Pninei Halajá

15 – «Construir» («Boné»), «demoler» («Soter») y «el toque final» («Maké Bepatish»)

01 – Las reglas generales de «construir», «demoler» y dar «el toque o martillazo final»

La labor de «construir» es aquella por medio de la cual se erigió el Tabernáculo. Esta labor incluye el allanamiento del terreno para ubicar sobre este el santuario y para que las personas puedan transitar cómodamente por el patio del sagrado recinto. Además, incluye la instalación de las paredes del tabernáculo y su techado y el cercado del patio antes mencionado.

Todo aquel que construye aunque algo mínimo sobre un terreno o una casa, o les agregue algo – trasgrede la prohibición de la Torá de «construir». Por lo tanto, si había un pequeño orificio en la pared y fue tapado, o si había un pequeño pozo en el suelo del patio y fue rellenado,  si se agregó sobre la pared cemento o revoque, o si se agregó agua al hormigón para endurecerlo – trasgredió la prohibición de la Torá (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 102(B), 73(B)).

Toda acción prohibida en el marco de la labor de «construir» implica la prohibición de la acción contraria en el marco de la labor de «demoler», siempre y cuando la demolición reporte algún beneficio. Empero, la demolición con el mero fin de destruir está prohibida rabínicamente. ¿Qué demolición reporta beneficio? Aquella que se realiza a los efectos de volver a construir mejor, la excavación de un pozo en la tierra a los efectos de colocar cimientos y la perforación de un orificio en la pared para atornillar en su interior un tornillo (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 31(B), Rambám 10:15).

Cuando el mero acto de demoler reporta un beneficio, aunque no sea a los efectos de volver a construir, se trasgrede la prohibición de «construir». Por ejemplo: cuando se quita el cemento sobrante adherido al suelo o a la pared, o cuando se excava un pozo para ocultar objetos y si se perfora un orificio en la pared para almacenar objetos (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 102(B)).

Otra labor vinculada a la construcción de casas o elaboración de utensilios es la de dar «el toque final» («Maké Bepatish«), que implica la terminación de los mismos. Por ejemplo, tras concluir la construcción de una casa a veces quedan piedras que sobresalen de la pared y se las golpea con un martillo para enderezarla. Asimismo, tras elaborar un utensilio metálico, a veces quedan prominencias las cuales eran golpeadas con un martillo para alisarlas. Esta labor posee derivaciones tales como la reparación de utensilios con desperfectos y el mejoramiento de otros ya terminados. Otra derivación es hacer una ventana en la pared para que ingresen luz y aire (Rambám 10:16). En algunos casos, la Guemará discute (Shabat 102(B)) respecto de si diferentes labores están prohibidas por tratarse de «construir» o de «dar el toque final». No nos habremos de explayar en este asunto ya que la finalidad de este libro es aprender qué está permitido y   qué está prohibido, tanto por la Torá como por los sabios.

La Torá prohíbe elaborar quesos en Shabat porque durante el proceso las diferentes partes del mismo se conglomeran y unifican, lo cual es típico de «construir» (Rambám 7:6). Asimismo, está prohibido hacer una bola o un  muñeco de nieve, mas como estos no perduran, la prohibición es de carácter rabínica.

02 – La labor de «construir» sobre terreno y las limitantes a la misma.

Tal como vimos, en el marco de la labor de «construir» se prohíbe alisar un terreno para que sea cómodo caminar sobre este, colocar en él sillas o bancos y para que se pueda construir. Por lo tanto, quien retira del terreno un montículo o protuberancia o rellena un pozo – trasgrede la prohibición de la Torá de «construir».

No se permite esparcir arena o pedregullo para cubrir el lodo de  un patio anegado por la lluvia, ya que como lo acostumbrado es dejarlos en el lugar, la acción se asemeja a la labor de alisar el terreno y entonces se trata de «construir». Empero, se permite esparcir heno sobre la superficie en cuestión, ya que como se trata de forraje o alimento animal, no se tiene la intención de que permanezca en el sitio. Esto es posible a condición de que se realice de un modo diferente al habitual («Shinui«), como, por ejemplo, si se transporta el heno sobre el reverso del balde, ya que de no ser así el esparcido se ve como una acción cotidiana («Maasé Shel Jol«) (Talmud Babilonio Tratado de Eruvín 104(A), Shulján Aruj 313:10).

Se permite cubrir excremento o saliva con arena por cuanto que no se tiene la intención de reparar el patio sino únicamente cubrir la suciedad (Talmud Babilonio Tratado de Beitzá 8(B), Mishná Berurá 313:55). Si se cayó aceite sobre la vereda o el piso de la casa se lo puede cubrir con arena para evitar resbalones, a condición de que la arena haya sido previamente preparada para este fin y por lo tanto, no es «Muktzé» (ver adelante 23:3). Igualmente, se permite esparcir sal sobre el hielo para evitar resbalones (Shmirat Shabat Kehiljatá 25:10).

No se permite barrer el suelo del patio para evitar que se cubran pozos pequeños y se trasgreda la prohibición de la Torá, pero se permite hacerlo si la superficie está embaldosada.

En el caso de quien se le adhiere barro a sus zapatos no los habrá de restregar sobre el suelo a fin de no rellenar pequeños hoyos (Shulján Aruj 302:6). Hay juristas que no temen esto y permiten hacerlo (Ramá, Tur Zahav). Quien desee optar por la opinión más flexible está en su derecho, al tiempo que es bueno optar por la opinión más estricta. A priori, se permite restregar zapatos enlodados sobre un cepillo, sobre baldosas y sobre piedras (Mishná Berurá 302:28).

No se debe restregar con el zapato saliva que se encuentra sobre el suelo o sobre la tierra para evitar emparejar o  rellenar pequeños hoyos. Quien quiera reducir su mala sensación tiene permitido pisar la saliva caminando normalmente sobre la misma, a condición de que no tenga la intención de esparcirla o rellenar pequeños pozos (Shulján Aruj 316:11).

