Pninei Halajá

17. La electricidad y los artefactos eléctricos.

01 – La prohibición de la Torá de encender lámparas y maquinaria eléctrica.

La Torá prohíbe encender lámparas o calentadores eléctricos ya que al encender el foco el filamento arde y al encender el calentador este también lo hace, siendo estas situaciones vedadas por la norma bíblica. Si bien en el pasado no se acostumbraba a calentar metal a los efectos de generar luz o calor, encontramos en las fuentes que cuando calentar hierro reportaba un beneficio, esto estaba prohibido por la Torá. Según Rambám (Shabat 12:1) quien calienta hierro para luego sumergirlo en agua, método empleado para reforzarlo, trasgrede la prohibición de la Torá de encender fuego. Es claro que mientras el calentar hierro reporte beneficio – estará prohibido por la Torá. Quien apaga una lámpara o un calentador eléctrico trasgrede una prohibición de los sabios ya que no se asemeja al apagado de un fuego común. Al extinguir un fuego común se generan carbones por lo que la Torá lo prohíbe, empero, al apagar el flujo eléctrico no se genera cosa alguna por lo que la prohibición es rabínica.

La Torá prohíbe realizar labores no permitidas en Shabat por intermedio de máquinas eléctricas, ya que quien activa una moledora eléctrica trasgrede la prohibición de moler y quien activa una máquina amasadora trasgrede la prohibición de amasar y así en el caso de las demás labores.

Si bien en la práctica la persona no amasa o muele con sus propias manos, dado que oprime el botón que activa la maquinaria, se la considera autora de  todas las acciones que se realizan (Oraj Mishpat 70, Ajiezer 3:60).

Así como se prohíbe activar un aparato eléctrico oprimiendo un botón, de la misma forma está prohibido hacerlo mediante un control remoto. Si bien en este caso no hay contacto directo entre el dedo que comanda y el aparato eléctrico, dado que esa es la forma habitual de poner esa maquinaria en funcionamiento – se prohíbe el accionado remoto al igual que el manual.

02 – ¿La electricidad está prohibida por la Torá o por los sabios?

Está prohibido activar aparatos eléctricos en Shabat, como, por ejemplo: el teléfono, un altavoz, una alarma, un timbre, un ventilador, un acondicionador de aire o una computadora. Aunque en estos aparatos no haya un cuerpo metálico o un filamento que arda y por ende no se realice con estos ninguna de las treinta y nueve labores prohibidas, se prohíbe igualmente usarlos en Shabat; empero los sabios de las últimas generaciones debatieron respecto de si la prohibición es de la Torá o rabínica.

Hay juristas que consideran que toda activación de un aparato eléctrico está prohibida por la Torá por tratarse de la labor de encender fuego, ya que la electricidad se asemeja al fuego en cuanto que al igual que éste contiene fuerza y energía traducible en acción. Por esta razón, nuestro maestro Maran HaRav Kuk tendía a considerar a la electricidad como fuego ya que lo esencial en este elemento no es que se vea como tal sino que pueda iluminar, calentar o activar diferentes objetos. Encontramos que nuestros sabios disciernen entre diferentes tipos de fuego, existiendo uno que no quema ni destruye, como el que ardió en la zarza que divisó Moshé Rabenu (Oraj Mishpat 71). Esta es la opinión del Rav Uziel quien considera que activar aparatos está prohibido por la Torá por tratarse de las labores de encender fuego y crear un utensilio, ya que mediante su encendido el aparato se transforma en útil (Mishpetei Uziel Oraj Jaím 2, 36:2). Según la opinión de Jazón Ish (Oraj Jaím 50:9) activar aparatos eléctricos está prohibido por tratarse de la labor de construir, ya que al cerrarse un circuito eléctrico se obtiene un utensilio que mediante la electricidad que fluye a su interior, el cable se ve activado y mediante este el aparato en cuestión. De acuerdo a esto quien cierra un circuito eléctrico construye un utensilio y quien desenchufa un circuito eléctrico lo destruye.

Según la opinión de muchos juristas, activar un aparato eléctrico que carece de un filamento que se calienta y no realiza ninguna de las treinta y nueve labores prohibidas en Shabat está prohibido rabínicamente, por tratarse de una acción que corresponde a los días comunes. Además, al activar estos aparatos fluye electricidad por los cables (Beit Itzjak). Sin embargo, no se trata de una prohibición de la Torá ya que no hay fuego en un aparato que carece de un filamento que se caliente. Tampoco se realiza la labor de construir pues no corresponde definir un circuito eléctrico como utensilio. Esta es la opinión de los rabinos Auerbach (Minjat Shlomó 1:9-12) y Waldenberg (Tzitz Eliezer I 20:10).

En la práctica, a priori actuamos conforme la opinión que sostiene que usar electricidad en Shabat – está prohibido por la Torá, al tiempo que en caso de necesidad y de mediar más circunstancias que requieran una actitud más flexible, se toma como respaldo la opinión de los juristas que sostienen que activar electricidad en Shabat está prohibido rabínicamente.

03 – Aparatos eléctricos que generan sonidos (como teléfono o parlante).

Tal como aprendimos, en el marco de la prohibición de activar aparatos eléctricos en Shabat se prohíbe llamar por teléfono o activar un parlante.

Aunque la línea telefónica esté abierta o el parlante esté activado desde víspera de Shabat – no se permite hablar a través de estos pues el habla intensifica el flujo de electricidad en los micrófonos. Ya vimos anteriormente que hay quienes consideran que la prohibición del uso de electricidad en Shabat tiene origen en la Torá, mientras que otros consideran que es rabínica. Además, los sabios decretaron que en Shabat no se emita sonido mediante un utensilio apropiado para ello, por lo que en opinión de muchos, quien habla por micrófono trasgrede este decreto (según Ramá 338:1). Además, el uso de un micrófono se percibe como una actividad apropiada para días de  semana y se considera como una falta de respeto hacia el Shabat  puesto que quienes lo oyen pueden pensar que el aparato fue encendido durante el  día sagrado (Igrot Moshé Oraj Jaim 3:55).

