caso de duda respecto de una ley de la Torá, se opta por la opinión más estricta. Empero, hay quienes acostumbran a usar, a priori, el método de cálculo horario del Gaón de Vilna y no se les debe objetar.

Si bien el horario del recitado del Shemá se extiende hasta el final de la tercera hora, si esta ya pasó, se lo recita toda la cuarta hora con sus bendiciones anexas y su recompensa será como la de quien lee la Torá (Shulján Aruj 58:6).

El horario de rezar Shajarit y recitar las bendiciones del Shemá se extiende hasta el final de la cuarta hora del día. Esto obedece a que los sabios establecieron una relación entre los horarios de las plegarias y los del sacrificio «Tamid» en el Templo que se podía elevar hasta el final de la cuarta hora. Dado que el rezo y las bendiciones anexas al Shemá fueron instituidos por los sabios, la halajá indica que se opta por la opinión más flexible por lo que se las puede demorar conforme al método de cálculo horario del Gaón de Vilna. De todas maneras, a priori, los diligentes se apresuran en cumplir con los preceptos por lo que es bueno rezar según el horario del Maguén Abraham (Mishná Berurá 58:4).

En el caso de que hayan pasado ya las cuatro horas del día sin haber recitado aún las bendiciones del Shemá y sin haber rezado hay consenso en cuanto a que en lo relativo al rezo se puede llevar a cabo hasta el mediodía. Si bien la halajá es de acuerdo con la opinión de Rabí Iehudá en cuanto a que se puede rezar Shajarit hasta el final de la cuarta hora y no según la de los sabios que lo permiten hasta mediodía, en la práctica Rabí Iehudá reconoce que en caso de no haber rezado en tiempo se lo puede hacer hasta mediodía. Si bien quien así lo hace pierde la recompensa celestial por rezar en tiempo, es recompensado por el hecho de orar. De todas maneras, no se habrá de rezar Shajarit pasado el mediodía (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 27(A), Shulján Aruj Oraj Jaím 89:1)

En cuanto al recitado del Shemá los juristas están divididos en sus opiniones, de acuerdo a la opinión mayoritaria el permiso de orar hasta el mediodía aplica únicamente al rezo ya que en principio una persona puede rezar en cualquier momento del día una Amidá voluntaria (nedavá), por lo que en caso de duda tiene permitido orar. Empero las bendiciones del recitado del Shemá no se pueden decir voluntariamente por lo que quien se demoró y no lo hizo hasta el final de la cuarta hora perdió su oportunidad (Shulján Aruj 58:6, Jaié Adam). Otros consideran que si no las recitó hasta el final de la cuarta hora por razones de causa mayor puede completarlas hasta el mediodía, siendo esta la usanza de los ashkenazíes (Beur Halajá allí).

12. Rezar con Minián versus hacerlo en hora.

Dado que nuestros sabios establecieron que se recite el Shemá conjuntamente con sus bendiciones para acto seguido rezar, a priori se debe fijar el horario del rezo de Shajarit de modo tal que se concluya el recitado del Shemá antes del final de la tercera hora de acuerdo con la opinión de Maguén Abraham.

Cuando el público se retrasa en el servicio religioso y se teme que no se alcance a recitar el Shemá antes del final del horario de rezo según la opinión de Maguén Abraham, se debe avisar a los presentes que antes de rezar reciten la primera porción de Shemá Israel y quienes quieran cumplir con excelencia que reciten las tres porciones.

Los juristas debatieron qué es preferible hacer en caso de que el público demore aún más y recite la Amidá después de finalizado el horario de rezo según la opinión de Maguén Abraham. Unos opinan que es preferible rezar con Minián dentro del marco de las primeras cuatro horas según el horario del Gaón de Vilna (Grá), siendo ésta la opinión mayoritaria. Además el horario de rezar tiene su origen en la legislación rabínica y en caso de duda respecto de una norma rabínica se adopta la opinión más flexible y esta opinión se ve reforzada por el hecho de que en caso de necesidad se puede rezar Shajarit hasta el mediodía.

Por lo tanto, es preferible rezar con Minián según lo dispuesto por nuestros sabios aunque la plegaria se lleve a cabo pasado el horario de rezar dispuesto por Maguén Abraham. Otros consideran que es preferible rezar individualmente en tiempo según el horario de Maguén Abraham a hacerlo con Minián habiendo pasado éste.

Sin embargo, en caso de que el Minián no actúe de acuerdo con la halajá rezando pasadas las cuatro horas según el horario del Gaón de Vilna todas las opiniones concuerdan con que se debe rezar individualmente más temprano.

En el caso de quien carece de tefilín, no habrá de postergar el horario de recitado del Shemá ni el de rezar ya que a posteriori se puede cumplir con los preceptos de recitar el Shemá y el de rezar sin colocar tefilín (Mishná Berurá 46:33, ver arriba 12:9).

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