No se debe jugar a «la bolita» sobre un suelo de tierra, por temor a que se emparejen pequeños hoyos para permitir a las canicas rodar sobre una superficie lisa. Asimismo, se prohíbe jugar sobre un suelo de tierra cualquier juego que requiera de una superficie completamente llana, por temor a que se emparejen los pequeños pozos. Incluso si se trata de un suelo embaldosado, no se permite jugar sobre este no sea que luego se lo haga sobre suelo de tierra (Shulján Aruj 338:5, Mishná Berurá 20, Mishná Berurá 308:158). Sin embargo, se permite jugar sobre el suelo de la casa ya que hoy día la mayoría de los hogares poseen piso de baldosas, y no se teme que esto lleve a jugar fuera de la casa sobre un suelo no embaldosado (Shmirat Shabat Kehiljatá 16:5).

Los niños tienen permitido jugar con arena fina y seca que fue colocada en un cajón o armario destinado a juegos, ya que mientras esté seca no se le puede cavar pozos ya que la arena vuelve a rellenar los vacíos. Empero, si la arena está húmeda, por cuanto que es pasible de que se le excaven pozos pequeños – no se permite jugar sobre ella (Mishná Berurá 308:143). Está prohibido mojar la arena por transgredirse la prohibición de «amasar» («Lishá«) (Mishná Berurá 321:50). Si la arena no está destinada a jugar es «Muktzé» y se prohíbe jugar con esta (Shulján Aruj 308:38, Mishná Berurá 144).

03 – Instalación de objetos en la casa o sobre el suelo.

Quien instala de modo permanente objetos que son para algún beneficio, trasgrede la prohibición de la Torá de «construir»; y quien desarma o desinstala estos mismos objetos realiza la labor de «demoler». Incluso, si la conexión no está del todo ajustada y se puede instalar o desinstalar fácilmente, como en el caso de ventanas que se pueden colocar o retirar de sus bisagras o rieles, también se está trasgrediendo. Esto se debe a que al ser colocadas las ventanas en cuestión se transforman en parte integral de la casa, por lo que quien las instala o retira trasgrede una prohibición de la Torá. Por lo tanto, si en la habitación hace calor no se pueden retirar las ventanas (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 122(B), Shulján Aruj 308, Mishná Berurá 39). Asimismo, está prohibido colocar o retirar el filtro que va instalado en la canilla, los tubitos o cánulas de goma que van conectados a la canilla o la bombita de luz que va enroscada en su base, ya que en todos estos casos se trata de conexiones permanentes. Quien clava un clavo en la pared o pega sobre esta un gancho de plástico – trasgrede una prohibición de la Torá por tratarse de conexiones permanentes (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 103(A), Mishná Berurá 314:8).

Igualmente, está prohibido colocar los ganchos de la cortina en el riel o colgar la cortina de los ganchos que están conectados al riel. Tampoco se puede conectar el palo de la cortina a los ganchos que sobresalen de la pared. Si bien en todos estos casos se trata de conexiones flojas o no excesivamente ajustadas, dado que están conectadas al edificio – están prohibidas por la Torá. Empero, cuando no hay conexión entre el gancho y el palo sino que simplemente se coloca uno sobre el otro o uno dentro del otro, de modo tal que el palo se mueve con facilidad, se permite el ensamblado. Asimismo, se permite hacer pasar los nudos o aros de la cortina por el palo en cuestión.

Si el objeto que se conecta a la casa o al suelo no perdura largo tiempo la prohibición es de índole rabínica. Por ejemplo, pegar un gancho de plástico a la pared mediante vacío ya que no dura mucho tiempo instalado está prohibido rabínicamente.

Todas las cosas que se prohíbe conectar o instalar, si están desatornillados se prohíbe reforzarlos. Por lo tanto, está prohibido ajustar el tornillo de una canilla y la manija de una puerta o armario que se desajustaron.

Sin embargo, objetos que no se conectan o incorporan a la casa pasando a formar parte de la misma, no hay prohibición de colocarlos o retirarlos. Por ejemplo, se permite colgar un cuadro pues no se trata de parte integral de la pared. Si la ventana se rompió y se filtra dentro de la casa viento frio, se puede colocar sobre la misma una tela para tapar el acceso del frío, ya que la tela en cuestión no forma parte de la pared sino que es colocada temporariamente (Mishná Berurá 313:3, 315:7, Shmirat Shabat Kehiljatá 23:41 y 44). Asimismo, se permite pegar papeles al refrigerador mediante imanes pues estos no forman parte del mismo. También se permite colocar un filtro en la boca de la canilla, introducir o retirar una ficha del enchufe, ya que no se consideran parte del enchufe y por ende no se está ante las labores de «construir» o «demoler».

Obviamente, se permite abrir y cerrar puertas, ventanas y canillas, incluso si se trata de una puerta que no se acostumbra abrir o una llave general que no se acostumbra cerrar, ya que siguen siendo parte del edificio y este es el modo natural de usarlos, por lo que no se realiza la labor de «construir» o «demoler». Se permite también abrir y cerrar un toldo o techo plegable del balcón que está conectado a ejes o se mueve sobre un riel ya que se lo considera como una ventana (Ramá 626:3).

La manija de la puerta que se cayó de su sitio no se la puede ajustar mediante un clavo de modo tal que ambas manijas (de ambos lados) se conecten una con la otra, por tratarse de una prohibición de la Torá. Si se devuelve la manija a su sitio sin ajustarla con un clavo, conectando a ambas manijas de ambos lados una con la otra, por cuanto que se trata de una conexión temporal, está prohibida rabínicamente. Empero, se permite regresar la manija de un lado de la puerta lo cual no se considera siquiera conexión temporal por cuanto que la manija carece de sostén alguno. Empero, en este caso se teme que la persona se olvide y posteriormente fije la manija con clavos, por lo que se debe colocar la manija de un modo diferente al habitual, hacia arriba o hacia abajo, tal que no se tema que alguien pueda reforzar su conexión. En el caso de una manija que comenzó a desprenderse de su conexión con la manija del otro lado, no se la puede devolver a su sitio.

04 – «Armar una carpa»: la prohibición de la Torá y la prohibición rabínica.

