Pninei Halajá

02- El marco del precepto.

Existen dos preceptos referidos a las comidas de Shabat. Uno es el deleite del Shabat tal como está escrito (Ishaiahu 58:13): «y consideras al Shabat como un deleite» y se cumple principalmente con las comidas, mas también con lo que se degusta entre comida y comida, amén de mediante el sueño sabático reparador. El segundo precepto es el de ingerir tres comidas, precepto que nuestros sabios estudiaron mediante el análisis de lo insinuado en los versículos relevantes (ver Tratado de Shabat 117(B)).

La primer comida se lleva a cabo en la noche del viernes, la segunda el sábado a la mañana después de Shajarit y antes del mediodía, y la tercera a partir de media hora pasado el mediodía hasta la puesta del sol. Quien come la tercer comida antes de su horario estipulado no cumplió con el precepto (Shulján Aruj 291:2). Quien no comió la primera el viernes por la noche, puede ingerir tres comidas a lo largo del sábado. Quien no alcanzó a ingerir la segunda comida antes del mediodía del sábado, habrá de comer dos pasado el mediodía, pues hay juristas que consideran que el horario no es un condicionante del cumplimiento y a posteriori podemos basarnos en su opinión (Baal Halajot Guedolot, Ramá 291:1).

El componente central de las comidas es el pan ya que se trata del alimento más importante, y es preceptivo preparar platillos sabrosos con los que la persona suele deleitarse en su ingestión. En días de los sabios talmúdicos, las personas se deleitaban con platillos preparados a base de espinacas, grandes pescados y ajos y por lo tanto era preceptivo prepararlos para Shabat (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 118(B), Mishná Berurá 242:1). Dado que hoy en día la mayoría de las personas se deleitan con carne, vino y pasteles o frutas sabrosas, los juristas indican que debemos de prepararlos para el Shabat abundantemente (Shulján Aruj 250:2). Quien no disfruta de carne o vino,  ha de preparar para su consumo otros alimentos que le agraden.

Los sabios de las últimas generaciones sostienen que de acuerdo con la Kabalá es preceptivo ingerir pescado en las tres comidas. Según éstos, el pescado simboliza la bendición e insinúa una cuestión muy profunda ya que el agua lo cubre escapando así a la influencia del mal de ojo. Empero quien no disfruta de ingerir pescado, no tiene que hacerlo (Maguén Abraham 242:1).

Si bien en general es una virtud el alimentarse frugalmente, en Shabat se debe comer en abundancia y no se considera gula por cuanto que se cumple así con un precepto (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 117(B), Shulján Aruj 274:2, Mishná Berurá 6). De todas maneras, no es bueno exagerar pues la comida en exceso provoca cansancio y hasta un dejo de melancolía. Las personas que comen en exceso se cansan, se duermen y no estudian Torá, no cumplen con el precepto y no deleitan al Shabat sino únicamente al paladar (Shnei Lujot Habrit Shabat Ner Mitzvá 37, ver arriba cap. 5 inciso 3).

Está prohibido ayunar en Shabat aunque sólo sea por una hora. Aunque el ayuno no sea intencional, quien no probó bocado hasta la sexta hora (o sea el mediodía), además de no haber cumplido con la segunda comida sabática en hora, trasgredió por haber ayunado  (Shulján Aruj y Ramá 288:1).

Una persona enferma e inapetente no está obligada a comer abundantemente, ya que la ingestión de alimentos tiene por objetivo el deleite. Empero, habrá de intentar comer pan en un poco más que la medida «de un huevo»; si esto también se le dificulta que intente ingerir un «kazait». En caso de que esto también le incomode – que no coma por completo (Shulján Aruj 288:2, 291:1).

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