Pninei Halajá

06 – Estudio de Torá

Es preceptivo estudiar Torá en Jol HaMo’ed, pues para ello el Eterno le otorgó al pueblo de Israel las festividades, para que se dediquen al estudio de la Torá con alegría y tranquilidad. Esta es la razón por la cual no se permite trabajar en Jol HaMo’ed, tal como escribiera el autor del Sefer HaJinuj (Mitzvá 323): «…pues los días de Jol HaMo’ed no fueron otorgados para que en ellos nos dediquemos a la realización de labores sino para que nos regocijemos ante HaShem, esto es, nos reunamos en las casas de estudio y escuchemos agradables palabras eruditas«. Además, nuestros sabios dijeron (Talmud Babilonio Tratado de Sanhedrín 99(A)): «Todo aquel que puede dedicarse a la Torá y no lo hace» ingresa en la categoría de aquellas personas respecto de las cuales se dice (Bamidbar Números 15:31): «que desechó la palabra de HaShem y dejó sin efecto Su mandato».

Ya vimos (arriba 1:5-6) que se debe dividir el tiempo del Shabat y de las festividades de modo tal que una mitad esté «dedicada a D´s» y la otra «a ustedes», «una mitad del tiempo se habrá de destinar a comer y beber y la otra a la casa de estudio» (Talmud Babilonio Tratado de Pesajim 68(B)). Si así se procede en Yom Tov, día en el cual es preceptivo llevar a cabo comidas festivas importantes que insumen mucho tiempo, cuánto más se debe dedicar por lo menos medio día al estudio de la Torá en Jol HaMo’ed. Por este motivo, los sabios prohibieron la actividad comercial a pesar de que esta no implica la completa realización de labores, pues el comercio puede absorber la atención y hasta preocupar, afectando así negativamente la alegría festiva y el estudio de la Torá (Aruj HaShulján 539:4).

Tal como aprendimos (arriba 1:6), según el cálculo del día, a los efectos de poder dedicar medio día a D´s es preciso dedicar nueve horas del Shabat o del día festivo al estudio de la Torá y al rezo y por lo menos seis horas netas al estudio. Por lo tanto, en Jol HaMo’ed que los rezos duran menos tiempo, se debe dedicar más de seis horas al estudio de la Torá y así completar las nueve destinadas a D´s.

En el Talmud Jerosolimitano leemos (ídem Mo’ed Katán 2:3): «Dijo Rabí Aba bar Memel: Si algún otro sabio se sumaría a mi opinión, permitiría realizar labores en Jol HaMo’ed. ¿Acaso no está eso prohibido? Ocurre que la prohibición tiene por objetivo que las personas coman, beban, se alegren y se esfuercen en la Torá, y ahora comen, beben y hacen tonterías«. De aquí aprendemos que no dedicarse al estudio de Torá en Jol HaMo’ed es más grave que la realización de labores (Kolbo 60).

Dijeron además nuestros sabios: «Estas son Mis festividades» (Vaikrá-Levítico 23:2), mientras vosotros cumplís preceptos y consagráis las festividades por medio de reuniones populares en las sinagogas para estudiar Torá, el Santo Bendito Él dice: «Estas son Mis festividades». De no ser así, dice: Estas no son Mis festividades sino las vuestras. Así le respondió Rabí Akiva a aquel hereje que le contradecía: «¿Cómo es posible que los judíos cumplan con las festividades si está escrito (Ishaiahu-Isaías 1:14): ‘vuestros novilunios y vuestras festividades odia Mi alma’?» Le respondió Rabí Akiva: «Si están dedicados al servicio de D´s y al estudio de la Torá no son odiados ante D´s sino queridos y amados por Él» (Midrash citado por el Shela en su comentario al Tratado de Sucá Ner Mitzvá 31).

Rabí Moshé ben Majir escribió lo siguiente en su libro Seder HaYom (sobre Jol HaMo’ed): «Que no diga una persona que por cuanto que no puedo realizar labores habré de comer, beber y pasear para alegrarme, pues esta no es la intención de las festividades, D´s nos libre de creer algo así. Empero en verdad, los días festivos no fueron dados sino para que estén libres de ocupaciones y la realización de labores para poder dedicarse al estudio de la Torá sin que medie preocupación. Estos son días muy propicios y exitosos para el estudio. Por ello, no deben ser desperdiciados comiendo, bebiendo, durmiendo o paseando, sino que cada uno habrá de permanecer en su sitio particular y habrá de ocuparse de aquello con lo cual D´s lo agració. Los estudiosos de la Torá escrita – que estudien Torá escrita; los estudiosos de la Mishná – que estudien Mishná, los estudiosos de la Guemará – que estudien Guemará. Asimismo, que coma alimentos buenos y sabrosos, que beba lo que le es acorde y duerma un poco siendo todo esto placentero para su cuerpo. Luego, durante el resto del día que deleite a su sufrido espíritu, que se encuentra cual prisionero en el exilio sin que nadie pueda traerle provecho, pues todos se orientan a la satisfacción de los apetitos de la mala inclinación del cuerpo derrotado o castigado… y todos estos días poseen un suplemento de santidad… y no es lógico que haya sido otorgada santidad en estos días para que se coma, beba y proceda como en días comunes, y quien así se conduzca – faltará a la cordura y en un futuro deberá justificarse por profanar la santidad y la virtud de estos días.

Sin embargo, los paseos tienen su cabida en Jol HaMo’ed, pues vimos que los sabios permitieron transportar objetos en Yom Tov para pasear en el dominio público (arriba 6:2). Asimismo, permitieron recortar las pezuñas del caballo, reparar la montura y las bridas atadas a la cabeza del animal por medio de una labor amateur para quien desease montar a caballo y pasear en Jol HaMo’ed (Shulján Aruj 536:1, adelante 11:15). Esto se refiere, no obstante, a paseos cortos que se suman a la alegría festiva y no producen agotamiento o generan molestia, y por supuesto que no se llevan a cabo a expensas del tiempo que debe ser destinado al estudio de Torá.

Se puede llevar a cabo un viaje prolongado si es para ascender a Jerusalém, la ciudad santa y el lugar del Templo, o para visitar a su rabino (arriba 1:16-17) aun cuando en virtud de ello, ese día no se pueda dedicar la mitad del tiempo a estudiar Torá. Creemos que la dedicación a estos preceptos incluye en sí las dos partes de la festividad, el viaje pertenece a la mitad dedicada «a vosotros», y los preceptos que se cumplen pertenecen a la mitad dedicada «a D´s», por cuanto que acudir a los atrios de HaShem y visitar al rabino son grandes e importantes preparativos para el estudio de la Torá.

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