Sin embargo, un discapacitado auditivo puede usar audífonos eléctricos que van dentro de su oído a condición de que los active en víspera de Shabat y durante el día sagrado no suba o baje el volumen. A la hora de dormir puede retirar el aparato de su oído sin apagarlo y a la mañana siguiente puede colocárselo nuevamente sin encenderlo. Si bien aprendimos que no se puede usar teléfono o micrófono (o parlante) en Shabat ya que al hablar mediante estos se intensifica el flujo eléctrico en el interior del aparato, esto aplica cuando se le habla a éste directamente. Empero, si hablamos normalmente, el audífono en el oído de  la persona se activa mediante una segunda fuerza y a esto se le denomina «Grama» y en caso de gran necesidad se permite este mecanismo. En este caso no se trasgrede el decreto de emitir sonidos en Shabat ni tampoco se le falta el respeto al día, pues el sonido es escuchado únicamente en el oído de quien porta el audífono.

Así como se prohíbe activar un micrófono o parlante antes de que entre Shabat para hablar por estos, del mismo modo se prohíbe dejar un portero eléctrico o intercomunicador abierto para poder escuchar a través de este las voces de quienes vienen a visitar o lo que pasa en la habitación de los niños. En el caso del portero eléctrico o intercomunicador estamos ante un caso de «Grama» por cuanto que no se habla directamente al aparato sino que se habla en un sitio y la voz se escucha en otro. De todas maneras estamos ante la prohibición de una acción que corresponde a los días hábiles y encierra un desprecio por el Shabat,  así como la de usar un utensilio que emite sonido. Empero, si por error el portero eléctrico quedó abierto en Shabat y la persona no tiene intención de hablar a través del aparato, puede continuar haciéndolo normalmente.

04 – Elevadores (ascensores).

Está prohibido activar un elevador en Shabat ya que cuando se oprime un botón esto conlleva a prohibiciones establecidas en la Torá y cuanto menos rabínicas. Los juristas debatieron respecto de elevadores de funcionamiento automático, esto es, que son programados antes de Shabat para detenerse en cada piso o cada dos, sus puertas se abren solas por un lapso prefijado y se vuelven a cerrar para continuar ascendiendo o descendiendo.

Hay juristas que opinan que no se debe subir o bajar con estos elevadores pues el uso de estos aparatos es una acción que corresponde a los días de semana («maasé shel jol«). Además, quien ingresa a un elevador causa que el motor del mismo emplee más fuerza y más electricidad para subir o para bajar (Jelkat Yaakov 3:137, Minjat Itzjak 3:60, Jut Shaní I Pág. 206, HaRav Wozner).

Otros juristas consideran que se permite ascender por un elevador de estos mas no descender, pues al bajar el aparato emplea el peso de la persona para generar electricidad – por lo que quien desciende se transforma en copartícipe en la elaboración de electricidad (Rav Levi Itzjak Halperin en su libro «Ma´aliot BeShabat«).

Hay juristas que sostienen que no hay prohibición y se puede usar un elevador automático por cuanto que la persona no realiza ninguna labor para activarlo y este actúa conforme a un programa activado antes de Shabat. El hecho de que el ascensor posea un mecanismo que pesa a la persona que se sube y transmite al motor cuánta fuerza aplicar y hasta usa el peso del pasajero para producir electricidad, no es cuestión del pasajero ocasional. Esto se debe a que, de todas maneras, el ascensor ha de subir y bajar conforme al programa preestablecido y no se ve alterado por acciones que tienen lugar en el seno del motor a los efectos de economizar electricidad. Siendo así, las acciones que son causadas indirectamente por el ingreso del pasajero al ascensor no guardan relación alguna con él (es un caso de «psik reisha de la nija lei be’Grama'» (que podríamos traducirlo como «una acción inevitable pero no procurada por el sujeto (n. de t.), según los rabinos Henkin, Unterman, Shlomo Zalman Auerbach en Shmirat Shabat Kehiljatá 23:58, Rabinos Zeev Lev Tjumin tomo II  e Israel Rozén Tjumín tomo V)».

La halajá principal es conforme a la opinión flexible y quienes quieran mantener una actitud estricta serán bendecidos; en caso de necesidad, estos últimos pueden adoptar la opinión flexible. Quienes adoptan la opinión flexible deben tener cuidado de no ingresar o salir del elevador cuando las puertas están por cerrarse para no provocar que se vuelvan a abrir. También en opinión de los juristas flexibles, es bueno que el funcionamiento automático del elevador se lleve a cabo bajo la supervisión de alguno de los institutos religiosos expertos en la materia para que se cercioren que el ingreso al elevador no provoca que se encienda la luz así como para que la prohibición, conforme a la opinión estricta, sea de menor cuantía.

05 – El uso de electricidad producida en Shabat.

Existe la necesidad de abastecer a todo el Estado de Israel de energía eléctrica durante todos los días de la semana incluido el Shabat, y toda interrupción del suministro pone vidas en riesgo. Esto obedece a que en los hospitales hay un sinnúmero de aparatos médicos que requieren de electricidad; también en las casas de los particulares hay enfermos de riesgo conectados a aparatos que salvan sus vidas y las fuerzas de seguridad emplean aparatos eléctricos que de no estar disponibles y en funcionamiento impedirían una respuesta inmediata a diferentes escenarios de emergencia. En los días fríos muchos calefaccionan sus casas mediante sistemas eléctricos, y si el abastecimiento se ve interrumpido los niños pequeños y los enfermos podrían entrar en riesgo. En días especialmente cálidos, existe cierto riesgo para enfermos que requieren de aire acondicionado. Además, dado que hoy día se acostumbra a almacenar alimentos durante varios días en el refrigerador o el freezer y si se interrumpe el suministro de electricidad se pueden echar a perder, muchos pueden intoxicarse al ingerir comida en mal estado.