La labor de «armar una carpa» se deriva («toladá«) de la labor de «construir». A diferencia de esta última en la cual se conectan diferentes componentes tales como piedras, maderas, cemento  y hierro para construir una casa o un utensilio, al armar una carpa no se conectan los diferentes componentes sino que se erige algo que separa un lugar en varias partes. El techo de una carpa separa entre el cielo y los habitantes de la tienda protegiéndolos del sol y la lluvia, un tabique separa entre diferentes sitios y también protege del viento. Por lo tanto, quien arma en Shabat una carpa a base de sábanas u otros materiales que no son aptos para la construcción, aunque no ate ningún nudo ni clave o ajuste clavo o tornillo alguno sino que empleó únicamente nudos moña o ganchos y si la carpa se erige de un modo estable que le permite durar varios días (por lo menos ocho) se considera que se trata de una carpa permanente y por ende se trasgredió la prohibición de la Torá. Incluso, si sólo se armó un techo o un tabique o si sólo agregó a estos un palmo – igualmente se trasgredió la prohibición de la Torá (Prí Megadim, Mishbetzot Zahav 8, Mishná Berurá 315:1, Sha´ar Hatziún 6).

La Torá prohíbe armar una carpa permanente que dure en pie varios días; mientras que los sabios agregaron la prohibición de armar una carpa temporaria. Por lo tanto, está prohibido extender un mosquitero sobre la cama, tanto por cuestiones de recato como para proteger de los mosquitos.

Dado que la parte principal de una carpa es su techo, se prohíbe toda instalación de uno que sea temporario, para cubrir a quienes se encuentran debajo de este, aunque su ancho sea solamente de un palmo. Empero, se permite erigir un tabique temporario como por ejemplo, entre hombres y mujeres que acuden a una clase de Torá. Solamente se prohíbe erigir un tabique que habilita a la Sucá y al Eruv («Mejitzá Hamateret«). Por ejemplo, si una Sucá posee únicamente dos paredes, no se permite erigir una tercera, aunque sea temporaria por cuanto que este tabique resulta ser habilitante  y transforma la Sucá en apta para su uso. Asimismo, está prohibido erigir un tabique temporario para cubrir un hueco en el «Eruv» pues lo habilita como apto (Shulján Aruj 315:1, adelante 29:8).

La prohibición de los sabios de «armar una carpa» temporaria aplica a cuando se erige una nueva, empero, se permite hacer un agregado temporal a una ya existente. Por lo tanto, aquellos que quieren extender una lona en el jardín para tener sombra, que extiendan un palmo de la misma en la víspera de Shabat, y de ese modo les estará permitido continuar extendiéndola durante el día sagrado. En caso de existir en ese sitio un pedazo de techo permanente, se puede extender en Shabat una lona a modo de techo temporario a partir de este. Asimismo, se permite retirar en Shabat lo agregado en ese día (Shulján Aruj 315:2, Mishná Berurá 38).

Si la lona no se comenzó a extender antes de Shabat pero unida a esta hay una cuerda destinada a jalarla y extenderla, se considera a la cuerda como inicio de la extensión de la lona y en Shabat se permite continuar extendiéndola (Mishná Berurá 315:37).

Se permite abrir y cerrar un toldo o el techo corredizo de un balcón conectado a bisagras o sobre un riel pues no se lo considera como el «armado de una carpa» sino como la apertura o cerrado de una puerta (Ramá 626:3). Asimismo, se permite abrir una sombrilla que está fija en el patio.

Se puede abrir y cerrar en Shabat un cochecito de bebés al que se le ensambla o conecta un techito con bisagras. Dado que está permitido abrirlo, se lo considera como el inicio de una carpa, por lo que se puede continuar extendiéndolo mediante un nylon para que proteja a todo el coche (Shmirat Shabat Kehiljatá 24:13).

05 – Reglas referentes a la carpa.

Tal como vimos, los sabios también prohibieron armar una carpa temporaria, lo cual incluye la prohibición de colocar sobre dos columnas una tabla ancha  o extender una lona para protegerse del sol o la lluvia. Sin embargo, cuando las columnas en cuestión no son permanentes, es permitido «armar la carpa» en un orden significativamente diferente al habitual. Esto obedece al hecho de que los sabios prohibieron armar una carpa tal como se lo hace habitualmente, esto es, colocar primero las columnas o tabiques y posteriormente encima de estos el techo. Sin embargo, permitieron «armar una carpa» temporaria en un orden diferente al habitual, de modo tal que primero se suspenda el techo en el aire y luego se coloquen bajo este los tabiques o columnas. Comúnmente, se requiere de la ayuda de otra persona a los efectos de realizar esta acción (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 43(B), Shulján Aruj 311:6, explicación del Gaón de Vilna (Beur HaGrá) allí).

Esta es la norma que aplica respecto de los juegos infantiles. Niños que llegaron a la edad en la que se les comienza a instruir en el cumplimiento de los preceptos («Guil Jinuj«) tienen prohibido extender una manta sobre sillas para así armar una carpa y jugar bajo ésta, empero, tienen permitido extender primero la manta en el aire y luego colocar las sillas que la sostengan. Asimismo, está prohibido armar, con piezas de «Lego», una casa o un garaje que mida un mínimo de un palmo por un palmo, empero, se permite si primeramente se sostiene el techo y luego se incorporan las paredes debajo.

Así como está prohibido armar una carpa temporaria, también se prohíbe desarmarla, y tal como se permite armar una carpa temporaria en un orden inverso al habitual se permite también desarmarla de ese modo, esto es, retirando primero los tabiques o columnas  y luego el techo (Shmirat Shabat Kehiljhatá 24:22).

Cuando no se tiene la intención de erigir una carpa para permanecer bajo esta, pero en la práctica resulta que se forma una y se obtiene beneficio del espacio interior formado, se prohíbe armarla en esa forma. Por ejemplo, se prohíbe colocar un barril de vino sobre otros dos  ya que se tiene el beneficio de que circule el aire entre los mismos para que no se calienten y el vino no se estropee. Por lo tanto, se trata de una carpa temporaria con dos barriles haciendo de tabiques o paredes y el barril superior fungiendo como techo. Sin embargo, nuestros sabios permitieron colocarlos en un orden inverso al habitual, esto es, que una persona sostenga en el aire el barril superior y luego se coloquen los dos inferiores.

