Pninei Halajá

10 – Plantas en macetas

Así como se prohíbe arrancar una rama o una hoja  de una planta que crece en la tierra, se prohíbe igualmente hacerlo de una que crece en una maceta. En el caso de una maceta que posee un orificio inferior, al estar la planta conectada a la tierra, quien arranca de esta algo trasgrede la prohibición de «cosechar» de la Torá. En el caso de una maceta carente de orificio inferior, quien arranca de esta planta trasgrede una prohibición rabínica, ya que esta no está conectada a la tierra y no es la forma natural de crecimiento de la misma (Shulján Aruj 336:7, Mishná Berurá 42). Asimismo, se prohíbe regar plantas que crecen en macetas (Mishná Berurá 336:41).

Se prohíbe mover una maceta de su sitio en Shabat ya que esta es «Muktzé» por tratarse de un instrumento para una labor prohibida, y no se puede regar las plantas que contiene ni cortarlas. Empero, se permite mover en Shabat un utensilio para una labor prohibida si el sitio que ocupa es necesario (ver adelante 23:8). Si se trata de una maceta que se acostumbra llevar de un sitio a otro para fines decorativos o para oler, dado que su uso principal es permitido no recaerá sobre esta la categoría de «Muktzé».

A veces, se prohíbe mover una maceta por incurrirse en las prohibiciones de «sembrar» o «cosechar». Por ejemplo, una maceta colocada sobre la tierra que posee un orificio inferior del tamaño de una pequeña raíz, a través del cual se  conecta al suelo que es su fuente vital – no se la puede retirar de la tierra y colocar sobre una base de plástico por incurrirse en la labor de «cosechar». Si la planta estaba apoyada sobre una base de plástico no se la puede retirar de allí y colocarla sobre tierra pues se incurre en la labor de «sembrar».

Por lo tanto, quien necesite mover una maceta por necesitar del espacio que esta ocupa debe tener cuidado de hacerlo junto con su base de plástico.

En el caso de una maceta que se cayó y parte de su tierra se volcó, no se la podrá devolver por tratarse de una acción que mejora la situación de la planta y se trasgrede las prohibiciones de «arar» y «sembrar». Además, la tierra es «Muktzé» y no se la puede mover. Si al caerse la maceta no se volcó tierra de la misma pero quedaron al descubierto las raíces de la planta, aunque al devolverla a su sitio quedaran nuevamente cubiertas de tierra, no se podrá enderezar la maceta ni siquiera con el pie (de un modo tal que no recae sobre este la prohibición de «Muktzé»), ya que al cubrirse de tierra las raíces se incurre en la prohibición de «sembrar» (se permite abrir una ventana en una habitación en la cual hay una planta en una maceta tal como se explicó en la halajá 3).

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