Por lo tanto, la compañía eléctrica debe suministrar electricidad de modo continuo también en Shabat, y de ocurrir algún tipo de percance en algún sitio debe hacerse todo lo necesario para reparar el desperfecto. Dado que los técnicos de la compañía eléctrica tienen permitido reparar el sistema, los demás judíos de ese sitio tienen permitido disfrutar del renovado suministro de electricidad en Shabat. Si el corte en el suministro ocurrió en un sitio pequeño y se sabe con certeza que allí no hay vidas en riesgo en virtud del apagón, está prohibido repararlo en Shabat. Si judíos repararon esa falla en Shabat, no se debe disfrutar de la electricidad hasta una hora pasado el horario de finalización del sagrado día (Rav Shlomo Zalman Auerbach tal como lo cita Shmirat Shabat Kehiljatá 32, comentario 182. Adelante 26:6).

Lamentablemente, es sabido que los funcionarios de la compañía eléctrica de Israel realizan en Shabat tareas no esenciales para el suministro de electricidad sólo con la finalidad de economizar. Más aún, si existiese conciencia de la importancia de cuidar Shabat se podría activar todo el sistema de producción de electricidad de modo automático sin necesidad de intervención humana y sin gastos extra. Sólo sería necesario dejar funcionarios encargados que supervisen e intervengan en caso de que ocurra algún desperfecto  en las plantas generadoras de electricidad. Dado que en la práctica no se intenta evitar labores innecesarias en Shabat, algunos de los grandes rabinos ordenaron ser más estrictos y no usar el suministro de la compañía israelí de electricidad para no disfrutar del resultado de la profanación del sagrado día y no colaborar con el fenómeno (ver Jazón Ish Oraj Jaím 38:4).

Empero, en la práctica se permite usar electricidad en Shabat pues si bien la compañía eléctrica podría organizarse para evitar realizar ciertas tareas en ese día, de todas maneras, en el momento en que los técnicos realizan las labores necesarias para la producción no están profanando Shabat ya que el suministro eléctrico es indispensable para salvar vidas y a raíz de ello todas las demás personas pueden disfrutar del mismo. Si bien los técnicos realizan algunas labores prohibidas destinadas a economizar gastos a la compañía eléctrica, dado que los consumidores no tienen beneficio de ello y desde su punto de vista preferirían que esas labores se realicen automáticamente, pueden disfrutar en Shabat del suministro eléctrico (ver en el libro «Hajashmal Bahalajá» II cap. 1. Menujat Ahavá I 24:1). Últimamente nos fue informado que se realizan esfuerzos para activar la producción de modo automático y así evitar la profanación del Shabat.

06 – El timer («Shaón Shabat») y la postergación de su accionar.

Las prohibiciones de Shabat entran en vigor desde su inicio, empero antes de esto se permite realizar acciones cuyas consecuencias se prolongarán durante el día. Un ejemplo notorio de esto es la activación del timer conectado al flujo eléctrico y que lo interrumpe o reestablece conforme a la previa programación. De esta manera, hoy día se puede hacer que las lámparas eléctricas se enciendan y apaguen en el correr del  Shabat. Por ejemplo, antes de Shabat se pueden encender las luces de la casa y programar el timer para que se apaguen a la hora de ir a dormir y nuevamente se enciendan a la hora de la comida de la mañana, para luego volver a apagarse hasta el nuevo encendido a la hora de la tercera comida («Seudá Shelishit«). Asimismo, se puede instalar un timer en el tomacorriente y conectarle un horno eléctrico o un ventilador para que se enciendan y apaguen a las horas deseadas.

En el caso de una persona que programó un timer para que las luces en Shabat se apaguen a las once de la noche y al final cambió de idea y quiso continuar estudiando hasta las doce, hay juristas que, basados en las sentencias de los sabios, opinan que no puede hacer cambios mientras las lucres funcionan y postergar el horario de apagado de luces moviendo las manecillas del timer ya que lo consideran parte del sistema de iluminación. Esto se puede aprender de la norma que prohíbe colocar una cáscara de huevo llena de aceite junto a una vela para que ésta no tome del aceite en cuestión (Talmud Babilonio Tratado de Shabat 29(b), ídem Beitzá 22(A)).

Por otra parte, el Rabino Auerbach y otros rabinos consideran que quien pospone la acción de apagado de luces se asemeja a quien tiene una vela encendida en la habitación y al comenzar a soplar el viento cierra la ventana para evitar que se apague, lo cual es permitido conforme todas las opiniones y permite que la vela continúe ardiendo. Esto se debe a que la acción no se realiza en el cuerpo mismo de la vela sino que impidió que ingrese el viento, por lo tanto no hay acción prohibida. Asimismo, quien pospone la acción del timer no realiza acción alguna en el cuerpo mismo de la lámpara o aparato eléctrico sino que evita, por un tiempo más, la puesta en funcionamiento del dispositivo. Dado que su uso está permitido, no se debe considerar como «Muktze» a los botones del timer.

Dado que la línea de razonamiento de los juristas más flexibles es muy sólida y es la práctica más acostumbrada, se puede, a priori, confiar en esta postura. Por lo tanto, toda acción que prolongue el estado actual del timer está permitida. Si la electricidad está desconectada se permite prolongar esta situación y así la luz se ha de encender más tarde. Si la electricidad está conectada, se permite prolongar esta situación para que la luz se apague más tarde. Asimismo, cuando la luz está apagada se permite bajar el botón que enciende las lámparas para que una vez que llegue la hora en la que el timer las enciende, estas permanezcan apagadas (Shmirat Shabat Kehiljatá 13:26-33).

Empero, no se permite cambiar el timer de modo tal que se adelante el momento de encendido o apagado. Por ejemplo, si este estaba programado para que apague las luces a la medianoche y las personas decidieron irse a dormir más temprano – se prohíbe adelantar el horario de apagado. Aunque el apagado no se realice con las manos puesto que las luces no se apagan de inmediato sino tiempo después de que se mueven las manecillas del timer, de todas maneras provocar el apagado está prohibido rabínicamente. Asimismo, si se le programó de modo tal que encienda las luces a las 10:00 de la mañana, se prohíbe mover los botones para que se encienda más temprano ya que los sabios prohibieron provocar el encendido de una luz.

