Pninei Halajá

02 – Enfermo común.

Tal como es sabido, existen dos tipos diferentes de prohibición en Shabat: 1) las de la Torá, y 2) las rabínicas que reciben el nombre de «Shvut». La regla general para la aplicación de estas es: a) se permite quebrar las prohibiciones sabáticas de la Torá a los efectos de dar asistencia a un enfermo de riesgo; b) en el caso de un enfermo común cuya vida no corre peligro, no se trasgreden. Sin embargo los sabios permitieron quebrar aquellas que ellos mismos decretaron a los efectos de brindar asistencia al afectado.

¿Qué es un enfermo común? Es aquella persona que está en cama en virtud de su enfermedad y aunque no lo esté por diferentes causas, si lo normal en ese tipo de afecciones es estar acostado, se la considera enferma. Todo aquel padece un dolor que provoca debilidad corporal, como en el caso de la jaqueca, aunque no se recueste es considerado persona enferma (Shulján Aruj 328:17). Aquella persona que se conduce como sana pero es sabido que de no mediar un tratamiento o medicamento específicos caerá en cama, se puede quebrar para esta prohibiciones sabáticas de origen rabínico a fin de evitarlo (Shmirat Shabat Kehiljatá 33:1). En el caso de un niño que necesita en gran manera  algo específico, se lo considera como persona enferma aunque no esté en cama (Ramá 328:17, Mishná Berurá 276:6, arriba 24:6).

La forma más sencilla y aceptada de atender a un enfermo es mediante un gentil, pues ya estudiamos (arriba 25:1) que si bien los sabios prohibieron pedir a un no judío realizar una labor para otro judío, mas, lo permitieron cuando se trata de una persona enferma (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 129(A)). Por lo tanto, para aliviar una persona enferma se permite pedir a un gentil para una persona enferma: encender o apagar la luz, encender la estufa, cocinar, viajar a traer medicamentos, activar el elevador y hacer radiografías. Asimismo, se puede pedir a un dentista gentil que lleve a cabo un tratamiento de primeros auxilios odontológicos para quien sufre de un dolor de muelas y también pedir a un médico gentil que escriba una receta para un enfermo. También se puede pedir a un gentil que traslade a un judío enfermo al hospital o al médico, y en caso de que el paciente requiera de un acompañante se le puede pedir que traslade a este también, a condición de que ni el enfermo ni el acompañante realicen la labor por sí mismos.

A quien entra en la categoría de persona enferma le está permitido tomar medicamentos ilimitadamente pues la prohibición rabínica de ingerirlos aplica para quienes sufren de afecciones parciales (Ramá 328:37, ver Beur Halajá allí).

Según la opinión del Ran, un judío tiene prohibido trasgredir prohibiciones rabínicas en pos de la persona enferma de no haber un gentil en las inmediaciones, pero según la opinión de Rashbá  los sabios permitieron dejar sin efecto las prohibiciones rabínicas para atender a una persona enferma, siendo esta última opinión la halajá final. Sin embargo, a priori, de ser posible, es preferible brindar atención al enfermo mediante un gentil o realizar una labor prohibida rabínicamente de un modo diferente al habitual, de modo tal que la trasgresión sea de menor envergadura entrando en la categoría de «Shvut Deshvut» (arriba 9:11). Si no hay alternativa y el enfermo está muy necesitado, un judío podrá realizar para éste acciones prohibidas rabínicamente. Por ejemplo, en caso de necesidad un judío podrá encender o apagar la luz, siempre que lo haga de un modo diferente al habitual mediante el reverso de la mano o con el pie, tal que la acción realizada sólo esté prohibida rabínicamente (arriba 9:3). Asimismo, si el enfermo necesita que se le encienda la calefacción o el aire acondicionado, se podrá hacer de un modo diferente al habitual.

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