Pninei Halajá

03 – Un enfermo que sufre de algunos dolores.

En el caso de quien se maneja como una persona sana y padece de una leve enfermedad o de un dolor determinado, se lo considera una persona normal por quien no se debe trasgredir ninguna prohibición sabática, ni de la Torá ni de origen rabínico. Los sabios permitieron dejar sin efecto sus prohibiciones en pos de un enfermo común (se explicó en la halajá anterior), pero no para quien sufre de un malestar o dolor parcial. Por lo tanto, si a un judío le molesta la luz, no podrá pedir a un gentil que la apague, y si necesita luz, calefacción o aire acondicionado, tampoco podrá pedirlo. Ni siquiera puede pedir que lo haga  de un modo diferente al habitual bajo la forma de «Shvut Deshvut», pues todas las prohibiciones rabínicas aplican sobre este judío (Shulján Aruj 328:1).

Todo lo antedicho aplica cuando se trata de una persona parcialmente enferma o que padece de un dolor o incomodidad, empero, si la afección o dolor provocan sufrimiento – se permite apaciguarlos mediante acciones que entran en la categoría de «Shvut Deshvut». Si la persona afectada necesita mucho que le enciendan la luz, la calefacción o el aire acondicionado se le puede pedir a un gentil que lo haga de un modo diferente al habitual, por ejemplo mediante el reverso de su mano. Sin embargo, un judío no puede hacerlo de un modo diferente al habitual pues se trata de una prohibición rabínica común, la cual está en vigor aunque al paciente le duela (Shulján Aruj 307:5, 328:25, arriba 9:11-12).

Cuando una uña se cortó en su mayor parte mas no del todo, y esto causa molestia o dolor leve – se lo considera afección parcial por lo que no se la puede quitar ni siquiera mediante «Shvut Deshvut». Sin embargo, si la uña en cuestión provoca un intenso dolor se la puede arrancar de un modo diferente al habitual, o sea, con la mano o los dientes. Esto obedece a que la uña ya estaba cortada o quebrada en su mayoría y se la considera  desprendida. Como la prohibición de retirarla por completo es únicamente rabínica, en caso de sufrimiento los sabios permiten quitarla (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 94(B), Shulján Aruj 328:31, arriba 14:2). Si la uña no se cortó en su mayor parte y produce sufrimiento, se le puede pedir a un gentil que la retire de un modo diferente al habitual, pues esto entra en la categoría de «Shvut Deshvut»).

Cuando una espina se clava en el cuerpo y es claro que al retirarla habrá sangrado y solamente causa molestia, estará prohibido hacerlo. Empero, si provoca dolor se la puede quitar pues causar sangrado de esta manera entra en la categoría de «Shvut Deshvut» (esto obedece a que no se tiene la intención de provocar el sangrado  y además se la extrae de un modo diferente al habitual a consecuencia del retiro de la espina. Ver en Mishná Berurá 328:88, arriba 14:2).

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