Las mujeres no se suman a los hombres para el recitado del «Zimún» de modo tal que de haber presentes dos hombres y una mujer – ésta no se cuenta con ellos dos a los efectos de generar la obligatoriedad del «Zimún». Esto obedece a motivos de recato, ya que el «Zimún» se genera a partir de una comida compartida con afecto entre amigos, la cual produce un gran acercamiento entre personas distantes y no corresponde que exista tal vinculación amistosa entre hombres y mujeres. Por lo tanto, nuestros sabios no establecieron un «Zimún» para hombres y mujeres juntos y no hicieron diferencia entre personas más o menos cercanas, por lo que incluso un padre con su hija y su yerno no suman quorum para «Zimún».
Empero de encontrarse allí tres hombres, dado que por su intermedio ya se generó el deber de recitar «Zimún», las comensales mujeres deben responder a este. Esto no afecta el recato, ya que las mujeres no son socias de los hombres en la generación del deber de recitar «Zimún» sino que se suman para responder a este. Es importante fortalecerse en el cumplimiento de esta halajá pues en numerosas ocasiones cuando en una comida familiar participan tres hombres y también mujeres, y a pesar que recae sobre las mujeres el deber del «Zimún», se suele olvidar de hacer participar a todas las damas del mismo.
Los sabios no establecieron como obligatorio el «Zimún» en el caso de tres mujeres que comieron juntas ya que no todas las mujeres sabían recitar correctamente el «Birkat Hamazón» y muchas se contentaban con el recitado de una versión abreviada expresado con sus propias palabras en vez de recitar el texto oficial, por lo que los sabios no desearon fijar el «Zimún» como una obligación suplementaria. A pesar de todo lo ante dicho, cuando tres mujeres se sientan a comer juntas es preceptivo que reciten «Zimún». Respecto de la norma que se aplica a las mujeres existe una única diferencia y es que, aunque sean diez no recitan «Zimún» con mención del Nombre de D´s pues esto se basa en las leyes del minián y los sabios no establecieron minián para mujeres (Shulján Aruj 199:6-7).
Si bien en la práctica muchas mujeres no acostumbraban a recitar el «Zimún», muchos de los grandes juristas escribieron que es correcto instarlas a que lo hagan. Y aunque se encuentren allí un hombre o dos, las mujeres no deben abstenerse de recitar «Zimún». Los hombres que allí se encuentren deben responder tras la mujer que dirige el «Zimún». Si los caballeros en cuestión ingirieron al menos un «kazait» o bebieron un «reviít», deberán responder conforme el texto regular del «Zimún». Si no ingirieron los alimentos suficientes deberán responder: «Baruj Umevoraj Shemó Tamid Leolam Vaed» (ver halajá 5).