07 – El botón regulador del termostato.

La norma que se aplica sobre los aparatos eléctricos que funcionan con termostato es similar a la que rige sobre el timer. En opinión de algunos de los juristas está prohibido modificar el botón del termostato. En opinión del Rabino Auerbach y otros juristas, se permite cambiar el estado del botón en cuestión para prolongar el estado actual.

Por ejemplo, quien antes de iniciar Shabat activa un radiador para  calefaccionar la casa a un grado medio y durante el sagrado día ve que el clima es más cálido de lo que pensó y prefiere que la estufa caliente menos, habrá de esperar hasta que el termostato interrumpa el funcionamiento del radiador y entonces girará el botón regulador y lo cambiará a una temperatura menor, de modo tal que el lapso de interrupción del calefaccionamiento sea más prolongado y luego el calentador funcione por menos tiempo. Empero, está prohibido disminuir la temperatura mientras el radiador funciona ya que esto acelera el momento de apagado.

En caso que se desee que el radiador caliente más durante Shabat, se habrá de esperar a que el radiador funcione y llegue al punto de calor en el cual es necesario retirar la mano («iad soledet bó» o sea, por lo menos 71 C°). En este momento se procederá a girar el botón que regula el termostato y ponerlo en una temperatura mayor para que de esa manera la estufa continúe funcionando por más tiempo. Empero, si esto se hace cuando la temperatura es menor a «iad soledet bó» se trasgrede una prohibición, puesto que se provoca que se cocine el aceite en el interior del radiador. Cuando la estufa no funciona, igualmente se prohíbe girar el botón a una temperatura mayor ya que esto provoca un cambio en la situación y puede generar el encendido inmediato del calefactor.

La misma norma aplica respecto del aire acondicionado o refrigerador que poseen botones reguladores del termostato. Mientras funciona el motor que enfría se permite girar el botón regulador del termostato y ponerlo en una temperatura inferior, ya que de esa forma el enfriamiento se prolongará por más tiempo. Cuando el motor deja de enfriar, se permite girar el botón regulador del termostato y ponerlo en una temperatura superior, ya que de esa manera el motor del refrigerador prolongará su funcionamiento (Minjat Shlomó 10, Shmirat Shabat Kehiljatá 23:24).

Todo esto es así a condición de que el termostato no se regule escribiendo  sobre una pantalla. Empero, si el cambio se realiza oprimiendo botones que cambian el nivel de la temperatura y aparece en la pantalla electrónica como en muchos de los acondicionadores de aire – se prohíbe por tratarse de la labor de escribir y porque cada presión dactilar genera de inmediato una acción eléctrica.

08 – Abrir un refrigerador u horno eléctrico y el ingreso a una habitación con aire acondicionado.

Se prohíbe abrir en Shabat la puerta de un refrigerador cuando esto genera una actividad eléctrica. Por ejemplo, en la mayoría de los refrigeradores encontramos una lamparita que se enciende al abrirse la puerta, y si no se desconectó antes de Shabat se prohíbe abrirla durante este día. Asimismo, hay refrigeradores que al abrirse o cerrarse la puerta se activa o desactiva el funcionamiento de los ventiladores interiores o de diferentes sistemas electrónicos, por lo que no se los puede abrir en Shabat.

Sin embargo, si se tuvo la precaución que al abrirse la puerta del refrigerador la lamparita no se encienda, se podrá hacerlo. De todas maneras, hay juristas que permiten abrir la puerta únicamente cuando el motor está en funcionamiento mas no cuando este no funciona, ya que abrir la puerta causa el ingreso de aire caliente y como el motor es activado por el termostato interior resulta que abrir la puerta puede poner al motor en funcionamiento de inmediato o al menos acelerar su activación.

Empero, la halajá permite abrir un refrigerador también si el motor no está en funcionamiento ya que quien lo hace no tiene la intención de poner el motor en funcionamiento y no es seguro que la apertura active el motor, pues quizás este ya debía comenzar a funcionar de todas maneras. Incluso si la apertura de la puerta causa la activación del motor, esto ocurre de un modo indirecto o «Grama«, ya que la apertura de la puerta por sí misma no es la que activa el motor sino únicamente permite el ingreso de aire caliente que influirá después en su activación. Por lo tanto, no se ha de temer por la duda de una acción indirecta o «Grama» realizada sin intención.

Asimismo, se permite beber agua fría de un bebedero sin prestar atención si el motor que enfría funciona o no. De la misma manera, se permite ingresar a una habitación en la cual funciona el aire acondicionado regulado mediante termostato. Si bien al abrir la puerta este puede verse activado, no se trata de algo prohibido por cuanto que no hay certidumbre de que la acción en cuestión ponga en funcionamiento al acondicionador de aire, y por lo tanto se trata de «Grama» o activación indirecta. También se permite abrir la puerta o ventana en una habitación en la cual funciona un acondicionador de aire para frio – calor o un radiador que regulan su temperatura mediante termostato, ya que quien abre una puerta o ventana no tiene la intención de activarlos y tampoco se tiene la certidumbre de que la apertura de puerta o ventana cause la activación, y en caso de que así ocurra se trataría de un caso de «Grama«.

Empero, en el caso de un horno de cocina que funciona con termostato, muchos juristas son de la opinión de que se debe ser estricto en cuanto a que no debe ser abierto cuando los calentadores no funcionan, ya que al ser pequeño su apertura puede influir directamente y activarlos. Por esta razón, se fabrican hornos que poseen «modo Shabat» por efecto del cual funcionan constantemente a temperatura fija sin influencia del termostato. Cuando el horno funciona en «modo Shabat» se lo puede abrir ilimitadamente de acuerdo a todas las opiniones.