Cuando se desea colocar la tabla de una mesa sobre columnas, si estas carecen de un grosor mínimo de un palmo (7.6 cm.) no se las considera tabique o pared de apoyo por lo que se permite colocarlas primeramente y luego sobre estos la tabla en cuestión. En caso de que el grosor de las columnas sea de un palmo se las considera como paredes o tabiques, por lo que se debe primeramente sostener la tabla en el aire y luego colocar bajo esta las columnas para su sostén. Cuando se abre una cuna plegable se pueden colocar tanto la tabla como el colchón en su modo habitual, ya que no hay una pared o tabique bajo estos y no se tiene beneficio del espacio que allí se forma.

Se permite abrir un cochecito de bebés, una mesa, silla  y cama plegables y un corralito, ya que allí todo está ya hecho y conectado desde víspera de Shabat y luego simplemente se los despliega (Shulján Aruj 315:5).

No se permite cubrir un barril muy grande (de casi un metro de diámetro), pues esta acción se asemeja al armado de una carpa. Esto es así a condición de que se genere un espacio mínimo de un palmo (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 139(B), Shulján Aruj 315:13). Si la tapa del barril tiene un mango, entonces no se ve como una carpa sino como la tapa de un recipiente y se lo puede cubrir (Shmirat Shabat Kehiljatá 24 observación 72).

Se permite invertir un recipiente grande y colocarlo sobre alimentos para preservarlos del calor y las moscas, ya que a esta acción no se la considera como «armado de una carpa». Asimismo, se permite dar vuelta un sofá así como un sillón de modo tal que bajo el mismo se forme un espacio, ya que invertir un mueble no entra en la definición de armado de carpa (Beur Halajá 315:5 ‘כסא’).

En opinión de numerosos juristas, está prohibido usar en Shabat un sombrero de ala dura de un palmo de ancho ya que se lo considera como el armado de una carpa temporaria. Si bien según esta opinión está permitido protegerse del sol mediante un abanico y también extender un talit sobre un novio que sube a la Torá, dado que el sombrero está fijo sobre la cabeza y no se mueve, se considera a esta situación como similar al armado de una carpa temporaria (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 138(B), Rabenu Jananel, Rambám, Shulján Aruj 301:40). Se acostumbra a ser flexible respecto del uso de sombrero negro ya que se viste por respeto y no a los efectos de generar sombra; además es posible que el ala no sea tan dura (Mishná Berurá 301:151. Quizás se basan en Rashí que entiende que no aplica la prohibición de armado de carpa al sombrero, solamente se teme que en caso de que sople el viento se lo termine  transportando).

Es una costumbre en Israel el prohibir  el uso de paraguas pues se asemeja a una carpa (ver Beur Halajá 315:8, ‘טפח’, Shmirat Shabat Kehiljatá 24:15).

06 – Lo prohibido y lo permitido en el área de los utensilios.

Así como se prohíbe construir o demoler en una casa, sobre el suelo y en una carpa, también se prohíbe la elaboración y destrucción de utensilios. Por lo tanto, está prohibido insertar el mango de un martillo o de una escoba. Si se lo inserta de modo permanente – se trasgrede la prohibición de la Torá y si la inserción es temporaria – se trasgrede una prohibición rabínica (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 102(B), Shulján Aruj 313:9, 313:6). Asimismo, la Torá prohíbe armar una cama o una mesa mediante clavos, tornillos o pegamento, ya que se trata de una adhesión completa y permanente. También se prohíbe colocar la pata de una silla o de una mesa que se salió. Tampoco se puede ajustar un soporte de goma bajo la pata de una silla o una mesa, ni retirarlo.

Los sabios no sólo prohibieron reparar un utensilio, sino que por miedo a que la persona olvide que es Shabat, prohibieron tocarlo o moverlo. Por ejemplo, en el caso de un banco al que se le salió  una pata, no se lo puede mover para colocar el lado carente de patas sobre otro banco. Empero, si la reparación es complicada o si ya se empleó el banco en cuestión de esa forma antes del Shabat, no se teme que la persona se olvide y lo repare en Shabat – por lo que se lo puede mover (Shulján Aruj 313:8, Ramá 308:16, Mishná Berurá 69, Shmirat Shabat Kehiljatá 20:44).

En Shabat se permite usar utensilios que requieren de atornillado, como por ejemplo, la tapa de un frasco,  la de un salero, la de una olla a presión, una cadenita decorativa que se cierra mediante atornillado o el uso de un largavista o catalejo que se enfoca mediante el giro de sus componentes, ya que ese es el modo habitual de uso y por ende la apertura o cierre del atornillado no se considera labor. Sin embargo, está prohibido destornillar algo fijo que no se acostumbra a abrir o cerrar para su uso habitual, como por ejemplo el mango de la tapa de una olla (Sha´ar Hatziún 313:32, para Maguén Abraham la prohibición es de la Torá y para el Tur Zahav es rabínica).

En el caso de un «stender» que para subir o bajar su altura requiere aflojar una rosca, modificar la altura y volver a ajustarla, la mayoría de los juristas considera que se lo puede subir o bajar ya que ese es el modo habitual de empleo del mismo, y en cada uno de los momentos del cambio el «stender» continúa siendo apto para su uso (Aruj HaShulján 8:9, citando a Rabí Shlomo Zalman Oierbaj y Rabí Iosef Shalom Eliashiv, Yalkut Iosef 314:2).

Se permite cambiar la posición de un cochecito de bebé del modo acostado a sentado y viceversa, si el movimiento se realiza mediante ejes o bisagras. Empero, si a los efectos de modificar la posición es necesario aflojar tornillos que sujetan la cuna en el modo acostado, y retirarla para luego atornillar una sillita para el modo sentado, esto se prohíbe pues se trata de una conexión fuerte que no se modifica asiduamente (Shmirat Shabat Kehiljatá 28:50).

07 – ¿Qué tipo de ensamble y desarmado de utensilios está permitido?

