Pninei Halajá

03- El deber de comer en la sucá en la primera noche

Existe una gran diferencia entre la primera noche de Sucot y los demás días festivos, ya que, en estos últimos, si una persona desea ingerir una comida fija o importante deberá hacerlo en la sucá, pero quien opte por conformarse con una ingestión frugal podrá hacerlo fuera de ella. Sin embargo, en la primera noche de Sucot es obligatorio ingerir pan en la sucá. Este precepto se aprende por semejanza con Pesaj, ya que en la primera noche de Pesaj es preceptivo comer matzá, y de igual manera en la primera noche de Sucot es preceptivo ingerir pan en la sucá (Tratado de Sucá 27(A), Shulján Aruj 639:3). De esto se puede aprender respecto de la trascendencia de la primera noche, que es cuando se establecen los fundamentos de toda la festividad.

A los efectos de cumplir el precepto de comer con apetito en la sucá en la primera noche de la festividad, es preciso tener cuidado de no ingerir alimentos que provoquen sensación de saciedad a partir de unas tres horas previo a la puesta del sol en el día de la víspera (Mishná Berurá 639:27).

El horario de cumplimiento del precepto comienza con la salida de las estrellas. Dado que este mandamiento se aprende del de la ingestión de matzá en Pesaj, es preciso comer pan en la sucá antes de la medianoche. A posteriori, quien no alcanzó a hacerlo hasta esa hora podrá comer hasta que despunte el alba (Mishná Berurá 25-26, Pninei Halajá Pesaj 16:31).

Previo a la ingestión del pan en la primera noche se debe tener la intención de cumplir con el mandato de HaShem, quien nos ordenara comer en la sucá en recuerdo de la salida de Egipto y de las nubes de la Gloria Celestial que extendiera sobre nosotros para protegernos del viento tórrido del desierto y del sol. A priori, es oportuno tener esta intención durante los siete días festivos. Sin embargo, a posteriori, incluso en la primera noche, quien sepa que al comer en la sucá observa un precepto habrá cumplido con su deber (Mishná Berurá 625:1, ver arriba 1:4-5).

Tal como en la primera noche de Pesaj se tiene el recaudo de comer una cantidad de matzá equivalente a por lo menos un kezait para que cumpla con todas las diferentes opiniones halájicas, asimismo en la primera noche de Sucot, somos cuidadosos con la ingestión de pan. Por lo tanto, es preciso comer al menos un volumen equivalente a medio huevo, y hay quienes tiene el recaudo de ingerir el equivalente a un huevo entero, y es bueno proceder como estos últimos. No es necesario aplastar la jalá para calcular el volumen de un huevo, sino que se le mide con el pan en su estado natural. En caso de haber interrumpido la ingesta de pan en la mitad, por un lapso mayor al que lleva comer una hogaza de pan (zman ajilat perás, unos 6 o 7 minutos), es preciso comer nuevamente la totalidad del volumen establecido.

En caso de que hubiera llovido en la primera noche, hay quienes opinan que no es preceptivo ingerir el volumen de kazait en la sucá, ya que quien sufre en ella está exento de habitarla (Rashbá y Sefer Mitzvot Gadol). Otros, entienden que quien sufra, debe igualmente ingerir un kazait de pan en la sucá aunque esté lloviendo (Rosh y Ran). En la práctica, es correcto esperar una o dos horas, pues quizás la lluvia cese y entonces resulte posible cumplir el precepto según todas las opiniones.

En caso de que las precipitaciones continúen o, de haber cesado, si el sejaj de la sucá absorbió copiosa agua y continúa goteando con tal intensidad que sentarse en ella resulta un padecimiento – se recitará el Kidush en la sucá, se bendecirá Shejeianu por estar ya en plena festividad y se ingerirá un kazait de pan para cumplir con el precepto conforme la opinión que sostiene que, aunque se sufra se debe comer en la sucá en la primera noche.

Sin embargo, no se habrá de recitar la bendición por habitar la sucá, “Leishev BaSucá”, para tomar en cuenta la opinión de quienes entienden que en caso de que se sufra no es obligatorio comer en la sucá ni siquiera en la primera noche (Ramá 639:5, Mishná Berurá 35). Si la lluvia se interrumpe antes de la medianoche y todavía se puede disfrutar de comer algo de pan, es bueno regresar a la sucá, recitar la bendición de “Leishev BaSucá” y cumplir así también con quienes entienden que el precepto es comer sin padecer penurias.

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