09 – Cuando nos olvidamos de desconectar la luz del refrigerador.

Está prohibido abrir o cerrar un refrigerador en Shabat si se olvidó desconectarle la luz, pues al hacerlo esta se enciende o apaga. Si los alimentos que se encuentran adentro son necesarios para el Shabat y hay en la proximidad un no judío, se le puede pedir a este que abra el refrigerador para su propio beneficio, esto es, ofreciéndole algo del contenido. Dado que el no judío abrió el refrigerador para sí – el judío tiene permitido retirar de este aquello que le es necesario. Si bien está prohibido pedirle a un no judío que realice una labor en Shabat, en este caso se le pide sólo que abra el refrigerador (cosa que no se considera una «melajá»), y a raíz de esto la luz se habrá de encender. Luego, se puede pedir al gentil que apague la lámpara para que sea posible más tarde abrir o cerrar el refrigerador. Apagar el foco eléctrico está prohibido rabínicamente por lo que se permite pedir a un no judío que realice una labor prohibida por los sabios si es para el precepto del Shabat (arriba 9:11, ver adelante 25:5).

En caso de no encontrarse en el sitio un no judío y el alimento guardado en el interior del refrigerador es muy necesario, se lo puede desconectar de la corriente eléctrica en un momento en el cual no funcione el motor. Es necesario tomar precaución de hacerlo de un modo diferente al habitual («shinui«), como por ejemplo, insertando una madera o plástico puntiagudos entre la ficha y el tomacorriente, ya que el primero es «Muktze» y no se lo puede mover en Shabat tal como se acostumbra (ver adelante 23:14).

En caso de haber duda si se desconectó o no la lámpara del refrigerador, se lo puede abrir ya que no se tiene la intención de encender el foco sino de abrir la puerta del artefacto. En caso de que se encienda será de acuerdo al modo de «pesik reisha» (consecuencia inevitable mas no deseada de una acción), lo cual no está prohibido. Si bien hay quienes son estrictos en este punto la opinión principal es conforme a la de los flexibles.

En caso de que se haya abierto la puerta del refrigerador y la lámpara se haya encendido, se puede retirar alimentos de su interior y no se ha de cerrar la puerta de nuevo por completo. Esto se logra poniendo allí un repasador o paño, para que así la lámpara no se apague y se pueda volver a abrir el refrigerador cuando se desee.

10 – Lavavajilla.

Está prohibido activar en Shabat una máquina lavavajilla ya que toda activación eléctrica está prohibida. Además este aparato calienta agua para lavar los platos y calentar agua implica trasgredir la prohibición de cocinar.

Quien después de comer acostumbra a retirar los platos sucios de la mesa e introducirlos en el lavavajilla, puede hacerlo, y sólo después de concluido Shabat podrá poner el aparato en funcionamiento. Sin embargo, quien no acostumbra a retirar los platos y colocarlos en el lavavajilla – no podrá hacerlo ya que en Shabat no se puede preparar o adelantar trabajo para los días hábiles de la semana.

Tampoco se puede usar un lavavajilla con timer ya que de no mediar el cierre de la puerta el aparato no se activa, por lo que al hacerlo se provoca que comience a funcionar (Shmirat Shabat Kehiljatá 12:37). Sin embargo, en caso de gran necesidad, cuando es necesario lavar muchísimos platos en Shabat y se dificulta hacerlo manualmente, se puede. Esto obedece a que cerrar la puerta del lavavajilla se considera una acción «Grama» (indirecta) que no encierra una labor real, y en caso de gran necesidad es permitida (ver arriba 9:9, Responsa «MeRosh Tzurim» 30).

Si se neutraliza el mecanismo que conecta el cierre de la puerta con la activación del lavavajilla, de modo tal que si no se cierra la puerta igualmente comienza a funcionar a una hora determinada, se permite colocar platos sucios en el interior del aparato para ser lavados en Shabat (Rabino Faust «LeOhavai Iesh» 1).

11 – Puertas eléctricas.

Está prohibido acercarse a una puerta eléctrica que se abre cuando uno se aproxima a la misma, ya que todo aquel que se acerca se considera como que  activa el mecanismo de modo directo. No hay diferencia si el mecanismo se activa mediante una superficie de pisado ubicada delante de la puerta o mediante un ojo electrónico o sensor de volumen etc. Tal como aprendimos (halajá 2), la opinión mayoritaria de los juristas, y entre ellos el Rav Kuk de bendita memoria, es que toda activación de artefacto eléctrico está prohibida por la Torá.

En el caso de una persona que se quedó Shabat en un hotel o un hospital que posee puertas eléctricas, debe encontrar una apertura alternativa para poder ingresar por esta sin activar el mecanismo eléctrico. Cuando un no judío se acerca a la puerta eléctrica para que se abra para poder entrar, el judío tiene permitido sumarse y aprovechar a hacerlo (ver adelante 25:1-2). Sin embargo, si un judío que no respeta Shabat entra por la puerta eléctrica, está prohibido hacerlo junto a este pues no se puede disfrutar o sacar provecho de una profanación del sábado. Además, sacar ventaja de una trasgresión de Shabat implica una profanación del Nombre Divino («Jilul HaShem«). Si bien hay juristas que a este respecto adoptan una actitud más flexible, corresponde ser estricto y únicamente en caso de gran necesidad, de no mediar otra solución, se puede, a posteriori, actuar según la actitud flexible.

Se puede entrar por la puerta eléctrica abierta por un médico o una enfermera que llegaron a su trabajo en el hospital ya que los ampara el hecho de que salvan vidas («Pikuaj Nefesh«). A priori, la dirección del hospital debe realizar esfuerzos que apunten a reducir la profanación del Shabat en el nosocomio y preparar, de antemano, puertas que no requieran de activación eléctrica.