Existe una diferencia entre el armado de partes para la construcción de una casa al que es necesario para elaborar un utensilio. En el primer caso, dado que se trata de la construcción de una casa permanente se prohíbe adjuntarle partes, aunque sea mediante junturas laxas; y de la misma forma está prohibido desarmarla o demolerla. Por ejemplo, está prohibido instalar una ventana sobre sus bisagras aunque se trate de una labor sencilla o liviana y la conexión a las bisagras no sea firme, ya que la ventana queda incorporada a la casa. Es necesario saber que un armario que puede contener cuarenta «seá» (1x1x3 codos, el codo mide 45.6 cm.) entra en la categoría de casa, por lo que está prohibido realizarle una conexión o ensamblarle algo aunque esta sea laxa (Ramá 314:1).

Empero, en el caso de utensilios, por cuanto que son de naturaleza más temporaria, se los puede ensamblar mediante una conexión no permanente que no requiere de una especial habilidad o fuerza. Por lo tanto, se permite armar y desarmar una cama de las que se ensamblan y desarman todos los días como las de los viajeros y sus junturas no son fuertes (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 47(a) y (B), Shulján Aruj 313:6). Asimismo, se permite retirar la puerta de un utensilio que se arma y desarma fácilmente como en el caso de una que gira sobre bisagras. Según el criterio básico de la ley se puede instalar o colocar una puerta sobre las bisagras, empero, si estas están conectadas al utensilio mediante clavos o similares esto se prohíbe rabínicamente ya que se teme que se refuercen los clavos de modo que la juntura sea  permanente, y de esa forma se trasgreda la prohibición de la Torá. Solamente en caso de que no sea posible reforzar las bisagras, si por ejemplo, estas son parte integral del utensilio, se permite ensamblar la puerta en cuestión (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 122(B), Shulján Aruj 308:9).

La regla general indica que está prohibido, rabínicamente, ensamblar un utensilio que se acostumbra a armar de modo definitivo aunque se hagan junturas flojas, no sea que, por olvido, las junturas sean ajustadas y el ensamble sea permanente, trasgrediendo así la prohibición de la Torá. Empero, se puede armar y desarmar un utensilio que se ensambla fácilmente y de modo temporario, ya que no se teme que, por error, sea ensamblado de modo permanente transgrediéndose así la prohibición de la Torá. Por lo tanto, se permite alargar una mesa agregando una tabla destinada a ese fin así como también acortarla retirando la tabla en cuestión, dado que las tablas están ensambladas de modo temporario. De la misma forma, se puede armar y desarmar en Shabat la bandeja de la silla del bebé ya que la articulación no es fuerte.

Según esto, en opinión de muchos juristas el armar y desarmar con los bloques de «Lego» no implica la labor prohibida de «construir» y «demoler», ya que los ensambles no son ni fuertes ni permanentes, y las junturas están a priori  destinadas a ser desarmadas (Tzitz Eliezer 13:31, Iejavé Da´at 2:55, en Shmirat Shabat Kehiljatá 16:19 se adopta una actitud más estricta).

Algunos sabios de las últimas generaciones escribieron que está prohibido hacer figuras mediante el doblado de papel, como por ejemplo, barquitos o aviones, así como también prohíben plegar las servilletas de formas especiales pues esto se asemeja a la labor de «construir» (Rabí Shlomó Zalman Oierbaj, Shmirat Shabat Kehiljatá 11:41, 16:21). Hay juristas que lo permiten, pues estas acciones no entran en la categoría de la labor de «construir», por tratarse de objetos no duraderos que serán desechados rápidamente (Ribebot Efraim I citando al Rav Fainstein). Quien adopta en esta cuestión una actitud flexible tiene juristas en quienes apoyarse, y quien adopte una actitud estricta será bendecido. En caso de que sean niños quienes hagan las figuras – se puede ser flexible a priori.

08 – ¿Cuándo se pueden reparar utensilios descompuestos?

Hay utensilios que desde un inicio tienen todas sus juntas firmes, empero, a veces con el correr del tiempo éstas se aflojan. En caso de que las personas estén acostumbradas a emplearlos con las junturas flojas – no hay prohibición de ensamblarlos o desarmarlos. Esto se debe a que como ya se han habituado a usarlos de esa manera, no se teme que vayan a reforzarlos  con clavos o pegamento y por lo tanto no está prohibido ensamblarlos. Como vimos anteriormente, ensamblar o conectar un utensilio de manera débil no se considera «construir» (ver Ramá 308:16, Shulján Aruj 313:6).

Por lo tanto, si se salió una ruedita de una cuna, en caso de que se acostumbre a devolverla a su sitio sin ajustarla esto está permitido. Otro tanto ocurre con las gomas que se colocan bajo las patas de sillas o mesas, si su conexión es floja y se salen – se las puede devolver a su sitio. Asimismo, si a una muñeca se le sale una pierna, si la juntura es fuerte no se la puede devolver a su sitio pero si la juntura es débil – está permitido.

Si los brazos de los lentes se caen, no se permite devolverlos a su sitio mediante atornillado, ya que esta juntura se suele ajustar fuertemente. Tampoco se puede devolver el brazo de manera floja por temor a que por olvido se lo ajuste – y se trasgreda así la prohibición de la Torá. En caso de que se pierda el tornillo ya no se teme que la persona ajuste el brazo del armazón, por lo que se lo puede devolver a su sitio mediante un alfiler de gancho o similar por cuanto que se trata de una conexión floja (Shulján Shelomó 314:11:2).

En el caso del lente que se desprende del armazón, si para devolverlo a su sitio es necesario emplear un tornillo que puede ser ajustado fuertemente, no se permite devolverlo flojamente no sea que por descuido se atornille fuertemente. Empero, en caso de que no exista tornillo alguno en el lugar, sino que el armazón se dilató lo cual a veces provoca la caída del lente, se le puede devolver. En este caso no se teme que la persona repare el lente de modo permanente puesto que para ello se requiere de la intervención de un profesional (Menujat Ahavá III 23:35, Orjot Shabat 8:49-50).

En el caso de una cucharita, cuchillo o brazo de armazón de lentes que se doblaron levemente, no se los puede enderezar con la mano porque se trata de la labor de «dar el toque final» (Maguén Abraham 340:11, Mishná Berurá 509 incisos 1 y 7).

