Pninei Halajá

14. Otros «Simanim» que se acostumbran.

Dado que todo lo que se hace en Rosh HaShaná es señal para todo el año, la persona debe alegrarse y confiar en que HaShem habrá de aceptar su retorno, por lo que debe abundar en manifestaciones de amor para con sus amigos y juzgarlos favorablemente. No debe enojarse ni trabarse en rencillas con sus amigos y no debe hablar mal de ellos, ya que además de trasgredir una prohibición es una mala señal para el resto del año (ver Mishná Berurá 583:5).

Dado que Rosh Hashaná es un día de fiesta, es preceptivo alegrarse y alegrar a otros; por lo tanto en las comidas festivas cada quien debe procurar alegrar a los miembros de su familia y a los convidados, siendo esto una buena señal para el año que entra (Pninei Halajá Moadim 1:11).

En Rosh Hashaná es bueno no abundar en sueño, ya que nuestros sabios dijeron (en el Talmud Jerosolimitano) que todo aquél que duerme en ese día su «mazal» o suerte también duerme. Por esta razón, en el tiempo libre entre  los rezos y las comidas se debe estudiar mucha Torá. De todas maneras no es bueno reducir las horas de sueño exageradamente, para así poder concentrarse en el rezo y en el estudio. Por lo tanto, quien siente cansancio al concluir la comida festiva, es bueno que duerma para que pueda luego estudiar apropiadamente. Hay grandes sabios que acostumbraban a dormir en Rosh Hashaná igual que en las demás festividades (Maharam de Rotenburg). De todas maneras, tal como ya estudiamos (inciso 4) es necesario reparar en dedicar la mitad del día a D´s y lo principal es que el tiempo de los rezos sumado al de estudio no sea inferior a las nueve horas.

Hubo quienes acostumbraban a no dormir durante todo el día con la confianza en que esta conducta les proporcionaría vitalidad y vigilia para todo el año (Ramá 583:2, Maté Efraim). Quien se encuentra inactivo durante la fiesta, aunque esté despierto se le considera dormido (Mishná Berurá 9). La mayoría de los sabios de las últimas generaciones (Ajronim) escribieron que de acuerdo con el Arí Z»l lo más importante es abstenerse de dormir antes del mediodía (Shulján Aruj Harav 8, Aruj Hashulján 4, Mishná Berurá 9, Kitzur Shulján Aruj 129:20). De acuerdo con esta costumbre es bueno levantarse al despuntar el alba o al menos al amanecer. De todas maneras, quien teme que si se levanta antes del amanecer le será difícil concentrarse en el rezo o estudiar correctamente, puede dormir hasta poco antes del horario de inicio del rezo ya que ninguna práctica o costumbre es más importante que cumplir cabalmente con los preceptos del estudio de la Torá y la concentración en la plegaria.

Tras el rezo de Arvit cada quien saluda a su prójimo con las palabras: «Le Shaná Tová Tikatev Vetejatem» («Por un buen año en el que sea inscrito y sellado» (en el libro de la vida)) y en femenino «Tikatví Vetejatmí». Hay quienes opinan que dado que el sellado es en Yom Kipur, en Rosh HaShaná se debe decir únicamente: «Le Shaná Tová Tikatev» (Gaón de Vilna). Al día siguiente se saluda de igual manera, mas pasado el mediodía ya no se saluda con estas palabras, pues la parte principal de la inscripción ya tuvo lugar y alcanza con decir «Shaná Tová». Si quien saluda primero agrega al saludo una bendición suplementaria, es correcto responderle con la misma fórmula. Asimismo, también se le puede responder «Vejen leMar» («Y lo mismo para mi Señor»), esto es, que todas las bendiciones que me prodigaste recaigan también sobre ti, mi honorable.

Hay quienes no saludan el segundo día pues la parte principal del juicio tiene lugar el primero. La mayoría de las personas acostumbra a saludar en este día pues el juicio también se lleva a cabo en el mismo (Mishná Berurá 582:25). Todas las tradiciones son correctas.

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