En el caso de quien se acerca por error a una puerta eléctrica y provoca que esta se abra, hay juristas que opinan que a priori no se mueva de su sitio ya que de hacerlo provocará que la puerta se cierre. Lo que proponen es que la persona en cuestión no se mueva hasta que llegue un no judío, le pida que se pare en su sitio y entonces salga, para así luego, cuando el no judío se retire, la puerta se habrá de cerrar. Empero, si la espera le causa pesar al judío, puede abandonar el sitio ya que él simplemente procura ir por su camino y no le importa si la puerta se mantiene abierta o si se cierra. Este sería un caso de «Psik reisha dela nija lei» (consecuencia inevitable de una acción que no es de su interés), de una acción que es causada indirectamente («Grama«) por lo que no está prohibido. En el caso de que quien abrió la puerta involuntariamente quiso entrar por esta, de mediar gran necesidad, podrá ingresar ya que no tuvo la intención de realizar una labor. Empero, si tuvo la intención de abrir la puerta y se recordó que eso está prohibido, no habrá de ingresar, ya que un judío no puede disfrutar de una labor realizada involuntariamente en Shabat (Shulján Aruj 318:1, ver adelante 26:4).

12 – Cuando al ingresar a una habitación se enciende automáticamente la luz.

No se debe ingresar a una habitación que tiene instalado un mecanismo eléctrico que enciende la luz o el aire acondicionado al entrar. Quien lo hace no puede argüir que no tuvo la intención de encender la luz o el aire acondicionado ya que es sabido que al entrar es lo que habría de ocurrir.

Este problema suele presentarse con habitaciones y baños de hoteles y quienes se alojan deben tener la precaución de hacer que los mecanismos en cuestión sean desconectados. Quien no lo hizo y Shabat ya comenzó, habrá de pedir a un no judío que le abra la puerta y se quede con él un poco de tiempo para que disfrute así tanto de la luz como de la climatización. Recién entonces se pueda considerar que los encendió para sí y por ende un judío podrá disfrutar de estos posteriormente (adelante 25:2).

Si se está dentro del baño y se sabe que al salir de este se apagarán tanto la luz como el aire acondicionado, en caso de que sea posible o fácil permanecer en el interior del mismo o si está por llegar un no judío que puede desactivar el mecanismo automático, es mejor esperar. Empero, si la espera causa al judío malestar podrá salir del baño. Esto obedece a que los mecanismos de luz y aire se apagan automáticamente a los efectos de ahorrarle electricidad al hotel y a quien sale del baño no le importa, por lo que estamos ante un caso «Psik reisha dela nija lei» (consecuencia inevitable no procurada) de una prohibición rabínica, pues el apagado de luces o climatización es una acción prohibida rabínicamente según todas las opiniones. En caso de necesidad se puede actuar con flexibilidad (ver arriba 9).

Sin embargo, tal como aprendimos, luego no podrá volver a la habitación, pues al ingresar la luz y el aire acondicionado se encenderán por lo que sólo en caso de que un no judío le acompañe podrá hacerlo. Por lo tanto, nuestro consejo para un caso así es pedir a un no judío que desconecte el mecanismo automático y entonces podrá entrar y salir de la habitación sin limitante alguna.

13 – El uso del portero eléctrico, la pantalla y el timbre a la entrada de un edificio.

En algunos edificios hay un portero que cuida la entrada cuya labor es ver por pantalla de circuito cerrado de televisión quién entra o sale del predio y si son residentes o sus invitados. Para permitir el ingreso de estos, oprime el botón que activa el mecanismo eléctrico que permite abrir la puerta. Dado que el judío tiene beneficio de que el cuidador lo vea en la pantalla, no puede pararse en un sitio en el cual su rostro sea visible para el primero. Asimismo, un judío que quiere entrar a un edificio tiene prohibido oprimir el botón del timbre del intercomunicador para así pedir al portero que le abra, pues ya aprendimos que activar cualquier aparato eléctrico en Shabat está prohibido.

Por lo tanto, se debe tener cuidado de que la ubicación del portero no sea lejos de la puerta, tal que cuando un judío quiera entrar pueda pararse en un lugar que no sea filmado por la cámara y pueda golpear la puerta con la mano. Entonces, el no judío habrá de identificarlo y le abrirá. Si el no judío decide abrirle la puerta mediante el botón que activa la apertura eléctrica, el judío no está ante una prohibición ya que el primero podría haber abierto la puerta con la mano, y al hacerlo por medio de la electricidad, lo hace por su comodidad y no para la del judío.

En caso de que haya un no judío que esté ingresando al edificio, si bien activa un mecanismo eléctrico a esos efectos, lo hace para sí, en su propio beneficio, por lo que un judío puede ingresar junto a él. Si un judío activó indebidamente mecanismos eléctricos para ingresar al edificio, no se puede entrar junto a él porque no se puede disfrutar de una labor que implicó la trasgresión del Shabat, y además hacerlo implica profanar el Nombre Divino. Si bien hay juristas que son flexibles a este respecto, lo correcto aquí es optar por la opinión estricta. Solamente en caso de gran necesidad, si no hay otra manera de hacerlo, se puede, a posteriori, actuar conforme a la opinión flexible (ver arriba halajá 11).

En caso de que los golpes y llamados de quien quiere entrar no son escuchados por el portero y sólo si se oprime el botón del timbre eléctrico se percatará de su presencia y le abrirá, hay juristas que consideran que en caso de gran necesidad se puede oprimir el botón de un modo diferente al habitual y hay otros que consideran que aún así esto estará prohibido. En caso de gran necesidad, de no mediar otra solución, quien quiera respaldarse en la opinión flexible podrá hacerlo, a condición de que implemente esta autorización de modo excepcional pues de no ser así se trata de una falta de respeto al Shabat.

14 – La actividad de los sensores en el dominio público y en el hogar.