No se considera «construir» a la acción de estirar el resorte de un autito de juguete para que se mueva, a condición de que esto no provoque el encendido de luces o active ruidos (Shmirat Shabat Kehiljatá 16:14).

Se permite inflar un colchón, una almohada o una rueda de goma si ya fueron inflados alguna vez en el pasado. Dado que está permitido inflarlos se lo puede hacer del modo habitual, esto es, mediante un inflador manual. Empero, se prohíbe inflarlos por primera vez  pues en opinión de muchos juristas el primer inflado los transforma en utensilios. Se prohíbe inflar un globo aunque sea por segunda vez, no sea que se lo ate. Empero, se permite si se trata de un globo que tiene tapón de cierre y no se lo debe atar y además ya fue inflado en el pasado (Shmirat Shabat Kehiljatá 15:89, 16:7, 34:24).

09 – El aseo del suelo y reparaciones en el hogar.

Cuando el suelo está sucio y resulta deshonroso para el Shabat que permanezca en ese estado, se permite barrerlo con escoba. Empero, en el caso de un patio no embaldosado se prohíbe barrer por temor a que se emparejen o rellenen pequeños hoyos y se trasgreda la prohibición de «construir» (arriba halajá 2).

Se prohíbe lavar con agua un piso embaldosado ya que esto no es necesario para honrar al Shabat. Además, se temió que, por error,  también se lave con agua un piso de tierra y se rellenen o emparejen pequeños pozos, trasgrediendo así la prohibición de «construir» (Shulján Aruj 337:3, Mishná Berurá 3). Si se volcó abundante agua sobre el suelo – se la puede retirar mediante el uso de un lampazo (Shmirat Shabat Kehiljatá 23:7).

Cuando un sector específico del piso se ensució notablemente, por ejemplo, si se volcó jugo, se permite verter agua en el sitio y limpiarlo con un lampazo o absorber el líquido mediante una toalla o cualquier objeto que no se tema que puedan «escurrir» («Sjitá«) (Rabí Shlomo Zalman Oierbaj, Shmirat Shabat Kehiljatá 23 observación 30, Yalkut Iosef 337:2). Cuando todo el piso se ha ensuciado mucho, quien adopta la postura más flexible y vierte agua sobre él para retirar la suciedad con un trapo, tiene juristas en quienes respaldarse (Or LeTzión 43:8).

Cuando han crecido hierbas y tapan un conducto destinado a actuar como desagüe del techo, provocando entonces que el agua se acumule en él y comience a gotear dentro de la casa, los sabios permitieron pisarlas para así aplastarlas y permitir el drenaje del líquido. Si bien una reparación de un modo no habitual está prohibida rabínicamente por cuanto que se trata de un daño material importante, esta acción realizada de un modo diferente al acostumbrado está permitida (Talmud Babilonio Tratado de Ktuvot 60(A), Shulján Aruj 336:9).

Según esta idea hay juristas que prohibieron destapar un caño mediante un «plomero» o «sopapa» («pompa» en hebreo), puesto que lo que se permitió es destapar de un modo diferente al habitual y el empleo de la «sopapa» implica destapar del modo acostumbrado, por lo que la Torá prohíbe hacerlo y no se debe flexibilizar la actitud aunque se trate de una emergencia (Iabía Omer 5:33, Rabí Shlomó Iosef Eliashiv). Por otra parte, hay juristas que lo permitieron, ya que una obstrucción que se libera mediante el uso de un «plomero» o «sopapa» de goma no se trata de una obstrucción absoluta, por lo que liberarla no implica trasgredir la prohibición de «reparar». Además, la reparación no tiene lugar en el tubo propiamente dicho sino que se trata de retirar suciedad acumulada que lo obstruye (Minjat Itzjak 5:75, Rabí Shlomo Zalman Oierbaj, Shmirat Shabat Kehiljatá 12:18, MeNoam Elimelej III 24:29). En la práctica, en caso de necesidad apremiante es correcto que dos personas sostengan conjuntamente la «sopapa» de goma y liberen la obstrucción, ya que de ese modo, también en opinión de los juristas más rigurosos, la prohibición es de carácter rabínico y en caso de duda en aquello derivado de los sabios, se opta por la opinión más flexible («halajá kemekel»).

Según todas las opiniones está prohibido liberar la obstrucción por medio de herramientas profesionales como, por ejemplo, el «desatascador de lavabo». Asimismo, la Torá prohíbe desarmar la cañería que se encuentra debajo de la pileta o fregadero para vaciar los residuos acumulados y volver a armarla.

Se permite vaciar la suciedad acumulada en el filtro de la pileta o fregadero sin que medie necesidad de hacerlo de un modo diferente al habitual, ya que no se trata de una reparación sino simplemente de retirar suciedad (Shulján Aruj 308:34, Shmirat Shabat Kehiljatá 12:17, ver adelante 22:12).

Está prohibido aceitar la bisagra ruidosa de una puerta o las ruedas de  una carreta, ya que de esta manera se está reparando un utensilio (Shmirat Shabat Kehiljatá 23:43, 28:53). Una media que comenzó a deshilacharse (se le corre «una malla en la media») no se permite adherirle esmalte o jabón al sitio en cuestión para evitar que la rotura continúe progresando, pues se estaría reforzando la media (Shmirat Shabat Kehiljatá 15:77).

10 – Cortar a medida («Mejatej«).

La labor de cortar a medida es aquella por medio de la cual se puede crear o construir, a partir de diferentes materiales, tanto casas como utensilios y vestimenta, entre otros. Si se quiere confeccionar una prenda a base de cuero, este debe ser cortado primeramente según las medidas necesarias. Si se desea construir una casa, primeramente se deben cortar, a medida, las piedras, hierros y tablas de madera necesarios a medida. Si se quiere hacer una ventana, se debe primeramente cortar el vidrio. La regla general es que todo aquel que corta algo en Shabat según una medida específica – trasgrede la prohibición de la Torá de «cortar a medida» («Mejatej«). Asimismo, la Torá prohíbe cortar la parte blanda de la pluma para elaborar almohadas o colchas, pues se trata de un corte que requiere exactitud para separar la parte blanda de la dura (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 74(B)). Esta es la diferencia entre la labor de «cortar a medida» y la de «rasgar» («Korea«), puesto que en esta última lo principal radica en separar dos partes mientras que  «cortar a medida» se centra en hacerlo con exactitud, para elaborar algo a partir de las diferentes partes,.

