Pninei Halajá

11- Carencias y manchas

Un etrog que tiene una perforación o le falta una parte, no es apto para su uso en el primer día festivo, ya que entonces el fruto debe estar completo, tal como fue dicho (Vaikrá-Levítico 23:40): “y tomaréis vosotros en el primer día”, entendiendo el vocablo “tomareis” como asir algo íntegro, completo. Sin embargo, el resto de los días, aunque le falte una parte, el etrog será apto. Incluso en el primer día, si el etrog se vio dañado por una espina y se duda si por ello le falta o no una parte – será apto. E incluso cuando resulta evidente que falta una parte de la fruta, si esta continúa creciendo y el orificio cierra y crece sobre él una especie de cáscara, el etrog será también apto para el primer día festivo (Shulján Aruj 648:2).

Si surgiera sobre la cáscara del etrog una ‘jazazit’ (una especie de liquen), esto es, una especie de corte del cual fluye un líquido, y no hay posibilidad de pelarlo sin retirar a su vez una parte de la pulpa frutal, si esta formación se presenta sobre la mayoría de la superficie del etrog, éste será inválido. Asimismo, si la ‘jazazit’ se presenta en dos o tres lugares diferentes y desde ellos se expande, aunque no ocupen la mayoría de la superficie del fruto este no será apto ya que tendrá aspecto atigrado. De igual manera, si la ‘jazazit’ se presenta en el ‘jotem’, en la parte superior del etrog, dado que se trata del sitio más notorio o visible de la fruta, aunque sea de tamaño reducido, si resulta visible a todas las personas que la observen superficialmente, el etrog no será apto. La norma de la ‘jazazit’ se aplica también para manchas muy raras, de colores negro o blanco (Shulján Aruj 648:9-13 y 16). Todos estos tipos de ‘jazazit’ y manchas son sumamente raras o poco frecuentes ya que solamente fenómenos fuera de lo normal inhabilitan la aptitud de las cuatro especies.

No obstante, manchas comunes de color amarillo, gris o marrón que se encentran en los etroguim (‘blotlej’ en idish) no los invalidan pues así son estos frutos naturalmente. Por lo general, este tipo de manchas son causadas por el contacto con las hojas y las ramas que rayan la cáscara de la fruta, por efecto de lo cual se segrega un líquido que se endurece sobre la cáscara del etrog.  Si bien hay juristas estrictos que entienden que, si estas manchas son llamativas y no resulta posible pelarlas sin retirar parte de la pulpa de la fruta, el etrog en cuestión se podrá utilizar únicamente en caso de necesidad o apremio (Mishná Berurá 648:50 y 53), en la práctica, aunque las manchas resalten y resulte imposible pelarlas no invalidan al etrog ya que es natural que se encuentren en la fruta. No obstante, cuanto mayor sea el número de manchas menos hermoso y excelente resultará el etrog.

Cabe destacar que aun después de que el etrog es cosechado, en caso de recibir un leve golpe, se teme que sufra algún tipo de corte que genere una secreción de líquido transparente que cause posteriormente la aparición de una mancha marrón en ese sitio. Si bien esa mancha no inhabilita al etrog, afecta su excelencia o belleza, y por ello se tiene el recaudo de envolver al fruto en lino o en un material esponjoso. En caso de que el etrog reciba un golpe, es bueno enjuagarlo, para retirar de su cáscara la secreción transparente y evitar así su posterior manchado.

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