Se permite pasar por un sitio en el cual fue instalada una cámara que registra a los transeúntes ya que quien allí camina no tiene interés en ser filmado, y por lo tanto no es responsable de que su figura haya sido captada por la cámara. Asimismo, se puede entrar por una puerta que posee detector de metales ya que quien lo hace no tiene interés en que la actividad eléctrica en cuestión se lleve a cabo. Se puede también caminar por una calle en la que se instalaron sensores que registran los movimientos de los transeúntes. De la misma forma, se puede caminar por un sitio que tiene instalado un sistema de cuidado eléctrico que activa un farol o luz al pasar por sus inmediaciones ya que quienes transitan no tienen interés en que se encienda luz alguna. Empero, si esto no implica esfuerzo, es mejor transitar por otro camino, pues no es honroso para el Shabat que se activen indirectamente sistemas de iluminación eléctrica.

En el caso de una casa cuyo sistema de alarma es desactivado en Shabat, mas los sensores continúan funcionando y cada vez que se pasa delante de estos se encienden lamparitas o su imagen se registra en una pantalla, hay juristas que prohíben transitar por ahí pues se generan actividades eléctricas. Quien quiera pasar por ahí, deberá desconectar por completo todo el sistema o cubrir los sensores de modo tal que no registren los movimientos de las personas (ver Responsa «HaRav Harashí» pág. 174).

Hay juristas que permiten pasar pues quien lo hace no tiene beneficio alguno de que su imagen sea registrada por los sensores, y la razón por la cual no cesan su funcionamiento es por el agobio que implica hacerlo (Siaj Najum 25). La halajá principal es de acuerdo a la opinión flexible, empero, de ser posible, es preferible desconectar los sensores para que no funcionen  en Shabat.

Es obligatorio apagar el farol que se enciende cuando alguien pasa delante del sensor ya que el transeúnte tiene beneficio de la luz encendida. Aunque no tenga beneficio alguno de esta, no es honroso para el Shabat causar el encendido de una luz. En caso de gran necesidad, si el mecanismo está activado y no hay otra manera de entrar a la casa, se puede pasar por allí arrastrándose de modo tal que el farol no se active, y si igualmente ocurre, será de un modo diferente al habitual y además se ha de tener cuidado de hacerlo con los ojos cerrados para no disfrutar de la luz encendida.

15 – Sistemas de alarma en Shabat.

Existen dos tipos de solución para los hogares que requieren de sistema de alarma contra robos. La más recomendada es activar el sistema en víspera de Shabat con un timer de modo tal que durante las horas en que la gente duerme o está afuera el sistema funcione y en horas en las que la gente entra o sale el sistema cese. La desventaja de esta solución es que si se quiere cambiar los horarios se necesitará cambiar el sistema, y si esto requiere de una acción de carácter eléctrico estará absolutamente prohibida. Si el timer está conectado externamente al sistema de alarma, se podrá extender el horario  de acuerdo a lo explicado anteriormente (ver halajá 6, en caso de gran necesidad se puede también acortar).

La segunda solución existente es disponer de una llave «Grama«. Esto es, una llave que cuando se gira en una dirección desconecta el sistema de alarma y si se gira para el otro lo activa. A los efectos de que no implique trasgredir prohibición alguna, se requiere que el giro de la llave no cause inmediatamente una actividad eléctrica sino que debe activar un mecanismo que causa que tras un lapso de tiempo se active o desactive la electricidad del sistema de alarma de modo indirecto. Si bien a priori «Grama» está prohibido en Shabat, de no mediar alternativa en caso de pérdida económica se puede optar por una actitud más flexible.

Otra pregunta que surge es si se permite conectar el sistema de la alarma de la casa o del automóvil a un centro de vigilancia que recibe el aviso en el momento en el que esta suena y llaman para ver qué pasó. En caso de no haber respuesta envían un patrullero con vigilantes para intentar apresar a los ladrones. Hay juristas estrictos que consideran que se debe exigir a la compañía de seguridad que no trasgredan el Shabat mediante el empleo de guardias no judíos, aunque, de no mediar alternativa, permiten contratar una compañía de seguridad que no ponga cuidado en ello. En caso de que se reciba una señal de alarma en el comando central de la empresa de vigilancia y se llame a la casa vigilada para ver si acudir o no, aunque los guardianes sean gentiles, se debe responder al llamado para evitar un viaje innecesario.

16 – Desactivar una alarma que se activó en Shabat.

¿Se podrá o no desactivar una alarma que comenzó a sonar en Shabat por causa de que alguien o algo rozaron el automóvil o por efecto del ingreso no cuidadoso de una persona a la casa? Si la alarma se activó de día y va a dejar de sonar pronto, no hay permiso de realizar acción alguna que la desactive; en cambio, si va a sonar prolongadamente a lo largo del día o brevemente pero de noche en un sitio que ha de molestar a otras personas causándoles malestar por privarles de sueño, impedirles el relax o el disfrute del Shabat, se permite desactivar la alarma mediante el quiebre de una prohibición rabínica mediante el método de «Shvut de Shvut«[1] (ver arriba 9:11). Esto obedece a que desactivar la alarma es trasgredir una prohibición rabínica (ver arriba halajá 1) y si se hace de un modo diferente al habitual, como por ejemplo oprimiendo el botón del control remoto mediante una cucharita o con el reverso del dedo, la acción se realiza del modo «Shvut de Shvut»

Incluso, si a raíz de la desactivación de la alarma algunas lámparas se encienden por un instante, dado que estas no son necesarias, se trata de un caso de «Psik reisha de la nija lei» o sea, consecuencia inevitable pero no deseada de una acción (arriba 9:5).

Sin embargo, hay juristas que prohibieron hacerlo aunque permiten hacerlo únicamente mediante un no judío. Si los vecinos no religiosos amenazan con llamar a la policía lo cual generará mayor profanación del Shabat, se les puede indicar dónde está el control remoto y si quieren, en vez de llamar a la policía podrán desactivar la alarma (Melajim Omnaij 10:6). Empero, en la práctica, dado que se trata de una necesidad importante conectada al cumplimiento de un precepto, se puede desactivar la alarma mediante «Shvut de Shvut» (ver Ohalá Shel Torá Oraj Jaím 23, y en la respuesta del Rav Lior en Kedushat Shabat I pág. 303).


