12- La trasgresión de una prohibición rabínica a los efectos de cumplir con un precepto importante o por una necesidad comunitaria.

Vimos que la mayoría de los juristas no permiten quebrar una prohibición rabínica («Shvut») de Shabat a los efectos de cumplir con un precepto y que en opinión del Ba´al Haitur esto está permitido, empero, la halajá final se inclina por la opinión mayoritaria. Sin embargo, es importante saber que cuando el precepto a cumplir es público o comunitario, en caso de necesidad está permitido apoyarse en la opinión minoritaria del Ba´al Haitur. Por ejemplo, si el «eruv» se rompió y de no ser reparado todo el público habrá de transportar en Shabat se le puede pedir a un gentil que lo repare aunque esto implique realizar labores prohibidas por la Torá (Mishná Berurá 276:25).

Hay quienes opinan que aunque en caso de necesidad aguda se autorizó quebrar una prohibición rabínica de pedir a un gentil la realización de una labor, de todas maneras no se permite a un judío quebrar una prohibición rabínica de Shabat, aunque sea para que la comunidad toda cumpla con un precepto. Otros son de la idea que en caso de una gran necesidad y cuando se trata de un precepto público o comunitario un judío puede quebrar una prohibición rabínica de Shabat. Por ejemplo, si no hay ningún gentil al cual pedir la reparación del «eruv» y todo el público corre riesgo de trasgredir la prohibición de transportar, un judío podría repararlo mediante un nudo de corbata, o sea un nudo no permanente (ver adelante cap. 29 inc. 8). En definitiva, esta es la práctica comúnmente aceptada.

Asimismo, los sabios permitieron quebrar una prohibición rabínica de Shabat («Shvut»), a los efectos de preservar la dignidad humana («kvod habriot«). Por ejemplo, si una persona evacuó y no tiene con qué asearse el permanecer sucio le humillaría, por lo tanto, los sabios le permiten quebrar la prohibición rabínica de «muktzé» o la de cortar papel de un modo no habitual (Shulján Aruj 312:1, Mishná Berurá 12, adelante cap. 13 inc. 11).

Hay un caso específico que por su trascendencia todos los juristas coinciden en que se puede, a priori, y sin mediar gran necesidad quebrar una prohibición rabínica de Shabat a los efectos de cumplirlo con un precepto – y es el de asentarse en la Tierra de Israel. Si un judío tiene la posibilidad de comprar a un gentil una casa en la Tierra de Israel en Shabat, puede pedir a este que escriba el contrato de compraventa, que se ocupe de que éste sea registrado por las autoridades en el archivo estatal de propiedades e indicarle dónde se encuentra el dinero para que el gentil tome la paga que le corresponde. Esto está permitido hasta para adquirir una pequeña habitación de dos metros por dos metros, pues cada adquisición de una propiedad de manos de un gentil en la Tierra de Israel cumple con el precepto de asentarnos en ella y es beneficioso para todo el Pueblo Judío (Rambán a Tratado de Shabat 130(B), Ribash 387, Shulján Aruj 306:11, Mishná Berurá 45-47).

Índice de halajot en el capítulo

Índice de capítulos

Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
Ordenar ahora