Pninei Halajá

8 – El encendido de las velas en casos de necesidad excepcionales: antes de la puesta del sol y tarde en la noche.

Quien no alcanzó a encender velas de Januca hasta la hora nueve de la noche, puede hacerlo toda la noche hasta que despunta el alba y habrá de recitar las bendiciones sólo en caso de que sea altamente probable que un transeúnte vea las velas a esa hora o que haya en la casa otra persona, como ser el caso de su esposa o su hijo que habrán de verlas. Empero si todos los miembros del hogar ya se fueron a dormir, y les resultaría muy molesto ser despertados para el encendido y por la calle ya no pasa nadie, encenderá las velas sin recitar las bendiciones.

Quien no encendió las velas durante toda la noche, se perdió el cumplimiento del precepto de ese día, pero al día siguiente encenderá velas al igual que todos (Ramá 672:29).

Si bien vimos que en víspera de Shabat se encienden las velas de Januca antes de la puesta del sol, en días de semana ésto no se debe hacer. Únicamente en caso de que no haya alternativa alguna, se puede encender velas a partir del horario halájico de «plag haminjá» (cuarenta minutos antes de la puesta del sol). Este podría ser el caso de quien tiene que salir de su casa antes de la puesta del sol y no regresará sino hasta muy tarde en la noche, a una hora en la que nadie vería ya sus velas, y además en la casa no hay quien pueda encenderlas en su lugar. Dado que no tiene alternativa, que encienda las velas desde «plag haminjá», o sea cuarenta minutos antes de la puesta del sol y en la opinión de la mayoría de los juristas este encendido incluye la recitación de las bendiciones. En caso de que necesite salir de su casa aún más temprano, puede adelantar el encendido hasta una hora antes de la puesta del sol empero no recitará las bendiciones.

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