La prohibición de «cortar a medida» no recae sobre alimentos, por lo tanto, se permite cortar un pastel en porciones iguales y trazar marcas sobre la cáscara de una naranja a los efectos de pelarla. Un supositorio o una pastilla usados por personas enfermas se consideran como un alimento por lo que se permite partirlos a la mitad siguiendo la ranura marcada en ellos (Shmirat Shabat Kehiljatá 33:4).

Algo que es comestible para un animal ingresa en la categoría de alimento, por lo que no recae sobre este la prohibición de «cortar a medida». Por lo tanto, se permite cortar paja o heno con cuchillo y obtener un palito – y separar por su intermedio los dientes. Empero, está prohibido obtener un palillo y escarbadientes para la higiene dental a partir de una rama dura ya que no es comestible para un animal y se incurre en la trasgresión de «cortar a medida». En este caso, quien obtiene el palillo en cuestión mediante un utensilio trasgrede la prohibición de la Torá; y quien lo obtiene manualmente, trasgrede únicamente una prohibición rabínica por cuanto que lo hizo de un modo diferente al habitual (Talmud Babilonio Tratado de Beitzá 33(A) y (B), Rambám 11:7, Shulján Aruj 322:4, Mishná Berurá 13:18).

Se permite tomar ramas aromáticas arrancadas antes de Shabat, desmocharlas y triturarlas para que expidan su aroma. Asimismo, se permite cortarlas para que más personas puedan disfrutar del perfume. Aunque las ramas en cuestión sean duras y no comestibles para un animal, no se prohíbe cortarlas por cuanto que la medida no es importante en este corte. El permiso de cortar depende de que se lleve a cabo con la mano, puesto que si se hace mediante utensilios se teme que por olvido se elabore un escarbadientes y se trasgreda la prohibición de la Torá (Beitzá ídem, Shulján Aruj 322:5, Mishná Berurá 17-18, Ramá 336:8).

11 – La apertura de latas de conservas.

Se permite abrir latas de conservas en Shabat a los efectos de ingerir su contenido; debido a que estas fueron elaboradas para ser usadas una sola vez, carecen de la importancia de un recipiente y se las considera cual cáscaras de nueces. Por lo tanto, así como se permite quebrar una cáscara de nuez para comer el fruto, de la misma forma se permite abrir una lata de conservas para ingerir su contenido.

Estudiamos en la Mishná (Shabat 146:1) que «se puede quebrar un barril a los efectos de ingerir pasas de higos siempre y cuando no se tenga la intención de elaborar un recipiente» con este. Muchos explicaron que se trata de un barril de mala calidad («mustaki«) destinado a ser usado una sola vez, y dado que carece de importancia resulta secundario respecto de su contenido, tal como la cáscara de nuez es secundaria respecto del fruto. Por lo tanto, se permite quebrar el barril para ingerir las pasas de higo. El barril se rompía tratando de evitar que las pasas de higo se desparramen, siendo la  ruptura por la parte superior y los frutos permanecían en su interior hasta que se terminaban de consumir. Sin embargo, los sabios establecieron una condición: «siempre y cuando no se tenga la intención de elaborar un recipiente», esto es, si al barril se le hace una apertura prolija y se lo prepara para almacenar otras cosas – se trata de la elaboración de un utensilio y se trasgrede una prohibición (Shulján Aruj 314:1).

Lo mismo ocurre con la lata de conservas. Se permite abrirla en Shabat para ingerir su contenido, y aunque pasen varios días hasta que este sea totalmente consumido, el recipiente carece de importancia por cuanto que ni bien esté vacío será arrojado a la basura. En cambio quien tiene la intención de introducir en el interior de la lata otros alimentos, no la podrá abrir en Shabat pues al hacerlo estará tornándola apta para su uso.

Hay juristas que tomaron una actitud más estricta y no permiten abrir una lata de conservas en Shabat, aunque se tenga la intención de arrojarla a la basura tras el consumo de su contenido, por cuanto que en la práctica la lata abierta es  apta para almacenar otros alimentos y quien la abre la transforma en recipiente (Jazón Ish 51:11). Sin embargo, en la práctica, la halajá es de acuerdo a la opinión más flexible por cuanto que se trata de empaques o envolturas diseñadas para ser usadas una sola vez, y por lo tanto no hay prohibición de abrirlas. Quien quiera adoptar una actitud más estricta, que abra las latas en víspera de Shabat y si necesita abrirlas el sábado que las vacíe ni bien las abra.

12 – La apertura de bolsas de leche o paquetes de azúcar.

Se permite abrir la tapa adherida a los vasitos de productos lácteos. Asimismo, se permite rasgar las envolturas de galletas o chocolates ya que el papel envoltorio está destinado a ser usado una sola vez, por lo que resulta secundario respecto del alimento contenido. Lo mismo con la cáscara de la naranja que es secundaria respecto del fruto y por lo tanto se la puede cortar o pelar.

De la misma forma, se permite efectuar un orificio en la bolsa de la leche para poder servirla; abrir la etiqueta que abre el paquete de azúcar y abrir una bolsa de dulces, caramelos o demás alimentos.

Los sabios permitían cortar en Shabat cestos elaborados a partir de hojas de palmera destinados a contener los dátiles hasta que maduren. Esto obedece a que el cesto es un recipiente carente de importancia y totalmente secundario al alimento contenido. Por lo tanto, así como se permite cortar la cáscara de un fruto, de la misma forma se permite cortar una cesta para extraer los dátiles de su interior (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 146(A), KolBó, Shulján Aruj 314:8).

Hay juristas que adoptaron una actitud más estricta y prohibieron hacer un orificio de apertura en la bolsa que envuelve a un alimento si este ha de permanecer un tiempo más en el interior del empaque, como en el caso de las bolsas de leche o los paquetes de azúcar. Esto se debe a que si tenemos la intención de hacer un orificio de apertura prolijo por medio del cual se pueda extraer el contenido, resulta que el orificio implica una elaboración o reparación y no una destrucción del recipiente (Jazón Ish 51:10). Según esta opinión, la única manera de abrir una bolsa o paquete es mediante su completa destrucción y pasaje del contenido a otro recipiente.

