Pninei Halajá

09. Ayunos a los efectos de retornar en teshuvá.

Muchos acostumbran ayunar en víspera de Rosh Hashaná a los efectos de asumir padecimientos que expíen por los pecados, ya que aquellas restricciones que la persona acepta para sí en el momento de retornar en teshuvá le limpian y eximen de los graves castigos que sus trasgresiones le ameritaron. Otro tanto ocurre con los ayunos públicos, estos expían a la congregación por los pecados cometidos y la eximen de padecer castigos.

Dijeron nuestros sabios (Midrash Tanjuma Emor 21): «Esto se asemeja a una ciudad que le debía un gran impuesto al rey, éste enviaba continuamente representantes para que cobren la deuda, mas sus gentes no lo abonaban ya que la suma era muy abultada.  ¿Qué hizo el rey? Le dijo a su corte y a su ejército: ¡Vayamos contra ella! Tras marchar unas diez millas los habitantes de la ciudad se enteraron de la invasión en camino y temieron. ¿Qué hicieron? Los notables de la misma salieron a recibir al rey. Este les preguntó: ¿Quién sois? Le respondieron: somos habitantes de la ciudad hacia la que marchas para cobrar el adeudo. ¿Qué queréis? Le respondieron: por favor ten clemencia de nosotros ya que no tenemos cómo pagar. Les respondió: os hago una quita de un tercio del importe. Al acercarse más a la ciudad salieron a su encuentro los de la clase media. Les preguntó: ¿Quién  sois? Le respondieron: somos habitantes de la ciudad a la que marchas para cobrar el adeudo, mas no podemos abonarlo y os pedimos tengas clemencia de nosotros. El rey les hizo una segunda quita de un tercio. Cuando ya se aproximó más a la ciudad salieron a su encuentro todos los habitantes de la misma, tanto los notables como el populacho. Les pregunto: ¿Qué queréis? Le respondieron: Señor nuestro, no tenemos con qué pagar lo que os debemos. Entonces, el rey les condonó el total de la deuda.

El rey es el Rey de Reyes el Kadosh Baruj Hú, enaltecido sea Su nombre, los habitantes de la ciudad son el pueblo de Israel que cometen pecados todos los días del año. ¿Qué hace el Kadosh Baruj Hú? Les dice: retornad en teshuvá desde Rosh Hashaná. ¿Qué hacen? En vísperas del año nuevo los grandes maestros de la generación ayunan y Hashem les hace una quita de un tercio de las trasgresiones, desde Rosh Hashaná hasta Yom Kipur algunas personas ayunan y Hashem les quita otro tercio de las trasgresiones. En Yom Kipur todo el pueblo de Israel ayuna y pide clemencia, hombres mujeres y niños y entonces el Kadosh Baruj Hú les borra toda la cuenta, tal como está escrito (Vaikrá 16:30): «por cuanto ese día hará expiación por vosotros, para purificaros de todos vuestros pecados ante el Eterno»

Dado que nuestros sabios afirmaron que el ayunar previo a Rosh Hashaná es sumamente beneficioso, antiguamente acostumbraba hacerlo casi todo el pueblo (ver inciso próximo). Así está escrito en el Shulján Aruj (581:2): «Se acostumbra  a ayunar en víspera de Rosh Hashaná». Sin embargo, no se trata de un ayuno  importante como los que recuerdan la destrucción del Templo, y por lo tanto muchos acostumbraban a hacerlo sólo hasta el mediodía o hasta «plag haminjá[1]«. De todas maneras no se solía ayunar hasta el final del día para no recibir la festividad cuando están ayunando (Ramá allí, Mishná Berurá 562:10).

Había quienes ayunaban diez días, tal como escribió el Ramá (ídem): «Los puntillosos acostumbran a ayunar cada uno diez días y es bueno hacerlo». Durante los Días del Retorno solían ayunar seis jornadas de las diez ya que en los dos días de Rosh Hashaná, en Shabat Shuvá y en víspera de Yom Kipur no se debe ayunar. A los efectos de completar diez días de ayuno se agregaron cuatro antes de Rosh Hashaná.

En las últimas generaciones se redujo mucho la cantidad de personas que acostumbran a ayunar, e incluso en víspera de Rosh Hashaná la mayoría de las personas no lo hacen. Hay quienes consideran que la gente es más débil y consentida que antes, por lo que no corresponde pedirles que se aflijan mediante prácticas piadosas (Jaié Adam 138:1). Los grandes maestros Jasídicos entienden que el servicio a D´s en estas generaciones debe ser realizado principalmente con alegría, por lo que se deben evitar prácticas que atenten contra ella. Quien desee cumplir con esta costumbre mas ayunar le resulta difícil, que lo sustituya mediante tzedaká aportando la suma que estaría dispuesto a abonar con tal de no hacerlo o, al menos que aporte el valor delos alimentos que acostumbra a consumir en el día.


[1]. Aproximadamente una hora y cuarto antes de la puesta del sol (n. de t.)

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