[1]. «Shvut» significa prohibición rabínica de Shabat y por ende Shvut de Shvut significa trasgredir una prohibición rabínica de un modo prohibido rabínicamente, lo cual hace que se trate de una prohibición menor (n. de t.).

17 – El reloj despertador, el reloj electrónico y el álbum digital.

Un reloj despertador eléctrico que comenzó a sonar no se le puede apagar la alarma pues esto implica interrumpir una actividad eléctrica. Si el sonido causa malestar, se puede envolver el reloj en una frazada y colocarlo en un sitio que no moleste. Si no hay manera de librarse del ruido, y este es potente y molesta al sueño sabático, se lo puede apagar de un modo diferente al habitual de acuerdo al modo «Shvut de Shvut«, con el cometido de cumplir un precepto (tal como se vio en la halajá anterior).

Antes de que el reloj comience a sonar se puede mover la perilla para suspender el ruido. Asimismo, se permite mover las manecillas del reloj para postergar el momento del sonido, sin embargo, adelantarlo se permite solamente si es a los efectos de cumplir un precepto o por una necesidad importante (ver arriba halajá 7). Si el cambio de horario a activarse implica una actividad eléctrica o digitar el horario deseado, toda modificación estará prohibida.

En Shabat se permite llevar en la muñeca un reloj electrónico que deja ver la hora sin mediar actividad eléctrica alguna. Aunque el reloj contenga un computador se lo puede usar pues su uso principal es permitido (ver adelante 22:8). Empero, quien sabe que puede llegar a equivocarse y activar el computador incorporado no podrá usar el reloj en Shabat. Es claro que no se puede usar un reloj que requiere de oprimir un botón para ver la hora y además es «Muktze«.

Está prohibido usar un reloj electrónico que mide temperatura y la exhibe en la pantalla, pues la persona al caminar provoca cambios en el accionar del aparato. No cabe argüir que uno no tiene necesidad de este indicador ya que si así fuese el fabricante no lo incorporaría y las personas no lo comprarían. Sin embargo, no hay prohibición si el reloj mide la temperatura pero mientras no se oprima un botón esta no aparece sobre la pantalla, ya que esta acción se lleva a cabo mediante «Grama», de modo indirecto, y bajo el formato de «Psik reisha dela eijpat lei«, o sea, consecuencia inevitable que no es de interés.

Hay juristas que se conducen de un modo estricto y no usan un reloj que se carga mediante los movimientos de la mano o mediante la luz, pues cada vez que la persona se mueve o se encuentra en un sitio iluminado genera la actividad eléctrica de cargar el reloj. Otros juristas son más flexibles a condición de que el reloj pueda funcionar un par de días más sin ser recargado, de modo tal que la carga efectuada en Shabat no sea necesaria. Quien quiera optar por la norma flexible puede hacerlo y quien prefiera la más estricta – será bendecido.

Antes de Shabat no es obligatorio interrumpir la actividad del álbum digital destinado a decorar y exhibir durante toda la semana diferentes fotos de familiares o paisajes, ya que todos saben que este artefacto funciona continua y automáticamente todos los días.

18 – Soluciones «Grama» de diferentes instituciones.

Hay quienes opinan que se puede incorporar en los aparatos eléctricos un mecanismo especial que los active de modo «Grama», esto es, indirectamente, de modo tal que en caso de necesidad se los pueda usar  en Shabat. Uno de los métodos de «Grama» se llama «Hasarat Hamonea» («quitar el impedimento»). Otro método se basa en un escáner que revisa cada tantos segundos y si percibe que el botón de encendido de la máquina fue movido – la pondrá en funcionamiento. De esta manera, oprimir el botón o mover la llave no activó la máquina sino que solamente causó su activación. Un tercer método se basa en «Hamshajat Hamatzav» («continuar la situación actual»). En este sistema el aparato está programado para comenzar a funcionar por un segundo cada tantos segundos y si la llave de encendido es movida, la próxima vez que el aparato se encienda no se ha de apagar.

Hay otros juristas que opinan que no se puede hacer uso de este tipo de patentes, ya que cuando el aparato es preparado a priori para causar una actividad eléctrica no se la considera «Grama» sino como activación común.

En la práctica, consideramos que si la persona causa la activación de un aparato eléctrico poco tiempo después de que movió la perilla de un modo semejante a la activación que se realiza en los días de la semana, aunque medie un mecanismo que produce que la actividad sea del tipo «Grama» o indirecto, se debe prohibir su uso. No importa qué es lo que ocurre al interior del aparato, mientras funcione de un modo habitual no entra en la categoría de «Grama» o activación indirecta. Por lo tanto, no se permite emplear ascensores o puertas  eléctricas mediante «Grama» ya que se desea que comiencen a funcionar en un tiempo contiguo al momento de activación. Por lo tanto está prohibido desplazarse en «Kalnoit«[2] pues funciona de un modo similar al del resto de la semana.

Empero, cuando la acción humana causa la activación del aparato tras un período significativo de tiempo, esto es, si el mecanismo que activa el aparato funciona en modo indirecto quitando un impedimento («Hasarat Hamonea«) mediante un escáner o continuando la situación actual («Hamshajat Hamatzav«), recae sobre ésta la definición de «Grama» y se puede realizar en Shabat en caso de gran necesidad. Así se procede en el caso de la activación de la alarma; con un giro de la llave el sistema se pone en funcionamiento en modo «Grama» tal que en la práctica esto llevará unos diez minutos en efectivizarse. Al haber esta dilación entre el giro de la llave y la activación de la alarma estamos efectivamente ante un caso de «Grama»  y en caso de gran necesidad se permite.


[2]. (Medio de transporte individual eléctrico similar a los carros de golf muy utilizados por personas mayores para desplazarse en áreas extensas tales como kibutzim, parques etc. n. de t.

Libros de Pninei Halajá a precios especiales

Contents

Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
Ordenar ahora