En la práctica, la halajá es de acuerdo a la opinión más flexible pues estas bolsas carecen de importancia y son tiradas a la basura ni bien el contenido es terminado, por lo que se permite efectuarles un orificio que facilite el consumo y usar las bolsas en cuestión hasta su vaciado.

Además, es menester recordar que al momento de rasgar la bolsa es importante tener cuidado de no cortar letras. De todas maneras, en caso de necesidad se permite abrir la bolsa aunque algunas letras sean cortadas (ver adelante 18:3).

Se permite rasgar envoltorios que contienen otros productos necesarios para Shabat, como por ejemplo pañuelos de papel y paquetes de pañales. Sin embargo, como se habrá de usar el paquete más adelante, en este  caso es bueno hacer una abertura peor que la acostumbrada en días de la semana. Según la opinión más estricta, es necesario romper el envoltorio de modo tal que no sirva más como tal. La halajá es conforme la opinión más flexible.

13 – La apertura de botellas

Surgió un debate respecto de la apertura de botellas de vino que poseen tapón metálico. Hay quienes prohibieron hacerlo pues previo a la apertura el tapón era solamente una cobertura y una vez abierto y separado del anillo metálico que permanece adherido a la botella se transforma en un utensilio, esto es, en un tapón enroscable que sirve para abrir o cerrar la botella (Rabí Shlomo Zalman Oierbaj).

En opinión de la mayoría de los juristas es permitido abrir un tapón metálico sin temor, ya que antes de la apertura se lo consideraba cobertura y la acción de abrirlo no genera un nuevo utensilio. El hecho de ser separado del anillo metálico que permanece adherido al cuello de la botella se asemeja a quebrar la cáscara de una nuez para ingerir el fruto. Además, esto está permitido ya que no se tiene la intención de elaborar un tapón sino únicamente abrir una botella, aunque en el camino se halla creado un tapón enroscable.

Si bien quien quiere adoptar una actitud flexible puede hacerlo, y así actúan muchas personas. A priori, es bueno tomar en cuenta las opiniones más rigurosas y abrir las botellas antes de Shabat. Otra solución posible es guardar tapones viejos para las botellas que se abren en Shabat, y los tapones que se acaban de abrir – botarlos de inmediato a la basura. Dado que en la práctica no se tiene la intención de darle uso a los tapones abiertos en Shabat, los de opinión rigurosa han de reconocer en que no hay prohibición alguna en la apertura.

En caso de que no se hayan guardado tapones ni se hayan abierto las botellas de vino antes de Shabat, quienes toman en cuenta las opiniones más estrictas, suelen primeramente efectuar un orificio en el tapón y recién después lo abren por lo que no se lo puede considerar utensilio pues no puede ser ya un buen tapón (Shmirat Shabat Kehiljatá 9:18). En opinión de los juristas más flexibles es mejor abrir el vino sin efectuar un orificio en el tapón.

Respecto de los tapones de plástico, aún la mayoría de los juristas que suelen ser más rigurosos, coinciden en que no hay prohibición de abrirlos por cuanto que previo a la primera apertura son considerados simplemente tapones, y el abrirlos no los transforma en un utensilio (ídem 9:21), por lo tanto esta es la idea aceptada. Asimismo, se permite abrir un tapón de corcho mediante un saca corchos.

14 – La apertura de latas de bebida y la separación de vasitos de plástico de los productos lácteos.

Hay quienes prohíben abrir la lengüeta de metal de las latas de bebida pues temen que se trasgreda la prohibición de «construir», ya que al retirarla se obtiene un orificio prolijo que sirve para beber. Asimismo, estos juristas temen que se trasgreda la prohibición de «cortar a medida» ya que al retirar la lengüeta se realiza un corte exacto.

Sin embargo, muchos juristas lo permiten pues la lata está destinada a ser usada una sola vez, por lo que retirar la lengüeta no conlleva la elaboración de un recipiente o utensilio sino que se asemeja a quebrar un barril para extraer el vino que está en su interior. Según esta opinión tampoco se está ante la prohibición de «cortar a medida» pues esta aplica únicamente si se corta según medida exacta, empero, cuando no importa dónde se corta y toda la finalidad es realizar un orificio que permita la salida del líquido contenido, se permite efectuar el orificio más cómodo, o sea, retirar la lengüeta.

 

Quien quiera adoptar la actitud flexible puede hacerlo, y quien quiera adoptar la opinión más estricta que no beba por el orificio obtenido mediante el retiro de la lengüeta sino que habrá de verter el líquido en un vaso de modo tal que evidencie que no tiene interés en efectuar un orificio en la lata. Quien quiera adoptar una actitud aún más estricta ha de tener cuidado de retirar la lengüeta  mas no hasta el final, menos de lo acostumbrado durante la semana. De esta manera el corte no se realiza hasta el final y la lata no es apta para un uso decoroso.

Surgió la duda si se pueden separar los vasos de plástico de los productos lácteos que vienen unidos por una juntura blanda y separables mediante presión.

Hay juristas que opinan que dado que se los quiere separar en el sitio previamente marcado se trasgrede la prohibición de «cortar a medida». Además, estos juristas temen que se realice la labor del «toque final» pues mediante la separación se transforman en aptos para su uso.

Otros juristas adoptaron una actitud más flexible ya que únicamente cuando se requiere de un corte exacto nos encontramos ante la prohibición de «cortar a medida», mientras que en este caso lo que se busca es separar los vasos el uno del otro sin que importe dónde exactamente se ha de efectuar el corte. Tampoco se trata de dar el «toque final» ya que los vasitos ya estaban listos con anterioridad y la separación solamente implica retirar un impedimento exterior.

En la práctica, quien quiera conducirse según la opinión flexible tiene juristas en los cuales apoyarse, y quien adopte una actitud más estricta será bendecido. Lo más correcto es separar los vasos antes de Shabat.

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